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Entre el luto y la violencia, Boca venció a Quilmes por 3 a 2 al ritmo de sus chicos y avanzó a las semifinales de la Copa Argentina

Gonzalo Morales ya marcó su primer gol en la máxima división y lo celebra con otro "canterano", Gabriel Aranda; Boca terminó el partido contra Quilmes con nueve jugadores de sus divisiones inferiores y es semifinalista por la Copa Argentina.
Gonzalo Morales ya marcó su primer gol en la máxima división y lo celebra con otro "canterano", Gabriel Aranda; Boca terminó el partido contra Quilmes con nueve jugadores de sus divisiones inferiores y es semifinalista por la Copa Argentina. - Créditos: @LA NACION/Marcelo Aguilar

Entre la muerte de una hincha de Boca que viajaba en micro para alentar a su equipo y la violencia iniciada por un reducido grupo de hinchas de Quilmes, que rompió un vallado, butacas y estructura de la tribuna para atacar a plateístas xeneizes (hubo 18 minutos de interrupción), en Mendoza se jugó un partido de fútbol.

Y Boca dio otro paso. Semana tras semana y partido tras partido, el equipo xeneize edifica su solidez con el alivio que siempre generan los resultados positivos. Como el 3 a 2 que aportó la clasificación para las semifinales de la Copa Argentina.

Quilmes planteó un partido de ida y vuelta, tan intenso como riesgoso. Al punto de que, a los 4 minutos, Julián Bonetto recibió el balón fuera del área y con un zurdazo clavó la pelota en un ángulo, para un inesperado 1 a 0 en el Malvinas Argentinas.

El golazo de Julián Bonetto

Y en esa primera etapa el equipo conducido por Walter Coyette desnudó graves falencias en la defensa xeneize: desacoples, demasiados espacios y desatenciones. Quedó evidenciado en las estadísticas: en esos 45 minutos iniciales, Quilmes pisó el área ajena en ocho ocasiones y realizó 10 remates, de los cuales cuatro fueron efectivos al arco. En algunos casos chocó con Javier García, y en otras falló en su puntería por poco.

Aquel tanto inicial bajó la efervescencia que se vivía en el estadio mendocino, que había estallado de júbilo cuando desde La Rioja llegó la noticia referida a la eliminación de River a manos de Patronato por penales en otro cuarto de final. El hipotético superclásico en una semifinal se desvaneció pronto. Tres minutos después del gol cervecero, Darío Benedetto ratificó su reencuentro con la red. Luego de una llamativa sequía, marcó tres goles en los últimos cuatro partidos.

El tanto de Darío Benedetto

La apuesta de Ibarra de jugar con dos centrodelanteros terminó rindiendo frutos. Porque a los 34, en el mejor momento de Quilmes, Agustín Sandez activó el modo Fabra, desbordó por la izquierda, levantó dos veces la vista y le sirvió en bandeja un centro al chico Gonzalo Morales, que en su primer partido como titular celebró su estreno en la red, con lágrimas.

El tanto de Gonzalo Morales

El juvenil número 31 que ha debutado en la gestión de Román Riquelme como vicepresidente nació en Córdoba hace 19 años y fue aceptado por Boca para la novena división. En la primera se había estrenado el último viernes, como suplente en el 1-0 sobre Godoy Cruz en el mismo estadio.

En el segundo tiempo del encuentro con Quilmes, la diferencia de jerarquía selló el desarrollo. Boca ajustó las clavijas en su zona defensiva y a Quilmes se le hizo muy difícil sostener el ritmo de la primera parte. Eso le simplificó las cosas al equipo xeneize, que más allá del descuento de Mariano Pavone logró el pase a las semifinales de un torneo que lo tiene como campeón vigente.

El Boca de los pibes volvió a dar la talla. Luca Langoni reemplazó a Benedetto y el conjunto azul y oro terminó con nueve futbolistas de su semillero: Javier García, Marcelo Weigandt, Facundo Roncaglia, Gabriel Aranda, Nahuel Genez, “Pol” Fernández, Cristian Medina, Morales y Langoni.

El tanto de Luca Langoni

Lo del Nº 41 es sorprendente. La primera pelota que tocó concluyó en la red. Fue su quinto gol en 12 partidos oficiales, con un detalle que magnifica su tarea como artillero: Langoni pateó apenas siete veces al arco.

¿Qué le genera a Boca estar otra vez cerca de levantar la Copa Argentina? Por un lado, una suerte de déjà vu: en la próxima instancia (muy posiblemente el miércoles 19 de octubre) se enfrentará con Patronato (como en los cuartos de final de 2021), y en el horizonte aparece Talleres, al que derrotó en la definición anterior, o Banfield, su vencido en el desenlace por la Copa Diego Maradona, también el año pasado.

El descuento de Mariano Pavone

Por el otro, le reporta un envión anímico. Que también juega su papel, porque sin River ni Independiente en el horizonte, la posibilidad de bicampeonato en la Copa Argentina parece crecer.

Al mismo tiempo, este nuevo éxito se enhebra con los muy buenos resultados recientes. De los últimos 12 compromisos, Boca ganó 9 y empató 3. Con el plus de que recibió apenas 5 goles y mantuvo invicta su valla en 8 ocasiones.

La violencia de los hinchas de Quilmes