Luton - Coventry City: un romántico duelo de otras épocas para definir el último ascenso a la Premier League

Tom Lockyer, de Luton, y Viktor Gyokeres, de Coventry City, dialogan durante el partido que sostuvieron en febrero último; ahora, volverán a verse las caras en Wembley, pero por el ascenso a la Premier League
Tom Lockyer, de Luton, y Viktor Gyokeres, de Coventry City, dialogan durante el partido que sostuvieron en febrero último; ahora, volverán a verse las caras en Wembley, pero por el ascenso a la Premier League - Créditos: @Barrington Coombs - PA Images

“El del sábado será un partido para románticos”. Los medios ingleses no consideran a Mark Robins, el entrenador del Coventry City, como un hombre demasiado sensible, y por eso llamó tanto la atención que rompiera el molde a la hora de calificar el encuentro que este sábado, a las 12.45 de la Argentina (televisa Star+), en el estadio de Wembley, su equipo disputará ante el Luton Town para decidir el tercer ascenso de la temporada a la Premier League. Aunque nadie le discute ni la oportunidad ni la certeza de su apreciación.

La final de los play-off de promoción cruzará a dos outsiders que a principios de temporada no aparecía en los cálculos de ninguna casa de apuestas. Sin embargo, más de 70.000 hinchas repartidos casi por partes iguales coparán el templo mayor del fútbol británico para asistir a una final tan inesperada como emotiva entre dos instituciones que, más allá de sus diferencias, comparten varios puntos en común a lo largo de una extensísima historia iniciada en la década de 1880.

Una escena del partido entre Coventry City y Luton, de febrero último
Una escena del partido entre Coventry City y Luton, de febrero último - Créditos: @Barrington Coombs - PA Images

Punto 1. Demasiado tiempo lejos de los grandes escenarios

1992 fue el año de la gran transformación en la organización del fútbol inglés. En esa temporada se disputó el último de torneo de Primera División para dar paso a la hiperprofesionalizada Premier League que hoy conocemos. El Luton llegó como colista a la fecha de cierre de aquel torneo, cayó por 2 a 1 ante el ya descendido Notts County y perdió la categoría. Aquella experiencia, hace ya 31 años, fue la última entre los grandes de los hatters (sombrereros), equipo representativo de una ciudad situada a 50 kilómetros de Londres, que en el siglo XVII se destacaba por la producción de sombreros y en la actualidad es conocida en Europa por poseer un aeropuerto donde aterrizan los vuelos de las principales aerolíneas low-cost del continente.

La derrota privó al Luton de estar en el grupo reconocido como fundadores de la Premier que sí integra el Coventry, club de una ciudad ubicada a 30 kilómetros de Birmingham, en las Midlands Occidentales. Los sky blues (azul cielo), así llamados por la indumentaria totalmente celeste que el club adoptó en 1961, también perdieron el último encuentro del campeonato de 1992. Fue un 2-0 ante el Aston Villa, su rival clásico, y si el Luton hubiese ganado su partido el traspié habría sido aún más humillante, porque en ese caso el descendido hubiera sido el Coventry y la historia posterior no sería la misma.

La milagrosa salvación le brindó al conjunto celeste casi una década más de permanencia en Primera. Descendería en 2001, “apenas” 22 años atrás, y tampoco volvería a subir.

Festejo de gol de Coventry City
Festejo de gol de Coventry City

Punto 2. La caída a los infiernos

Ni Coventry City ni Luton Town han sido nunca coleccionistas de títulos. Hay que rebuscar de manera profunda en el currículum vitae de ambos para encontrar motivos de grandes celebraciones. El conjunto de las Midlands Occidentales tuvo su único gran festejo en 1987, cuando se quedó con la FA Cup tras vencer 3-2 en el alargue al Tottenham Hotspur. A los del sur del país les llegaría el turno un año más tarde, al ganarle al Arsenal la Copa de la Liga también por 3-2 y con un gol en el último minuto.

Fuera de esto, unos y otros solo pueden enseñar conquistas menores en categorías de ascenso. En cambio, los dos tienen un abundante material de tropiezos y malos tragos, algunos llamativamente cercanos en el tiempo.

Aunque cueste creerlo, en 2014 el Luton Town jugaba en la Conference League, categoría semiprofesional equivalente a nuestra Primera D. Su progresivo derrumbe comenzó en 1996, con el club acuciado por problemas económicos y el primer descenso a la League One (tercera división). Pareció salvar el bache con un regreso transitorio a Championship en 2005, pero a partir de 2007 la cuesta abajo fue vertiginosa. En 2007 una pésima campaña devolvió al equipo a Tercera; al año siguiente una sanción de 10 puntos por impago de deudas desembocó en la caída a la League Two (Cuarta); y en 2009 la Federación le aplicó al club la mayor pena de la historia del fútbol inglés: 30 puntos de descuento. La consecuencia fue el destierro a la quinta división nacional.

El loco festejo de Tom Lockyer, una de las figuras de Luton
El loco festejo de Tom Lockyer, una de las figuras de Luton

El retorno al punto de partida fue un auténtico calvario. Cinco temporadas con tres finales perdidas en el camino hasta recuperar la League Two y otros cuatro años para subir el siguiente peldaño. El paso de la League One a Championship fue en cambio inmediato y en 2019 los hatters regresaron a Segunda.

La travesía del Coventry fue parecida. Tras varios cambios de dueño y una situación financiera asfixiante, el equipo bajó a Tercera en 2012 y ya con Mark Robins como técnico descendió a la cuarta categoría en 2017. El propio Robins fue el artífice de la remontada. Los sky blues regresaron a Tercera en 2019, y cuando lideraban la tabla en 2020 la pandemia detuvo el torneo. El 9 de junio de ese año, la Federación suspendió definitivamente el certamen con las posiciones tal como estaban y así el Coventry recuperó su lugar en Championship.

Punto 3. Estadios con historia

Gary Sweet, el director ejecutivo del Luton Town, lo admite sin tapujos: “Nuestro estadio fue construido en 1905 y la verdad es que no ha cambiado demasiado durante todo este tiempo”. Kenilworth Road es, sin duda, uno de los campos más peculiares del fútbol inglés. Tanto que la entrada para el público visitante debe realizarse cruzando los jardines traseros de las casas vecinas. Con capacidad actual para 10.000 personas, el club sabe que si asciende tendrá que levantar una nueva grada en tres meses para adaptarse a las exigencias de la Premier. “Eso nos costará entre 8 y 10 millones de libras (10-12 millones de dólares), una tarea más gigantesca que construir el estadio nuevo”. La futura sede de los hatters ya está aprobada. Será en el centro de la ciudad, tendrá 23.000 localidades, demandará un gasto de 120 millones de dólares y estaría terminada quizás para la temporada 2025/26.

Luton celebra un gol
Luton celebra un gol

En la vereda de enfrente, el Coventry lleva casi 20 años de idas y vueltas con su campo de juego. Highfield Road, su viejo estadio, cerró sus puertas en 2005 para mudarse a Foleshill, pero la flamante casa nunca le perteneció al club, que debió discutir su alquiler con sus sucesivos dueños, lo que originó desacuerdos y disgustos. Así, en la temporada 2013/14 debió mudarse al pequeño estadio Sixfields, a 55 kilómetros de la ciudad; debió repetir la experiencia entre 2018 y 2021, jugando como local en la cancha del Birmingham; y en el presente campeonato tuvo que solicitar la postergación de sus tres primeros partidos en casa hasta cerrar un convenio que le permitiera por fin volver al ahora llamado CBS Arena.

Punto 4. Pocos goles con diferentes estilos

Con tanto pasado en sus mochilas, Luton Town y Coventry City llegaron a Wembley por sendas diferentes. Los hatters, terceros en el campeonato, son un equipo que de algún modo responde a la vieja tradición del fútbol inglés. Comenzó el torneo con Nathan Jones, un técnico histórico de la casa, que dirigió el plantel hasta marcharse al Southampton en la fecha 19, y lo termina con Rob Edwards, que había iniciado la liga en el Watford, pero la línea de juego apenas sufrió modificaciones. Al Luton le interesa poco la posesión, pero es voraz en la presión en campo rival cuando pierde la pelota. Sus ataques son directos, casi siempre por las bandas donde los laterales Cody Drameh y Alfie Doughty lanzan los centros buscan las potentes cabezas de Carlton Morris (1,85 metros) y Elijah Adebajo (1,93).

El Coventry es otra cosa. Mucho más trabajado y aggiornado a los nuevos paradigmas, Mark Robins plantea el juego a partir del control de la pelota para que el talento de Gustavo Hamer -holandés nacido en Brasil- y Ben Sheaf alimenten al goleador, el sueco Viktor Gyökeres.

Sin embargo, tampoco en este apartado falta el factor que unifica a los dos equipos: en esta ocasión, la escasez de efectividad. Luton suma 60 tantos en la temporada y Coventry uno menos, muy lejos de los 87 del Burnley o los 73 del Sheffield United, los conjuntos que ocuparon las plazas de ascenso directo.

Los antecedentes durante el año indican dos empates en los encuentros disputados entre sí. Esta vez, nada menos que en el templo de Wembley y ante más de 70.000 apasionados hinchas, será la definitiva. Un duelo con aire romántico entre clubes de otras épocas y un final asegurado: en la próxima temporada, la Premier League tendrá un invitado inesperado, un comensal que hace mucho, mucho tiempo no se sienta a la gran mesa del fútbol inglés.