Marcelo Bielsa, el DT que se traicionaría a sí mismo si acepta dirigir a la Selección Mexicana

Marcelo Bielsa y las muestras de admiración que le profesaron en Leeds tras alejarse del cargo de entrenador del equipo inglés en marzo de 2022. (James Williamson - AMA/Getty Images)
Marcelo Bielsa y las muestras de admiración que le profesaron en Leeds tras alejarse del cargo de entrenador del equipo inglés en marzo de 2022. (James Williamson - AMA/Getty Images)

Sería un sueño tener a Marcelo Bielsa en el futbol mexicano. Lo ha sido durante mucho tiempo. Según ha informado el periodista David Faitelson, el Loco es el candidato número uno para llegar a la Selección Mexicana. La noticia ha caído como una bomba en estos días en los que el deslucido balompié nacional apenas y atrapa la atención.

Parece que los tiempos casi siempre se acomodan para que Bielsa sea candidato al Tri cada vez que no hay entrenador. Es el amor platónico de la Federación Mexicana. Los directivos ya hicieron todo por traerlo en dos etapas diferentes. Primero en 2013, cuando el boleto al Mundial de Brasil estaba en riesgo, y luego en 2015, cuando Miguel Herrera dejó a la Selección huérfana con su agresión al comentarista Christian Martinoli.

En ninguna de las dos ocasiones pasó. Bielsa no eligió al Tri. Años atrás, según contó el periodista uruguayo Jorge Ramos, Chivas buscó al entrenador rosarino. La entrevista entregó dos conclusiones reveladoras: Bielsa lo sabía todo del Guadalajara. En cambio, Jorge Vergara, dueño del Rebaño, ni siquiera sabía por qué quería contratar a Bielsa. Y eso es más o menos lo que pasa ahora, o siempre que la Selección ve en Bielsa a un potencial entrenador.

De acuerdo con la información de Faitelson soltada en el programa Futbol Picante, la Federación ha establecido una serie de puntos a seguir en el siguiente proceso. El entrenador que llegue no deberá contar con un cuerpo técnico abultado —como fue el caso de Gerardo Martino—, tendrá que vivir de manera permanente en la Ciudad de México, y deberá incluir en su equipo de trabajo a Jaime Lozano o Rafael Márquez, pensando en que alguno de los dos pueda ser seleccionador en el futuro. Además, según lo informado por Faitelson, se tiene pensando formar un consejo de asesores integrado por gente como José Manuel de la Torre, Hugo Sánchez, Vucetich, Mejía Barón, entre otros.

Más allá de esos lineamientos, y su viabilidad o inviabilidad, es una utopía pensar en Bielsa. Es algo que, en condiciones normales, no tendría que pasar. Y si pasa, solamente podría significar que Marcelo Bielsa se traicionó. Cuando invitas a alguien a tu casa, al menos te debes tomar la molestia de limpiar y tener una ambiente presentable. ¿Cómo entender que Bielsa pueda venir al futbol mexicano en este momento histórico, cuando se ejercen prácticas anticompetitivas que deberían ruborizar a todos los directivos?

En 2010, Bielsa se quejó del Draft de transferencias del futbol mexicano (que por fortuna fue abolido hace cuatro años), al considerar que era "denigrante" y la máxima evidencia de la cosificación del jugador de futbol, visto como una mercancía que sólo debía servir al empleador. Hoy ya no hay draft, pero tampoco existen ascensos ni descensos, dos mecanismos de competencia elementales en cualquier lugar del mundo.

Y hay otras cosas intactas, como los partidos irrelevantes en Estados Unidos de la Selección Mexicana, cuyo único fin es recolectar millones (y funcionan muy bien para eso), en detrimento de partidos útiles. ¿A ese futbol mexicano es al que vendría Marcelo Bielsa? Aquí, donde los equipos de la Liga MX, cuna de los recursos humanos, pueden pagar una multa y quitarse de la espalda el fantasma del descenso.

El futbol mexicano no merece a Bielsa. Esa es la realidad. Basta con ver los comentarios de algunos supuestos analistas: ya desacreditan a Bielsa por "nunca haber ganado nada" o no haber ganado nada años recientes (porque la Selección Mexicana es super exitosa y lo ha ganado todo en los últimos tiempos, claro). No quieren a Bielsa, pero ven con buenos ojos a Miguel Herrera. Ahí se resume todo. Eso es lo que merece un futbol que destila mediocridad y hace todo lo posible para que los resultados deportivos sean grises, y con una tendencia reciente a la oscuridad. Bielsa como entrenador del Tri sería una excelente noticia, si no fuera porque eso implicaría que al aceptar el cargo se traicionaría a sí mismo.

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