México y el trauma de no poder ganarle a EEUU ni siquiera en un partido 'molero'

México no pudo ganarle a Estados Unidos en su tercer partido del año. (Shaun Clark/ISI Photos/Getty Images)
México no pudo ganarle a Estados Unidos en su tercer partido del año. (Shaun Clark/ISI Photos/Getty Images)

México pasa por un momento deprimente cuando se habla de futbol. El tiempo no lo cura todo y por eso el aroma a derrota no se ha ido. Después de Qatar 2022, el Tri continúa en su naufragio y ni siquiera puede rescatar señales anímicas para salir de las profundidades de un presente desolador que solamente es menos preocupante porque el futuro puede ser más desastroso. Y no es que valga la pena volverse locos por un amistoso, un partido 'molero', como los definió Ricardo Ferretti; es que ni siquiera en esas condiciones se puede tener ya un poco de certidumbre.

Y menos cuando tu eterno rival te tiene tomada la medida que hasta parece que te empata el partido por pura jerarquía, con la camiseta. Si ellos no estaban tensionados por este partido, porque si lo perdían no pasaba nada, para México la losa se vuelve cada día más pesada: son ya cuatro años sin ganarle a Estados Unidos en ninguna competencia, oficial o amistosa, importante o intrascendente; en Phoenix, Denver, Las Vegas, Cincinnati o en el Azteca. Y todavía, minutos antes del partido, la Selección en sus redes sociales tuvo el descaro de presumir que le habían ganado a Estados Unidos en el último partido amistoso, aquel de 2019.

Se puede elegir que el vaso esté medio lleno: Estados Unidos no le gana un amistoso a México desde 2019. El problema es que han ganado todos los oficiales —además de un empate 0-0 en Ciudad de México—, los que sí importan, y que en el nuevo amistoso, el que abre la rivalidad rumbo al Mundial de 2026, rescatan un empate que alarga la racha en términos compactos: cinco partidos, cuatro años, en los que el Tri no puede vencer a su rival clásico. Y por la frecuencia con la que se dieron las tres primeras victorias, y por sensaciones, ya hay síntomas de hegemonía.

A lo que era una mala racha ya empieza a ponérsele cara de paternidad de largo plazo: ya saben, como cuando Cruz Azul no pudo ganarle al América por siete años. A eso se está aproximando una Selección Mexicana ensimismada, que no es que abarate convocatorias; es que no tienen de dónde elegir. Y Cocca, que empezó su ciclo con el agua hasta el cuello, puede decir, como lo hizo, que su equipo fue superior, pero también sabe que este empate, y cómo se lo sacaron en los últimos minutos, resta y no suma a un beneficio de la duda que en su caso ha sido mínimo.

"La paciencia es para ustedes, yo tengo mucha. Ojalá hubiéramos ganado para tener más paciencia de ustedes. El resultado hubiera sido lindo, para el pueblo mexicano, estoy contento y si seguimos este camino, tendremos más victorias", dijo el seleccionador al finalizar el partido. Cocca podrá sonar un poco soberbio con esa declaración, pero en su descargo se puede decir que la pésima organización de la Federación le puso presión extra con un partido que hasta con el estatus de amistoso significa una carga en estos momentos.

Cualquier resultado que no fuera una victoria iba a ponerle otro ladrillo al problema. Y eso fue lo que pasó. Estados Unidos ahora tiene la tranquilidad de saber que su camiseta ya espanta a los jugadores mexicanos y eso que después, cuando sean los partidos importantes, en Nations League y Copa Oro, van a jugar con todos sus 'europeos'. La nueva generación del US Team no ha alcanzado los vuelos que se tenían proyectados hace un par de años, pero a México lo tienen ciscado. Y eso, en alguna medida, es sinónimo de crecimiento. Mientras pasen los años, los partidos y las competencias, el trauma será más grande para el Tri y se volverá normal para ellos. Siempre se puede poner peor.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR | EN VIDEO

No sabía con quién se metía: mujer se defiende, persigue y no deja ir limpio a su asaltante.