Masters 1000 de Cincinnati: Diego Schwartzman y Guido Pella se despidieron en los octavos de final

Diego Schwartzman cayó de manera inapelable ante Casper Ruud en Cincinnati
DYLAN BUELL

De manera concluyente, el Masters 1000 de Cincinnati se quedó sin representantes argentinos en singles en la jornada de octavos de final. Diego Schwartzman no pudo superar la barrera que significaba el noruego Casper Ruud, número 11 del mundo; tampoco lo consiguió Guido Pella, al que le tocó un adversario aún más complejo: el alemán Alexander Zverev, reciente campeón olimpico.

Pella, de regreso al circuito tras varias semanas de sinsabores que lo obligaron a detenerse en Wimbledon, y a cambiar de entrenador -volvió a trabajar con Fabián Blengino-, hizo lo que pudo ante Zverev. El número 5 del mundo trazó amplias diferencias en el primer parcial, con un ritmo de juego, una velocidad y una potencia que sobrepasaron al argentino, para imponerse por 6-2 y 6-3.

Guido Pella cayó de manera contundente ante Zverev, el número 5 del mundo
MATTHEW STOCKMAN


Guido Pella cayó de manera contundente ante Zverev, el número 5 del mundo (MATTHEW STOCKMAN/)

“Mucho más no se podía pedir. Enfrenté al mejor Zverev que me haya tocado. Intenté un par de cosas y por ahí no estuve lo fino que me hubiera gustado. Me encontré con un jugador al que de revés no se le puede jugar; tira muchos winners, saca muy fuerte, es difícil leerle el saque, viene con la confianza de ganar los Juegos Olímpicos... Hoy hubo una diferencia de nivel importante, pero igualmente para mí el balance de la semana es positivo porque les gané a dos rivales que me complicaban muchísimo”, expresó Pella en su análisis del encuentro.

Motivado en su vuelta al circuito, Pella jugará la semana próxima en Winston-Salem, antes del US Open
MATTHEW STOCKMAN


Motivado en su vuelta al circuito, Pella jugará la semana próxima en Winston-Salem, antes del US Open (MATTHEW STOCKMAN/)

EL zurdo, que jugará la semana próximas en Winston-Salem, el último torneo de preparación previo al US Open, le contó a LA NACION: “Voy a jugar todo lo que se pueda hasta fin de año. Esto es como arrancar de cero. Hoy, más allá de los partidos que gané, en los momentos importantes sentí que podía haber dado mucho más y no lo tuve, y eso te lo da el ritmo de competencia, y enfrentar a este tipo de rivales. Necesito tener la mayor competencia posible, sumar rodaje de partidos, por suerte hay bastantes torneos. También quiero dejar atrás las malas sensaciones de los encierros, eso me afectó mucho el rendimiento, y ahora que podemos estar más libres voy a tratar de aprovechar para reencontrarme con el tenis y mi mentalidad”.

Schwartzman tropezó con Ruud en los octavos de final sobre el cemento de Ohio
DYLAN BUELL


Schwartzman tropezó con Ruud en los octavos de final sobre el cemento de Ohio (DYLAN BUELL/)

En su caso, Schwartzman no pudo hacer frente a la consistencia de Ruud. El partido fue parejo hasta el 4-4 del primer set. El Peque consiguió en ese octavo game levantar dos break-points desde el 15-40, pero el noruego apretó de nuevo en el juego siguiente, quebró, e hilvanó cinco games en fila (del 4-4 al 6-4 y 3-0) para adueñarse del partido con tranquilidad, y sellarlo por 6-4 y 6-3, en menos de una hora y media de acción. Parejos en la cantidad de tiros ganadores (18 del europeo por 19 del argentino), la distancia estuvo en los errores no forzados: apenas 9 de Ruud, contra 20 del Peque.

“El balance de la semana es bueno, vengo subiendo en mi nivel, compitiendo cada vez mejor. Hay mucho trabajo que no se ve, pero que es el que te lleva a competir bien y a encontrar soluciones en los partidos difíciles. Lamentablemente la semana pasada tuve ese partido atípico que estaba match-point contra contra Bautista Agut, y si ganaba con cuartos de final hubiera sido una gira muy buena. Pero gané más partidos de los que pierdo es positivo. Falta un salto de calidad para ganarles a este tipo de jugadores, más allá de que Ruud hizo mucho mérito”, consideró Schwartzman.

“Hubo una clara diferencia a la hora de sacar. Sacó muy fuerte él, muy duro, rondando los 200 kilómetros por hora, y aparte viene con una confianza muy alta, ganando muchos partidos en todo el año, con cuatro o cinco títulos. Él sacó muy bien y yo devolví mal, no lo pude hacer bien hoy y eso va llevando el partido. Yo estuve prolijo con mi saque hasta el 4-5, y en ese momento la confianza que él tiene prevaleció; no dudó, estuvo muy fino, hizo jugadas muy buenas. Para mí, la diferencia estuvo en el saque y en que cometió muy pocos errores”, analizó el Peque en declaraciones a LA NACION.