Anuncios

De Miñaur supera su propia irregularidad y mete a Australia en semifinales

Málaga, 22 nov (EFE).- El australiano Alex de Miñaur aguantó el pulso de su propia irregularidad y selló el pase de Australia a las semifinales de la Copa Davis de Málaga con una victoria por 5-7, 6-3 y 6-4 sobre el neerlandés Botic Van de Zandschulp que significó el 2-0 para el equipo amarillo.

Previamente Jordan Thompson había derrotado a Tallon Griekspoor por 4-6, 7-5 y 6-3.

El rival de Australia en semifinales saldrá del cruce del miércoles entre España y Croacia.

Van de Zandschulp (35 de la ATP), principal responsable de que el equipo naranja se clasificara para las finales de Málaga con su actuación impoluta en la fase de grupos -incluyendo una victoria en dos sets sobre el estadounidense Taylor Fritz-, arrancó de la misma manera, muy confiado en sus posibilidades ante un De Miñaur (24) al que no concedió ni una sola bola de rotura en la primera manga.

Pero lo mejor de juego del australiano, ese tenis de estilete que no logra exhibir tanto como le gustaría, salió a relucir en el segundo set, en el que una rotura inicial le permitió remar a favor de corriente. Con otro 'break' cerró el parcial.

Con mayoría de afición neerlandesa en las gradas, el público local tomó parte por De Miñaur, hijo de uruguayo y española y que recibió gritos de respaldo en perfecto castellano, 'vamos, Alex' , 'venga, Alex'. Desde su banquillo, el capitán Lleyton Hewitt fue un apoyo constante.

Van de Zandschulp atrajó a la red y superó con facilidad al australiano en varias ocasiones, pero De Miñaur no se amedrentó. La batalla duró hasta el 4-4, con el neerlandés volcado sobre la bola y magistral en los paralelos pero incapaz de convertir sus puntos de 'break'.

De Miñaur -ni un 'ace' en todo el partido- tuvo que ganarlo al resto. Aunque su rival colaboró desinteresadamente, con una doble falta y un par de errores que sentenciaron la eliminatoria.

El australiano prolongó así una racha espléndida en la Davis, con victoria en nueve de sus últimos diez partidos.

Antes, en el choque que estrenó la pista, Jordan Thompson fue de menos a más ante Tallon Griekspoor, agotado al final tras dominar el set inicial y vaciarse en el intento vano de no perder el segundo.

Intercambiaron roturas los dos jugadores para empezar, pero en los primeros compases se percibió a Griekspoor con más voluntad de atacar, dispuesto a sacar a pasear una derecha profunda que le dio mucho rédito.

El neerlandés rompió en blanco para 3-2, beneficiado por los altibajos con el saque de Thompson, 84 de la ATP y al que nunca se había enfrentado. El set inicial cayó de lado del europeo tras 43 minutos.

Con 3-3 en la segunda manga, se disputó el juego más apretado hasta entonces, con siete situaciones de igualdad y ventaja antes de que Thompson lograse conservar su servicio.

Entró el choque en su fase más cerrada, porque el australiano encontró su servicio -terminó el choque con 16 puntos directos- y a Griekspoor le costó cada vez más conservar el suyo. Con 6-5 y al resto, Thompson hizo buena su última oportunidad de evitar el juego de desempate y se garantizó la tercera manga.

En ella, el equilibrio aguantó hasta el 3-2, cuando el jugador de Sídney logró la rotura que sería definitiva. Se mostró físicamente más fresco que su contrario, que perdió en precisión y ganó en errores. Los derechazos que antes lamían las líneas empezaron a caer en terreno baldío. Luchador hasta el último momento, firmó en blanco su último saque antes de entregar a Australia el primer punto.

"Probablemente el mejor ambiente en el que he jugado", afirmo Griekspoor tras su derrota, tras recibir continuamente el apoyo de centenares de hinchas naranjas, un público de diez que animó igualmente a los rivales cuando lo merecieron.

La victoria de Australia por 2-0 impidió asistir a uno de los enfrentamientos de dobles más atractivos que pueden darse hoy, el que iba a medir a los australianos Matthew Ebden y Max Purcel, vigentes campeones de Wimbledon, y los neerlandeses Wesley Koolhof y Matwe Middelkoop, el primero actual número uno del mundo.

Países Bajos era el único equipo de estas finales, junto a Canadá, que nunca ha ganado una Ensaladera.

Natalia Arriaga

(c) Agencia EFE