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Massa viaja a Washington para sumarse a la visita de Alberto Fernández con una agenda propia

Sergio Massa se reunió con Georgieva en febrero pasado
Sergio Massa se reunió con Georgieva en febrero pasado - Créditos: @Twitter

NUEVA YORK.- El ministro de Economía, Sergio Massa, viajará esta noche a Estados Unidos para sumarse a la visita del presidente Alberto Fernández a la Casa Blanca. Aunque el motivo del viaje es la reunión con el mandatario norteamericano, Joe Biden, Massa preparaba una agenda propia en Washington, donde tiene previsto ver al presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Ilan Goldfajn, y a funcionarios norteamericanos, según fuentes oficiales. También es probable un encuentro con la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, aún por confirmar.

La visita oficial de Alberto Fernández a Washington y la agenda en paralelo de Massa llegan en la antesala de una reunión crítica del board del FMI, que debe decidir si aprueba o no el acuerdo del staff del organismo con el Gobierno y libera un nuevo giro por alrededor de 5300 millones de dólares, vitales para afrontar los pagos de la deuda con el organismo sin sumar más estrés a las reservas del Banco Central.

Las señales de respaldo y sintonía con la Casa Blanca y la eventual aprobación del board del Fondo a los últimos cambios en el plan económico brindarán una bocada de oxígeno político a un Gobierno que intenta evitar un derrumbe mayor de la economía antes de las elecciones presidenciales, en las cuales se definirá el rumbo futuro del país. El nuevo acuerdo incluyó una flexibilización de las metas de reservas, pero mantuvo intacto el objetivo de bajar el déficit fiscal al 1,9% del producto bruto interno, un nivel ya prácticamente inalcanzable, según economistas.

El impacto de la sequía y la fragilidad de la economía argentina serán dos realidades que acompañarán cada uno de los pasos del presidente Alberto Fernández y de Massa en Washington. Estados Unidos ha tenido hasta ahora una enorme predisposición a ayudar a la Argentina a sostener una precaria estabilidad, y nada indica que eso vaya a cambiar. El gobierno de Biden ha sido un pilar clave para la Argentina en las negociaciones con el Fondo, donde cualquier respaldo debe tener la bendición de las potencias del G7. El staff del FMI ha pedido en reiteradas oportunidades políticas “más sólidas” o “estrictas y consistentes”, pero en el organismo no han tenido más remedio que ajustarse a las limitaciones políticas en el país para poner en marcha un plan de estabilización más amplio y profundo.

El contexto económico de la Argentina es mucho más delicado que la última vez que Massa visitó Estados Unidos, a fines del año anterior, para la reunión anual del Fondo y el Banco Mundial. Por ese entonces, en el Ministerio de Economía celebraban que la inflación había comenzado a disminuir luego del fogonazo que sufrió con la traumática renuncia de Martín Guzmán. Ahora la inflación no solo ha vuelto a subir, sino que ya superó el 100% anual y ha comenzado a moverse en niveles similares a los que tenía a mediados del año anterior.

Ante el azote de la sequía y la debilidad de la economía, el Fondo ha pedido sin hacer mucho ruido un marco de políticas más firme. Pero el Gobierno apuesta a la flexibilidad del Fondo para llevar la economía entre algodones, una estrategia que los críticos del oficialismo han bautizado “Plan Llegar”.