Messi - Mbappé: la conexión de PSG que se evade de los rumores y alcanza para liderar la liga de Francia en velocidad crucero

Se abrazan Lionel Messi y Kylian Mbappé tras uno de los goles del 2-1 de PSG sobre Brest en la liga francesa; el dúo de ataque juega como ajeno a los rumores sobre el futuro.
Se abrazan Lionel Messi y Kylian Mbappé tras uno de los goles del 2-1 de PSG sobre Brest en la liga francesa; el dúo de ataque juega como ajeno a los rumores sobre el futuro. - Créditos: @LOIC VENANCE

Lionel Messi y Kylian Mbappé llevan a remolque a Paris Saint-Germain. Uno asiste y el otro es el máximo goleador en la historia del club. Ambos hacen su trabajo y parecen tener en la cancha esa “sintonía fina” que les reclamaba el entrenador Christophe Galtier tras la Copa del Mundo. La Pulga y el francés se divierten con la camiseta azul –o la blanca, o la grisa, o la...–, ajenos a lo que ocurre en los despachos y a los rumores sobre su futuro. El porvenir de uno, el rosarino, puede estar fuera de la capital francesa. El del otro, nave insignia de la entidad, puede ser una transferencia a Real Madrid, o la permanencia en PSG con otros compañeros de equipo. En otro proyecto y con el mismo objetivo: reinar en Europa.

Mbappé y Messi juegan a la pelota. Muestran un nivel galáctico para la competencia doméstica francesa. El supersónico delantero fue responsable del primer tanto contra Brest y consiguió el segundo del triunfo por 2-1 que permite al líder de la Ligue 1 tener un colchón de 11 puntos sobre Olympique Marseille, su escolta, que jugará este domingo. El rosarino tuvo dos chances claras de ampliar sus estadísticas y llegar a la barrera de 800 goles en su carrera. No lo logró, pero sí alimentó, en cambio, sus números de asistidor. Y alcanzó otro registro redondo: 300 pases de gol. Fueron 269 con la camiseta blaugrana de Barcelona y 31 con los colores de PSG. Lo hizo con una habilitación exquisita, pensada antes de que la pelota arribara a su pie izquierdo. La disfrutó Mbappé. Valió tres puntos y una victoria tan balsámica como necesaria tras la eliminación de la Champions League a manos de Bayern.

El desempeño de Messi frente a Brest

Por ahora, el cimbronazo que fue la salida prematura de la principal competencia de clubes no tuvo consecuencias en el organigrama del club. Luis Campos, el consejero deportivo, estuvo en Bretaña observando la actuación del equipo que él planificó en las oficinas. Galtier, el elegido por Campos para administrar el plantel más oneroso de las cinco principales ligas de Europa, también permanece. Tiene contrato hasta el año próximo, pero los rumores sobre el futuro de ambos arrecian. Sobre todo, porque el de PSG es un vestuario que casi carece de clase media: tiene cracks de clase mundial, como Messi, Mbappé, Neymar, Gianluigi Donnarumma, Marco Verratti y Sergio Ramos, y juveniles a los que les falta maduración futbolística. Entre ambos extremos, hay jugadores de relleno que no están a la altura. Y apuestas por millones de euros, como la de Hugo Ekitike, por quien PSG tiene una obligación de compra de 38.000.000.

Como los billetes sobran y no hay problemas de liquidez, la secretaría técnica puede posar sus ojos en quien quiera para reforzar al equipo. No parecen bastar los ejemplos recientes de planteles armados con base en chequeras frondosas pero que terminaron en fracasos rotundos. PSG insiste en su modelo de galácticos, aunque esa decisión lo fuerce a completar el grupo con piezas mucho más económicas, como los juveniles. Tal disparidad lo condiciona. Y el desequilibrio se traslada a la cancha. Basta que algunas figuras se lesionen para que las carencias salgan a la luz. En el lateral derecho, por ejemplo. Lesionados Achraf Hakimi y Nordi Mukiele, el lugar ante Brest fue de Timotheé Pembelé. Que terminó sustituido.

Lo mejor de la victoria de PSG por 2-1 ante Brest

El último rumor de mercado en Europa ubica a Erling Haaland como compañero de ataque de Mbappé, en un proyecto deportivo que no incluye a Messi ni a Neymar. La continuidad del brasileño –se sabe– parece imposible. El problema es encontrar un club dispuesto a pagar el salario estratosférico que percibe (40.000.000 de euros anuales netos). En la pole position para quedárselo está Chelsea, el PSG de la Premier League. ¿Y Messi? Desde el club francés siempre dejaron en claro su intención de renovar. Y aseguraron que la de La Pulga era la “única gestión en marcha”. Por ahora, sin novedades. El año opcional que está firmado desde hace tiempo continúa en veremos. Las dos temporadas por las que quiere atarlo el club con un nuevo contrato, también. De continuar el escenario actual, sin rúbricas ni anuncios, quien quiera a Messi el próximo 30 de junio podrá llevárselo sin pagar un solo euro.

Messi y Mbappé son, a esta altura de la temporada, los únicos cracks que dieron la talla. Pero dos futbolistas no alcanzan. Y PSG está lejos de ser un equipo. Sin ir más lejos, de ser el que fue. La solidez defensiva de la que alardeaba en los primeros meses de la campaña es un recuerdo: Brest fue el octavo adversario que le marcó tantos en lo que va del año. Desde que empezó 2023, el cuadro parisino logró muy pocas veces, dos, dejar en cero su arco. Esas filtraciones, generadas por los desfasajes entre sus líneas y algunos errores individualidades, le costaron puntos. Y, a la larga, terminan explicando parte de la dolorosa eliminación de la Champions.

El vínculo de Messi y Mbappé es bueno, más allá de que la versión de que el francés no quiere a Neymar, amigo de Leo, en PSG.
El vínculo de Messi y Mbappé es bueno, más allá de que la versión de que el francés no quiere a Neymar, amigo de Leo, en PSG. - Créditos: @FRED TANNEAU

Es más que probable que PSG revalide su título de campeón de la liga de Francia a velocidad crucero. Olympique, su escolta, tiene una empinada cuesta por remontar. Precisa que su archirrival pierda varios partidos desde ahora y hasta la bandera de cuadros. El problema es que el eventual bicampeonato local no es suficiente para justificar los millones gastados para hacer realidad un proyecto faraónico. La sensación es de que los próximos meses serán de transición hacia el PSG 2023/2024. Un equipo en el que ni siquiera Messi y Mbappé, los cracks que definen partidos, tienen asegurado su lugar.