México se queda sin tenis de mesa en Juegos Centroamericanos 2023, porque a la Federación se le olvidó

México se ha quedado sin representación en tenis de mesa para los Juegos Centroamericanos y el Caribe de San Salvador 2023. El motivo no podría ser más indignante: la Federación Mexicana (Femeteme) olvidó inscribir al equipo mexicano en el evento clasificatorio. La delegación compuesta por Marcos Madrid, Rogelio Castro, Ricardo Villa y Pablo Gastélum no podrá estar presente en la cita por una omisión incomprensible, pues los Centroamericanos son una competencia de primer nivel.

A través de un comunicado publicado en redes sociales, los tenimesistas explicaron por qué no podrán estar en el evento y criticaron la postura oficial que se ha fijado para explicar el error. "La Federación de Tenis de Mesa ha informado ayer, que a causa de un error administrativo o incomprensión, estamos FUERA de los próximos Juegos Centroamericanos y del Caribe en El Salvador 2023, por no inscribirnos al evento clasificatorio a tiempo. SE LES OLVIDÓ", informaron los atletas.

La Federación aceptó el error y dijeron que han apelado al apoyo de la Comité Olímpico Mexicano (COM) para arreglar el problema y que los atletas puedan ir a los Centroamericanos de El Salvador (que se realizarán del 23 de junio al 8 de julio). Miguel Cervantes, presidente de la Femeteme, dijo a ESPN que confiaron en el ranking como método de clasificación: en enero, México estaba en el tercer lugar; en febrero, en cuarto. Para marzo, sin embargo, México cayó hasta el lugar 28 y la responsabilidad les estalló en las manos a los federativos: por creer que tenían el boleto asegurado, no enviaron el correo de solicitud de inscripción a tiempo. Cuando lo hicieron, el 3 de marzo, ya era tarde. En un principio, fueron aceptados, pero luego de que otras Federaciones de otros países protestaran, el 6 de marzo recibieron el anuncio de que la inscripción no procedía.

"Lo que teníamos qué haber hecho, que no lo medimos, es habernos inscrito aunque no tuviéramos necesidad de inscribirnos, dijo Cervantes. Tenían que hacer sólo una cosa bien, y no pudieron. Una cosa nada más. Lo peor es que, en el colmo de la ineptitud, Cervantes espera que algún país, y pone como ejemplo a Haití, no pueda asistir al clasificatorio para que así México pueda entrar de última hora. Ante la ineptitud propia, buscan refugiarse en el azar. Los atletas, mientras tanto, ven cómo se aleja un evento fundamental en el ciclo olímpico y que únicamente se realiza cada cuatro años (en esta ocasión hubo que esperar cinco años excepcionalmente).

Esa molestia quedó expresada en el comunicado, en donde mencionaron a la Federación Internacional de Tenis de Mesa de América, el organismo que rige a este deporte y que recibió la solicitud finalmente fallida de la Federación Mexicana. "Nos resulta inaceptable que la Federación Mexicana simplemente se disculpe con un comunicado, sin reconocer el impacto negativo que esta decisión tiene sobre nuestras vidas y carreras. ES UN ERROR HISTÓRICO. Solicitamos encarecidamente la intervención del Comité Olímpico Mexicano, para que la ITTF Américas y su Presidente, reconsideren su decisión y nos permitan participar en estos Juegos. Creemos que la exclusión de nuestro equipo no solo afecta a los atletas, sino también a la calidad de los juegos y al espíritu deportivo que los anima".

¿Cómo puede pasar algo así? El deporte en este país tiene que lidiar con un desinterés abrumante por parte de quienes lo dirigen y siempre son los deportistas los que pagan los platos rotos en cualquier situación: puede ser una pelea de poder, como la que viven los atletas de deportes acuáticos; puede ser una boxeadora, como Esmeralda Falcón, que necesita dinero para asistir al Mundial y no lo encuentra en su Federación; y puede ser la Selección de tenis de mesa, que se queda sin la opción de ir a unos Juegos Centroamericanos por culpa de una ineptitud gigantesca.

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