Mauricio Pochettino llegará a un Chelsea irreconocible con respecto a su pobre temporada anterior

Mauricio Pochettino aún no formalizó su llegada a Chelsea, pero su trabajo de planificación para la temporada 2023/24 ya está en marcha. Pero lejos de pensar en posibles llegadas para darle forma al plantel que quiere, las prioridades del club londinense, que firmó una muy pobre campaña de Premier League donde finalizó duodécimo, son totalmente opuestas. Luego de dos mercados de pases de una enorme inversión que estuvo muy lejos de dar el efecto deseado, la necesidad del consorcio Clearlake Capital es de reducir considerablemente su plantel de ¡44! jugadores. Y no tiene un margen holgado de tiempo para hacerlo.

La clave está en los números. A pesar de que las pautas de fair play financiero (FFP) que impone la liga inglesa son mucho más holgadas que las de la UEFA (admite pérdidas de hasta 105 millones en un plazo de tres años, con algunos márgenes por inversión en el club por fuera de lo deportivo), el primer año de Clearlake a cargo del club ya lo dejó en una situación sumamente incómoda. En total se invirtieron más de 600 millones de euros en 16 incorporaciones, mientras que lo percibido por ventas resultó ser una fracción de esa cifra, y los ingresos perdidos al no entrar en ninguna competición continental obliga al club a deshacerse de varios jugadores antes del 30 de junio para cerrar el ciclo 2022/23 sin estar amenazado por recibir sanciones del máximo ente europeo.

Los primeros apuntados para salir del club resultaron ser varias de las figuras que formaron parte de aquel equipo que se consagró campeón de la Champions League en 2021, y que aún generan interés en la elite del fútbol europeo. La salida más próxima a cerrarse sería, justamente, la del autor del gol del triunfo en aquella final: Kai Havertz tendría acordada su llegada a Arsenal, rival citadino de los Blues, por 60 millones de libras más otras 5 en variables, luego de un paso en donde no estuvo a la altura de las elevadas expectativas que estaban puestas sobre él. Otro jugador clave de aquel título, Mateo Kovacic, está a punto de cerrar su llegada a Manchester City, el equipo vencido en esa definición, por tan solo 25 millones. En la otra vereda mancuniana se negocia la posible venta de Mason Mount, surgido de las inferiores del club pero que no quiere renovar su contrato; los Red Devils ofertaron 50 millones, pero Chelsea quiere más. Y el estadounidense Christian Pulisic también genera interés entre Bayern Munich y Juventus, sin continuidad en Londres.

Aún tratándose de varios jugadores que han sido clave en los últimos años, si se concretan todos estos movimientos a Chelsea le quedaría mucho por hacer para hacer cuadrar los números. Y estaría en una situación crítica, de no ser por la irrupción de Arabia Saudita en el mercado de pases. El Estado, a través de su fondo soberano y varias empresas públicas, se aseguró la compra de los dos principales clubes de las ciudades de Riyadh y Jeddah, y tienen pensado nutrir la Pro League de su país con múltiples jugadores de primer nivel provenientes del Viejo Continente. Cristiano Ronaldo fue el nombre que abrió las puertas, y le siguieron estrellas como Karim Benzema y Rúben Neves. Ahora, se espera que el cinco veces campeón de la Premier League provea a Medio Oriente una gran cantidad de jugadores que, de otro modo, habría sido muy incómodo deshacerse de ellos.

La primera de esas partidas no representa un valor en términos de venta, pero sí liberará mucho espacio en la masa salarial. N’Golo Kanté, líder del mediocampo del equipo, confirmó esta semana su pase como agente libre a Al Ittihad, donde será compañero de su compatriota Benzema. Su máximo rival, Al Hilal, está muy cerca de cerrar a Kalidou Koulibaly, defensor que el año pasado costó 45 millones pero no rindió como se esperaba; Chelsea podría recuperar cerca de 25 millones de su pase. Otro de los héroes de aquella Champions, el arquero Édouard Mendy, se sumaría a Al Ahli por 20 millones, luego de perder su lugar en el equipo en el último tiempo. Y el marroquí Hakim Ziyech, cuyo pase a PSG en enero se cayó por motivos insólitos, jugará junto a Cristiano Ronaldo en Al Nassr, adonde arribará por 10 millones. También se escucharían ofertas por Callum Hudson-Odoi, otro jugador de inferiores afectado por las lesiones que estuvo a préstamo en Bayer Leverkusen el último curso.

Si se llegan a concretar cada una de estas nueve bajas antes del fin de mes (y sumando también algunos préstamos para jugadores jóvenes como Cesare Casadei, Andrey Santos e Ian Maatsen), un escenario que se presenta muy posible, el plantel vería un “lavado de cara” casi completo: apenas cuatro jugadores -Thiago Silva, Reece James, César Azpilicueta y Ben Chilwell- sobrevivirían de los 11 titulares y 12 suplentes de la final en Portugal. Por otra parte, Clearlake podría comenzar a tener mucho más margen para armar un equipo mucho más manejable para Pochettino, con margen para ponerle su sello con algunas llegadas. Varias ya se materializaron: el lateral Malo Gusto y el delantero Christopher Nkunku ya oficializaron sus acuerdos, el senegalés Nicolas Jackson está muy cerca de firmar y continúa el interés por sumar un mediocampista, con Moisés Caicedo como principal apuntado. Pero todavía queda mucho trabajo por hacer.

Al no poder conformar rápidamente un equipo de trabajo una vez que se confirmó la adquisición del club, la cara visible de Clearlake, el norteamericano Todd Boehly, asumió de facto como director deportivo y máxima autoridad en materia de la conformación del plantel en junio de 2022. Aquella experiencia fue un golpe de realidad para el también dueño de Los Angeles Dodgers, franquicia de la Major League Baseball estadounidense, y tras el fracaso en aquel primer año, decidió ceder el control a Paul Winstanley, de experiencia previa en Brighton, y Christopher Vivell, proveniente de RB Leipzig. Este mercado será fundamental para darle al club londinense una visión de futuro que escaseó en el ciclo anterior, y ya se están dando los primeros pasos para corregir esos errores.