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Miami Heat le dio un golpe a Denver Nuggets en el segundo capítulo de la final de la NBA

Jimmy Butler lanza sobre la marca de Nikola Jokic, que tuvo una noche espectacular, pero no le alcanzó y la final está 1-1
Jimmy Butler lanza sobre la marca de Nikola Jokic, que tuvo una noche espectacular, pero no le alcanzó y la final está 1-1

Un golpe sobre la mesa de la final de la NBA. No se puede regalar nada. Ni la producción de Nikola Jokic les alcanzó. Sucedió que del otro lado, el hambre de Bam Adebayo y la furia de Jimmy Butler estaban a flor de piel. Después de una primera función dominante de Denver Nuggets, Miami Heat varió el equilibrio, le sacó un juego como visitante, se impuso por 111-108, puso la serie 1-1 y despertó la furia de Michael Malone, el entrenador de la franquicia de Colorado.

La serie es un tablero de ajedrez en el que los Heat hicieron un movimiento perfecto para “robar” el factor cancha, ya que quedarse con un juego de visitante en una final, puede torcer el rumbo de todo. Además, Miami envía mensajes a cada paso, porque nunca un seed 8 (el último clasificado a playoffs) había ganado un partido de visitante en una final, tampoco nunca había logrado un seed 8 ganar 13 partidos de playoffs , entonces, todo se vuelve más peligroso para los Nuggets.

No es un detalle menor que a Denver no le alcanzó con Jokic espectacular (41 puntos, 11 rebotes) y que tampoco pudo dominar la escena con Jamay Murray (18 tanto y 10 asistencias). “Teníamos muchachos que se compadecían de sí mismos por no haber tomado buenos tiros. Estas son las Finales de la NBA, no hay tiempo para esas cosas. Eso para mí es muy, muy desconcertante, decepcionante ”, dijo Malone, el entrenador de los Nuggets.

Incluso, el técnico contó que tuvo una intensa charla con sus jugadores en el vestuario: ” Le pregunté al equipo, les pregunté a todos: ‘¿Ustedes se preguntan por qué perdieron? Ellos saben la respuesta. Miami llegó acá y nos superó en el trabajo, y fue, por mucho, nuestro juego menos disciplinado ”.

El entrenador de Denver tuvo una lectura perfecta, porque más allá de la actitud de sus jugadores, conoce bien lo que implican este tipo de impactos. Miami tuvo una noche tremenda desde la línea de tres puntos: 17 aciertos de 35 intentos, casi un 49% de efectividad. Además, los Nuggets, que no habían perdido en playoffs (9-1), no perdían en su cancha desde el 30 de marzo, cuando cayeron ante los Pelicans, pero sin Nikola Jokic en el campo de juego. La última derrota de Denver con el serbio en la cancha es del 12 de marzo. Incluso, los Heat no ganaban en el Ball Arena, desde noviembre de 2016.

Miami, de la mano de Butler y Adebayo saben bien qué implica sufrir, porque tuvieron que luchar ante Boston, Nueva York y Milwaukee, por eso ahora que la serie va a su casa (el juego 3 será el miércoles próximo), pretenden imponer sus condiciones para estar más cerca del gran sueño. Es que sería una coronación perfecta, la que le permitiría cumplir el sueño del equipo del Este que entró por la ventana y le arrebató el anillo al fuerte del Oeste.