Maxi Rodríguez: “Pasan los años y todos me recuerdan qué felices fueron con ese gol a México”

DOHA, QATAR - APRIL 01: Maxi Rodriguez arrives prior to the FIFA World Cup Qatar 2022 Final Draw at the Doha Exhibition Center on April 01, 2022 in Doha, Qatar. (Photo by Shaun Botterill/Getty Images)
DOHA, QATAR - APRIL 01: Maxi Rodriguez arrives prior to the FIFA World Cup Qatar 2022 Final Draw at the Doha Exhibition Center on April 01, 2022 in Doha, Qatar. (Photo by Shaun Botterill/Getty Images) - Créditos: @Shaun Botterill

Alma tiene 12 años y Aitana, 10. No vivieron, en vivo y directo, la obra maestra de su padre. No habían nacido el 24 de junio de 2006, cuando el padre famoso, con un bombazo de zurda, selló el 2 a 1 contra México, en el tiempo suplementario de los octavos de final de la Copa del Mundo de Alemania. “Son fanáticas de la selección y de Newell’s. Tuvieron a quién salir (se ríe). Y se preguntan por qué hacen tanto revuelo por ese gol. No toman la dimensión de lo que es un Mundial. Esta vez, lo vamos a vivir en familia en Qatar. Yo, como hincha, porque yo soy hincha de la selección. Cuando jugaba, también era hincha. Lo vivo de esa manera. Ahora, sin esa presión…”, describe Maximiliano Rodríguez, de 41 años, convertido en un hombre de fútbol y negocios.

“Cada vez que me recuerdan ese gol, me emociono. La cabeza, el corazón, te llevan a ese momento. A lo que sucedió en el partido. Donde voy, siempre me recuerdan el golazo a México. Mis hijas nacieron después y se los tuve que mostrar en videos, esta obra de arte… Les cuento lo que nos estábamos jugando en ese partido, todo lo que pasaba. Pasan los años y todos me recuerdan qué felices fueron con ese gol a México…”, se emociona, a la distancia, Maxi Rodríguez que, en la antesala del Mundial, se convierte en un auténtico especialista de selección. De las emociones que despierta la selección.

Ese grito en Leipzig. Ese zurdazo. “Me hacen revivir ese momento. Es una sensación de adrenalina, es muy fuerte. Además, ganamos ese partido. Porque en ese momento, solo decís ‘qué lindo gol’, pero cuando van pasando los años, cada día es algo más grande. Además, fue elegido el gol del Mundial. En ese sentido, todo redondo”, se reconforta, en una charla con LA NACION.

-¿Hay algún punto en común entre el jugador y el hincha?

-Lo vivimos de una manera parecida. Nosotros (bueno, ellos, los chicos…) tenemos que estar tranquilos. Es difícil, porque te asalta la euforia. Hay que saber tomar decisiones dentro del campo de juego. Hay que pensar, ser rápido. Cuando sos jugador de selección, las decisiones deben pasar en milésimas de segundo. Hay que estar tranquilos, porque somos todos técnicos, todos saben lo que hay que hacer…

Maximiliano Rodríguez en su última etapa, como jugador de Newell's
Maximiliano Rodríguez en su última etapa, como jugador de Newell's - Créditos: @Fotobaires / Juan Jose Garcia

-¿Qué sienten, como lo viven los jugadores cuando falta tan poco? ¿Hay miedos… y no solo de lesionarse?

-Falta muy poco. Cuando está a punto de empezar el Mundial, la cabeza juega un papel fundamental. Porque te vienen los miedos, porque uno no se quiere lesionar. Quiere llegar de la mejor manera al Mundial, es el acontecimiento de toda una vida, nadie se lo quiere perder. Cuando te pones la camiseta de la selección argentina, es algo impagable. Lo puede contar cualquiera, pero cuando uno vive eso, el himno, la gente, que todo un país está pendiente de esos 90 minutos, son sensaciones únicas. Hay que estar muy concentrado.

-Algo que es imposible…

-Los días previos son difíciles de llevar. Pasan muchas cosas por la cabeza, no querés lesionarte, pero tenes que llegar en las mejores condiciones; entonces, hay que entrenarse a pleno. Es una mezcla de situaciones que son difíciles de controlar. La adrenalina está a flor de piel. A veces, cuesta dormir. Sobre todo, en clima Mundial, es decir, ya cuando estás en Qatar, por ejemplo. Llevas un montón de emociones, adrenalina, nerviosismo, hasta que jugas el primer partido. Ahí descargas todas las tensiones. Y después, hay que ganar, ganar, ganar.

Maxi Rodríguez y Sergio Romero, artífices del triunfo argentino en los penales contra Holanda en 2014.
Maxi Rodríguez y Sergio Romero, artífices del triunfo argentino en los penales contra Holanda en 2014.

-¿Sos un jugador de selección? ¿Te identificas más con la Argentina que con Newell’s?

-A mí me cuesta verme en esa situación, pero la gente te pone en ese lugar. Es admirable. Yo nunca jugué en un equipo de Buenos Aires ni en otro sitio del exterior, pero a dónde vas siempre te identifican como un jugador de selección. Es difícil llegar a ese lugar, es haber vestido tantas veces esa camiseta, haber jugado tantos mundiales. Es un orgullo. A mí me dicen que soy jugador de selección y me emociono. Es el termómetro de la gente. Me da orgullo, me da felicidad.

-Hace mucho que no existe esta efervescencia en la antesala de un Mundial.

-La Argentina es un país futbolero, es nuestra tradición. Siempre vamos a ir como candidatos, porque te lo hacen sentir también el resto de las selecciones. Después de la Copa América, con la solidez y confianza, la gente se embaló de una manera increíble. Ahora es cuando hay que estar tranquilos. La confianza y la unión de todo el país… todos queremos lo mismo, que la Argentina salga campeón.

-¿Otros candidatos?

Es difícil, porque a veces la pelota pega en el palo y se va afuera. Podes llegar de la mejor manera y después, en un partido no tuviste suerte y… son las cosas que tiene el fútbol. La Argentina es candidato, Francia y Brasil, también. Y siempre hay una sorpresa. Ese es mi podio.

-¿Crees que el grupo es tan importante como el juego del equipo? Se los ve fuertes, más unidos que otras veces…

-Yo creo que también la tecnología es importante. Cuando yo jugaba, en 2006 por ejemplo, no había tantas redes sociales, no transmitíamos todo. Era todo más íntimo. No nos exponíamos tanto. En todos los grupos que estuve hubo unión, con algunos sos amigo; es difícil ser amigo de todos.

-Hace mucho que la Argentina no se consagra campeón del mundo. ¿Hay alguna explicación?

-A veces, algo de suerte o no estar de la mejor manera para alcanzar el título tan deseado. En Brasil estuvimos cerca: en el fútbol se necesita una cuota de suerte. Un poco. A nosotros nos faltó eso, en 2014 fuimos de menos a más y no nos alcanzó. Tienen que alinearse los planetas. Espero que el país se una a partir del fútbol, es importante para todos, para la sociedad.

-El país atraviesa crisis crónicas; a veces creemos que el fútbol nos va a ayudar, en algún punto. Por ejemplo, a unirnos.

-El fútbol no va a ayudar a cambiar el país, pero esperemos que salga todo bien, que disfrutemos todos y que a raíz de un título empiecen a cambiar las cosas. Pero eso no quiere decir que el fútbol lo vaya a cambiar. Es darle una alegría a la Argentina. No hay que mezclar la política y el fútbol, la idea es tener una alegría.

Está ligado a la FIFA, se le abrieron muchas puertas en el fútbol internacional, sobre todo, en la etapa previa al Mundial. Trabajos puntuales con Liverpool, VISA y Telemundo, desde otro lado del mostrador. Una suerte de empresario, en diversos estamentos. Pero lo que más lo motiva es la educación. Lleva adelante un complejo formativo. La construcción está en plena etapa de desarrollo: un establecimiento dedicado al fútbol y a la educación, en Funes, a diez minutos de Rosario.

El recibimiento de Maxi Rodriguez, en la visita de Gimnasia a Rosario
foto histórica: el recibimiento de Maxi Rodriguez, en la visita de Gimnasia a Newell's, en Rosario - Créditos: @Marcelo Manera

“Dejé de lado las sensaciones del día a día. Había adrenalina, también, en los entrenamientos. Los viajes, las concentraciones, los mates con tu compañero de habitación. Todo eso quedó atrás, fueron lindos momentos, pero ya empecé una nueva etapa”, cuenta, sorprendido como aquel gol se convirtió en una obra arquitectónica, a partir de la iniciativa de VISA Masters of Movement. La joya de Maxi es una “jugada icónica transformada en arte digital”. Se asombra: “Es una combinación perfecta el fútbol y el arte. Y que todo se vea reflejado, es sorprendente”.

-Cuando terminó la Copa América, todos fueron a abrazar a Leo Messi. Ahora, en su último Mundial, el desafío no es sólo salir campeón, sino con Leo sobre el césped… El fútbol le debe…

-… sería cerrar su historia en la selección de la mejor manera. Sabemos que todo lo que empieza, se termina alguna vez. Sería ponerle un broche a la carrera de Leo, defendió la camiseta de la selección como nadie. Siempre quiso estar. Leo tiene la camiseta tatuada.