Messi se despide de París entre abucheos. Su próximo destino sigue siendo un misterio

A Lionel Messi no le importaron los abucheos durante su último partido con el París Saint Germain, ya coronado monarca de la liga francesa, que cayó el sábado 3-2 ante Clermont.

Los seguidores del club abuchearon a Messi cuando desde los altavoces del Parc des Princes se pronunció su nombre como parte de la alineación en una tarde cálida. Unos minutos después, el argentino ingresó en la cancha, sonriente y tomando de las manos a sus tres hijos.

Vino la foto del conjunto y besos a los pequeños en la frente, antes del despeje inicial.

“Me gustaría agradecer al club, a la ciudad de París y a su gente por estos dos años. Les deseo lo mejor para el futuro”, expresó Messi en el sitio Web de la escuadra.

En dos campañas con el PSG, Messi ganó dos ligas francesas y el Trofeo de Campeones de la nación, además de marcar 32 goles y prodigar 35 asistencias en las distintas competiciones.

Messi anotó hace una semana, en el empate 1-1 en la cancha de Estrasburgo, para ayudar a que el conjunto parisiense asegurara su undécimo título de la liga francesa, con lo que amplió su récord. Al llegar a 496 tantos en su carrera, el argentino quebró además la marca de Cristiano Ronaldo en las cinco principales ligas europeas.

El flamante campeón del Mundial no firmó la extensión contractual que le había ofrecido el PSG, respaldado por Qatar. Versiones insistentes de prensa lo han vinculado con un club saudí, donde podría devengar más dinero que Cristiano.

En los últimos días se hablado de que el Inter Miami uniría esfuerzos con Barcelona para lanzar una oferta conjunta para hacerse con sus servicios.

Primero ficharía por el equipo de la MLS al que llegaría de forma gratuita, para luego jugar cedido en el club azulgrana.

Messi hizo su mejor esfuerzo por figurar en el marcador durante el último día de la liga francesa. Uno de sus disparos fue tapado por el arquero Mory Diaw a los 14 minutos. Otro se fue desviado a los 31 y un tiro libre combado pasó por encima del horizontal a los 42.

Nada egoísta, Kylian Mbappé se escapó en solitario a los 54 y sirvió para Messi, quien disparó por arriba del travesaño. El astro argentino estuvo a punto de sacudir las redes a los 59, pero Diaw desvió su tiro rasante junto a un palo.

El arquero frustró de nuevo al crack en los descuentos, atajando con las palmas un tiro libre.

Tras el silbatazo final, Messi abrazó a sus compañeros y estrechó la mano de los jugadores del Clermont.

PSG tomó una ventaja de 2-0 con un cabezazo de Sergio Ramos a los 16 y un penal convertido por Mbappé a los 21.

Pero Clermont igualó con dianas de Johan Gatien y Mehdi Zeffane. Grejohn Kyei consiguió el gol del triunfo, a los 63.

Después del juego la afición del PSG volvió a silbar y abuchear a Messi durante los festejos por la consecución del título de la liga.

El equipo quiso celebrar su undécimo título junto a sus aficionados, que se mostraron muy críticos con su entrenador, Christophe Galtier, y con varios de sus jugadores.

Tras la conclusión del duelo ante el Clermont, el Parque de los Príncipes inició los festejos con una sesión de fuegos artificiales que dieron el pistoletazo de salida a una discreta celebración tras un curso en el que el club francés decepcionó en competiciones clave como la Liga de Campeones.

A los fuegos artificiales le siguieron una colección de declaraciones de nombres históricos del club.

Figuras como David Ginola o Didier Deschamps aparecieron por el videomarcador del estadio, justo antes de la aparición de los jugadores, que salieron del vestuario divididos en grupos mientras por megafonía se nombraba uno a uno antes de recoger una réplica del trofeo que les acreditaba como campeones de la Ligue 1.

El primero en sufrir las criticas de la afición parisina fue Galtier, que recibió un abucheó generalizado cuando saltó al césped del Parque de los Príncipes.

Ramos, que no jugará la próxima temporada en el PSG, fue aplaudido, mientras que Marco Verratti también fue silbado cuando apareció junto a los centrocampistas del conjunto francés.

En el último grupo destacaron Mbappé, Messi y Neymar.

Solo el primero fue aplaudido por sus aficionados, mientras que Messi fue silbado de forma unánime. Para Neymar, que podría continuar la próxima temporada, hubo división de opiniones con más crítica que de aplausos.

Todos juntos, en su mayoría con camisetas de apoyo a Sergio Rico, levantaron al cielo el undécimo título de Liga del París Saint-Germain y así concluyó una celebración descafeinada marcada por las críticas de una afición insatisfecha esta temporada con el rendimiento de sus jugadores.