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Mayores decepciones: el dramático adiós de Uruguay, el irreconocible Alemania y el colapso de Bélgica

An Uruguay soccer fan reacts at the end of the team's World Cup match against Ghana, hosted by Qatar, after fans watched it on a large screen in Montevideo, Uruguay, Friday, Dec. 2, 2022. Uruguay won the game 2 - 0 but did not classify to the next stage. (AP Photo/Matilde Campodonico)

Luis Suárez se había puesto la camisa en la boca y festejó. Su sacrificio había dado resultado.

Sucedió hace 12 años, cuando Suárez y Uruguay dejaron fuera a Ghana del Mundial de Sudáfrica 2010 en un duelo de cuartos de final. El atacante celeste fue expulsado por tocar el balón con la mano antes de que este cruzara la línea de gol tras un cabezazo de Dominic Adiyiah en los últimos segundos del tiempo extra para mandar el encuentro a tiros penales. En uno de los encuentros más dramáticos de los mundiales, el ghanés Asamoah Gyan falló el cobro y el encuentro se fue a los penaltis, donde Uruguay terminó ganando por 4-2.

Suárez, a quien la prensa de Ghana nombró desde ese entonces como 'El Diablo', no había cometido ninguna falta antideportiva. De hecho, pagó como el reglamento manda en esa jugada en la que mantuvo a la Celeste con vida: no jugó en semifinales con la Celeste que perdió ante Holanda y que lo extrañó en el ataque. Para el juego por el tercer lugar ante Alemania, Suárez regresó a la alineación pero fue abucheado cada vez que tocaba el balón.

"En primer lugar, no creo que tenga que disculparme por aquello", dijo Suárez antes del partido ante Ghana en Qatar 2022 como parte de la última jornada de la fase de grupos. "Porque yo hice la mano, pero el jugador de Ghana falló el penalti, no yo. Quizás, podría disculparme por lesionar a un jugador con una entrada de tarjeta roja. Pero en este caso me expulsaron por una mano que acabó en penalti".

Todo parecía olvidado, pero no para los ghaneses. El duelo del 2 de diciembre en Al Janoub Stadium era uno de los más esperados para los africanos.

Sin embargo, ni el partido, ni su venganza, fue como ellos lo esperaban.

Uruguay se fue arriba 2-0 en cuestión de 32 minutos y el encuentro estaba en la bolsa para la Celeste, pero lo que nadie sospechaba era que se le iba a ir la clasificación de las manos en los minutos finales debido a otro encuentro que se jugaba a la misma hora: el Corea del Sur vs. Portugal en Education City de Doha.

Doce años después de aquella legendaria victoria en Sudáfrica, Suárez nuevamente tenía la camisa en la boca, pero esta vez con lágrimas de tristeza de impotencia. Uruguay estaba regresando a casa al ser eliminada por diferencia de goles después de que los coreanos estaban derrotando simultáneamente a Portugal por 2-1. Al enterarse del resultado parcial del otro encuentro, Ghana cerró filas e impidió que Uruguay anotara el tercer tanto que necesitaba y festejaba como si hubiese ganado el cotejo, aunque también estaba quedando fuera de Qatar 2022.

Así se consumó una de las tres decepciones más grandes de la Copa del Mundo: Uruguay, dos veces campeona del mundo y animadora en la máxima justa, tendría que hacer maletas para su casa, junto a Alemania, cuatro veces monarca mundial, y Bélgica, semifinalista en Rusia 2018 y tercera en el ránking de FIFA. Las tres vieron cómo sus sueños de avanzar lejos en Qatar 2022 culminaron en la primera ronda.

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El uruguayo Luis Suárez llora tras el partido del grupo H del Mundial entre Ghana y Uruguay, en el estadio Al Janoub de Al Wakrah, Qatar, el viernes 2 de diciembre de 2022. (AP Photo/Manu Fernandez) (Manu Fernandez / Associated Press)

Al final de la noche en Al Janoub, las señales de frustración abundaron en todo el equipo: un Edinson Cavani furioso, golpeó el VAR al salir del túnel. El atacante uruguayo ya había enseñado su enojo durante el cotejo pues había reclamado un penal cometido en su contra, en una acción que no fue vista como falta por parte del árbitro alemán Daniel Siebert. Durante el encuentro, el defensa celeste Federico Valverde le celebró en la cara al árbitro, después de que el arquero uruguayo Sergio Rochet había detenido un penal polémico a Ghana en el primer tiempo. Al finalizar el partido, Cavani y el arquero suplente Fernando Muslera fueron con todo detrás de Siebert. Lo más lamentable sucedió cuando José María Giménez agredió al director de competencias de la FIFA con el codo. Giménez también insultó en varias ocasiones al cuerpo arbitral frente a las cámaras de televisión.

Así fue cómo una de las selecciones que llegó a Qatar llena de expectativas se había ido por la puerta de atrás y el responsable más grande, el entrenador Diego Alonso, le echó la culpa al segundo gol que concedieron de último momento ante Portugal.

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Un aficionado de Uruguay reacciona al final del partido de la selección contra Ghana, organizado por Qatar, después de que los aficionados lo vieran en una pantalla grande en Montevideo, Uruguay, el viernes 2 de diciembre de 2022. (AP Photo/Matilde Campodonico) (Matilde Campodonico / Associated Press)

“No creo que el punto (contra Corea del Sur, con un empate sin goles) nos haya eliminado. Nos eliminó el penal de Portugal. Es la diferencia del gol. Es lo que nos eliminó. No fue el punto. Nos eliminó el penalti que nos convierten en el tiempo extra y que la FIFA dice que no es penalti“, afirmó Alonso en la rueda de prensa en Al Wakrah citando la jugada en la que Giménez toca el balón con la mano de apoyo en aquel duelo ante los portugueses.

Uruguay pareció confiarse mucho en que Corea del Sur no iba a poder vencer a Portugal, algo que sucedió cuando Hwang Hee-chan anotó en los segundos finales. Días antes, también habían cometido el pecado de perder por 2-0 ante Portugal, lo que comenzó a sellar su fatal destino.

ALEMANIA NO PUEDE LEVANTAR

Germany's Kai Havertz, left, and Germany's Thomas Muelle
El alemán Kai Havertz, a la izquierda, y el alemán Thomas Mueller reaccionan tras el partido del grupo E de la Copa del Mundo entre Costa Rica y Alemania en el estadio Al Bayt en Al Khor , Qatar, el jueves 1 de diciembre de 2022. (AP Photo/Martin Meissner) (Martin Meissner / Associated Press)

Hace más de cuatro años en Moscú, Alemania cayó sorpresivamente en su primer duelo mundialista en el que defendia su corona obtenida en Brasil 2014. México la derrotó por la mínima diferencia, pero todo parecía un accidente, especialmente cuando doblegaron 2-1 a Suecia en el segundo partido. Sin embargo, uno de los peores momentos de futbol aleman iba a comenzar con aquella derrota en el estadio Luzhniki. En el tercer encuentro Alemania sucumbió por 2-0 ante Corea del Sur y sorprendió al orbe con la eliminación germana en la primera ronda.

Con jugadores de la talla de Manuel Neuer, Thomas Mueller y un entrenador laureado como Joachim Low, los directivos del futbol aleman parecía que iban a hacer cambios drásticos, tal como lo hicieron tras la caída de Alemania en 2006 en su propio Mundial. Low dejó el banquillo y llegó Hansi Flick, exentrenador del Bayern Munich. También con él, llegó una renovación de jugadores.

Alemania, una selección acostumbrada a ser paciente con sus entrenadores y proyectos a largo plazo, tuvo un tropiezo grande en la Eurocopa 2020 al ser eliminado en octavos de final por Inglaterra. Lo que no sabían los alemanes, es que ese era apenas un aviso.

En su debut ante Japón en Qatar, las cosas comenzaron con el pie izquierdo. Algunos críticos han sugerido que Alemania se distrajo con demostraciones políticas previas a ese encuentro pues el conjunto germano se tomó la fotografía del equipo antes del partido con las manos en la boca, en protesta porque FIFA no les permitió utilizar sus brazaletes de OneLove, la cual tiene como objetivo el propagar la creencia de que "las diferencias no importan" porque todos los aficionados y jugadores tienen un amor común por el futbol.

German soccer players cover their mouths

Pero después de la mala experiencia en Rusia, Alemania parecía no haber aprendido la lección y cayó ante Japón en su primer encuentro. Con la soga en el cuello enfrentó a España, a la que le sacó un empate de 1-1, en un duelo en el que estaba obligado a ganar pero que estuvo a punto de perder. En la última jornada de la fase de grupos, enfrentó a Costa Rica. Al igual de lo sucedido con Uruguay, los germanos no contaban con que Japón se iba a levantar de una desmoralizante derrota ante Costa Rica y que iba a vencer a España, tal como sucedio en Khalifa International Stadium.

"Soy una persona muy crítica y lo evaluaremos todo”, declaró después de la eliminación Flick, quien probablemente tendrá que prescindir de jugadores veteranos como Neuer, Muller y Mario Gotze en caso de que le permitan planear la campaña 2026. Otros jugadores como Muller, podrían haber visto su último torneo internacional con la camiseta del tetracampeón.

"Si ese fue mi último partido con Alemania, ha sido un tremendo placer, muchas gracias", declaró Muller, quien también añadió que tenía muchos compañeros talentosos, pero no especialistas en cada una de las posiciones.

La vieja guardia también criticó a los directivos del futbol aleman.

"Todos los cargos de la DFB deberían ser cuestionados, incluido el entrenador. Con este tipo de futbol no se llega muy lejos. Lo vemos en los equipos con menos talento que nosotros pero que nos dan problemas", dijo el exseleccionado Michael Ballack en Magenta TV.

La tóxica Bélgica

Belgium's Axel Witsel (6), Toby Alderweireld

Bélgica hace cuatro años avanzó a semifinales de Rusia 2018 al liquidar a Brasil de una forma en la que hizo ver a la Verdeamarelha como si fuera un equipo ordinario en una Copa del Mundo y no un cinco veces campeón del mundo. De la mano del delantero Romelu Lukaku, Kevin De Bruyne y Laurent Courtois, este equipo parecía llegar al momento que todo Bélgica había deseado: su consagración en una Copa del Mundo.

Pero una semifinal en la que pierden por la mínima diferencia ante los eventuales campeones Francia, hizo que su generación dorada se tornara en la eterna aspirante y que comenzara a caducar.

Y en este Mundial no solo dejó de ser candidata, sino que comenzó a ser tóxica.

El técnico de Bélgica Roberto Martínez abraza a Jeremy Doku
El técnico de Bélgica Roberto Martínez abraza a Jeremy Doku tras el empate 0-0 contra Croacia en el partido por el Grupo F del Mundial, el jueves 1 de diciembre de 2022, en Rayán, Qatar. (AP Foto/Thanassis Stavrakis) (Thanassis Stavrakis / Associated Press)

Después de vencer a Canadá por 1-0 en el debut de Qatar 2022, perdieron por 2-0 ante Marruecos. Tras ese descalabro, el equipo se vio sacudido por una extraña entrevista realizada por De Bruyne, en la que afirmaba que la plantilla de Roberto Martínez era "demasiado vieja" para ganar el Mundial. Desde luego, eso no le pareció a varios jugadores del seleccionado belga.

Sin embargo, De Bruyne quizá tenga algo de razón. En 2018, Eden Hazard estaba en su mejor forma y fue uno de los mejores jugadores en Rusia, además de que tenía a Lukaku, una garantía de gol. Martínez decidió mantener la experiencia de Hazard, Lukaku y Dries Mertens, ignorando al talento que parece pasar por un mejor momento, con hombres como Leandro Trossard y Romeo Lavia.

Tras el último partido de Bélgica, Lukaku pareció resumir todo el sentimiento belga cuando le dio un puñetazo al banquillo en señal de frustración y fue consolado por el seleccionador Thierry Henry tras el pitazo final de la eliminación.

Belgium's goalkeeper Thibaut Courtois,
El portero belga Thibaut Courtois, en el centro, y los jugadores reaccionan al final del partido del grupo F del Mundial entre Croacia y Bélgica en el estadio Ahmad Bin Ali en Al Rayyan, Qatar, el jueves 1 de diciembre de 2022. (AP Photo/Francisco Seco) (Francisco Seco / Associated Press)

Martínez, de 49 años, dijo que este iba a ser su último Mundial como entrenador del equipo belga. El director técnico había estado a cargo de los Diablos Rojos desde 2016, pero su contrato se terminaba al finalizar el contrato.

"Ha sido mi último partido con la selección, no puedo seguir", dijo Martínez en su rueda de prensa posterior al partido. "Es el momento de aceptar que es el último partido".

El conjunto belga, que llegó como tercero en el ránking de la FIFA previo al inicio del Mundial tendrá que buscar a un nuevo entrenador y cambiar la vieja guardia de un equipo que parece que expiró antes de llegar a Qatar.

Este artículo fue publicado por primera vez en Los Angeles Times en Español.