Que Max Verstappen gane una carrera con solidez es algo que ya no nos sorprende y es que con tan solo 24 años ya son 23 las victorias en su palmarés. No obstante, hacerlo con superioridad en un circuito que no se ha competido antes y habiéndose perdido gran parte de los entrenamientos libres es algo que no se ve todos los días. Una victoria que recorta puntos y golpea en el corazón del rival de forma muy dañina.

Y es que con Charles Leclerc saliendo en pole por tercera vez en cinco carreras, con Carlos Sainz al lado, difícilmente podíamos pensar en una carrera plácida para Verstappen. Lo normal sería pensar en una estrategia al ataque para intentar la machada, para superar al mejor equipo en estos momentos de la parrilla de Fórmula 1. Pero es que el neerlandés no ha necesitado ni un tercio de carrera para colocarse líder y empezar a tirar con un vuelta a vuelta inalcanzable para el resto. Ha sido un poco como lo que vivió Leclerc en Australia, siendo mejor haciéndolo 'fácil'.

Ya en la arrancada le ha hecho un exterior a Sainz de los que dejan huella y poco después cuando solo llevábamos nueve vueltas ha superado a Leclerc en la recta de meta para colocarse líder. Ha sabido gestionar mucho mejor la degradación que el monegasco, pero no podíamos pensar en que podría tirar con la goma gastada como lo ha hecho. No podríamos hacernos a la idea, pero es que él tampoco porque se perdió los libres 2. No hizo simulación de carrera. Por lo tanto, era un paradero desconocido para todos.

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Aún así era el que más ritmo tenía con diferencia. A la que Leclerc apretaba las tuercas, el actual campeón se las apañaba para rebajar el crono. Lo ha tenido en todo momento controlado. Prueba de ello es que antes de que saliera el Safety Car por el accidente entre Gasly y Norris en el giro 42, la distancia estaba cerca de los ocho segundos. Solo al final ha sufrido un poco más pero también ha sabido defenderse de las embestidas de Leclerc sin muchos problemas con vuelta rápida incluida con el duro ya muy gastado.

Perdiéndose los libres 2 más importantes de las últimas carreras ha sido tremendamente superior. En Ferrari lo tenían muy de cara, pero Max solito le ha dado la vuelta a la tortilla. La victoria de este domingo no son ocho puntos menos hacia el liderato. Es un golpe en la mesa de los que hacen daño. Es otra demostración que en igualdad de condiciones sigue siendo el más rápido de la parrilla y cuando el coche no está te salva los muebles. Habiéndose perdido dos carreras por fiabilidad está a solo 19 puntos de Leclerc, que ha cometido un solo error en todo el año. Todo lo que ha acabado lo ha ganado: tres carreras de domingo y la de sprint en Imola. Superioridad insultante.

Y el triunfo en Miami es otra puñalada parecida a la de Imola, porque en Italia Red Bull dio otro golpe con el doblete en casa de Ferrari. Están recuperando el terreno perdido y si los austriacos son capaces de vencer en Barcelona o en Mónaco ya será otro golpe moral de los que cuesta levantarse. Un Mundial que parecía controlado por los de Maranello está cogiendo aires similares a los de 2021. Y de ahí salió vencedor Verstappen, no lo olvidemos.

Vídeo | Max Verstappen - Campeón del Mundo 2021

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