Maryna Zanevska, la tenista belga-ucraniana que se puso a llorar al escuchar una sirena durante un partido y le recordó a la guerra en su país

La tenista belga-ucraniana Maryna Zanevska se echó a llorar al escuchar una sirena durante un partido en Francia: "Mi corazón latía a 200 por hora"
La tenista belga-ucraniana Maryna Zanevska se echó a llorar al escuchar una sirena durante un partido en Francia: "Mi corazón latía a 200 por hora"

La invasión bélica rusa en Ucrania, que comenzó a gran escala en febrero del año pasado, sigue provocando daños periféricos más allá de los directos, sobre el terreno del país. El deporte también vive sus consecuencias, claro, con los deportistas rusos y bielorrusos que son castigados por los organismos internacionales u observados de reojo, y con los ucranianos sufriendo por lo que ocurre en sus lugares de origen. En el tenis, donde se repiten los capítulos de enemistades entre los jugadores, se vivió un nuevo y triste episodio durante un certamen femenino en Saint-Malo, Francia.

La tenista Maryna Zanevska, 75a del ranking mundial, nacida en Odessa (la ciudad portuaria de Ucrania, un punto clave en la guerra), pero nacionalizada belga, se quebró emocionalmente durante un partido de la segunda ronda del WTA 125 de Saint-Malo que estaba dominando. Luego de ganar por 6-2 el primer set ante la estadounidense Katie Volynets (103°), se sentó en su banco para el descanso reglamentario cuando, de repente, empezó a sonar una fortísima sirena. En una reacción inmediata, Zanevska inclinó su cuerpo hacia adelante y se tapó los oídos, afectada por el sonido. Tras intercambiar algunas palabras con el juez de silla Nikola Srecec, se puso de pie y siguió jugando: perdió los siguientes dos parciales (6-4 y 7-5) y, por ende, el partido.

A los 40 minutos del video publicado, en el extremo izquierdo de la imagen, se puede ver cómo Zanevska, que está sentada en el asiento más alejado del video (visualmente detrás de la posición del umpire), no está segura de lo que está sucediendo y luego se agarra la cabeza.

Más tarde, en su cuenta de Instagram, la tenista (ganadora de un título y ubicada en el puesto 62° del mundo el año pasado) explicó el incidente con más detalle. “Tuve sentimientos extraños durante mi partido después de ganar el primer set. No tenía idea de por qué, pero sonó la alarma. Puede que hayan sido sólo 20 segundos, pero pareció una eternidad. Empecé a llorar mucho y no podía parar. No he estado en Ucrania desde el 24 de febrero [el día que comenzó la invasión del gobierno ruso] y nunca había experimentado tal alarma, pero realmente fue un sonido lo que me disparó. Mi frecuencia cardíaca fue de 200 por hora. Normalmente piso una cancha de tenis para evitar mis problemas, pero esta vez golpeó fuerte”, confesó la tenista nacida en Ucrania y que tomó la ciudadanía belga en 2016.

Desde los 40m, la sirena y el sufrimiento de Zanevska

En marzo del año pasado, Zanevska se casó en Las Vegas en una ceremonia privada a la que no pudieron asistir los miembros de su familia, atrapados en Ucrania. “Se suponía que íbamos a casarnos en Ucrania. Es aterrador escribirlo, pero debido a la guerra en mi país de origen, definitivamente no es el momento para celebrar y festejar. Me he dado cuenta en las últimas dos semanas que nada es más importante que la paz, la familia, el amor (...) ¡Rezo para que la guerra termine en Ucrania y podamos ver a mi familia nuevamente y celebrar la paz y el momento especial de nuestra vida!”, escribió la jugadora en Instagram.

Hace un tiempo, la propia Zanevska había lamentado: “Es triste que algunos jugadores aplaudan la guerra”. Más allá de esa sentencia, la mayoría de los tenistas, incluso rusos y bielorrusos, hasta aquí se manifestaron en contra de la actitud del Kremlin. El domingo se produjo un hecho incómodo en el WTA 1000 de Madrid, cuando la ucraniana Lesia Tsurenko se negó a saludar a la rusa Daria Kasatkina, pese a que es una de las pocas atletas que desde el primer momento se animó a manifestarse públicamente en contra de la invasión bélica de su país a Ucrania.