Luka Doncic será el mejor jugador del mundo... pero todavía no

Luka Doncic celebra una canasta durante su exhibición ante Francia en el Eurobasket. (Photo by Alexander Scheuber/Getty Images)
Luka Doncic celebra una canasta durante su exhibición ante Francia en el Eurobasket. (Photo by Alexander Scheuber/Getty Images)

El veranito de Luka Doncic (Liubliana, Eslovenia, 1999) está siendo de traca, para enmarcar. El esloveno está dando una exhibición detrás de otra en el Eurobasket, incluida una auténtica barbaridad de 47 puntos ante Francia, ante la intimidante y poderosa Francia. Hace ya tiempo que dejó de ser el futuro del baloncesto para convertirse en el presente, y no son pocos ya los que le señalan como el mejor jugador del mundo. Pero las prisas no son buenas consejeras y es mejor disfrutar del momento porque la estrella de los Mavs será el mejor del planeta con toda seguridad, pero no corramos.

Frente a los galos firmó la mayor anotación de un Campeonato de Europa ‘moderno’, en los últimos 65 años, por delante de los 46 puntos de Nikos Galis en 1983, y la segunda mayor de la historia, por detrás de los 63 tantos de Eddy Terrace en 1957. Canastas para todos los gustos y de todos los colores. Se le caían los puntos de las manos. Uno de esos partidos en los que tiras por tirar y el balón entra porque el aro es una piscina, pero olímpica, no de esas hinchables que se ponen en los jardines. Una superioridad insultante, rozando casi lo vergonzoso.

Viendo jugar a Doncic, uno tiene la impresión de que es un adulto (bastante grande, por cierto) enfrentándose a niños. Parece que eres tú mismo haciendo lo que te da la gana contra tu sobrino el pequeño en una canasta de minibasket. Te puede gustar más o menos su estilo, pero es imposible no rendirte ante una evidencia que te lleva a decir “este tío es muy bueno”. Exacto, muy bueno, pero todavía (insisto, TODAVÍA) no el mejor del mundo.

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Las actuaciones de fuegos de artificio y pirotecnia de Luka Doncic hacen que exhibiciones de otras estrellas de este Eurobasket pasen prácticamente desapercibidas cuando en realidad también son auténtica burradas. Me refiero a actuaciones impresionantes de Giannis Antetokounmpo y Nikola Jokic. No me escondo. Dos jugadores que han ganado el premio de MVP de la NBA por partida doble respectivamente.

Las comparaciones son odiosas y, muchas veces, injustas. En bastantes ocasiones, las virtudes de unos eclipsan y hacen de menos las de otros, cuando en realidad son cosas distintas. Pero intentando usar la cabeza y con los pies en el suelo (después de haber saltado del sofá con alguna que otra jugada de Luka) no está de más decir que Doncic tiene que hacer todavía algún mérito más para ser el mejor del mundo.

Sin usar un argumento tan insostenible como el de que Michael Jordan es el mejor de la historia porque tiene más anillos de campeón de la NBA que Kobe Bryant o LeBron James (pero menos que, por ejemplo, Robert Horry), sí es cierto que Doncic tiene que adornar sus vitrinas con algún que otro premio individual de peso antes de tener todo lo necesario para ser el mejor del mundo.

Luka Doncic firmó una actuación de 47 puntos contra Francia, la segunda más alta de la historia del Eurobasket y la mayor en los últimos 65 años. (Photo by Alexander Scheuber/Getty Images)
Luka Doncic firmó una actuación de 47 puntos contra Francia, la segunda más alta de la historia del Eurobasket y la mayor en los últimos 65 años. (Photo by Alexander Scheuber/Getty Images)

Volviendo al caso de Giannis Antetokounmpo, el griego tiene un palmarés en el que sale un título de la NBA, dos MVP de la temporada, un MVP de las Finales, un MVP del All-Star Game, un premio de Defensor del Año… Su cosecha de galardones en 2020 y 2021 fue espectacular. Y ahí es donde quería llegar. Hoy por hoy, Doncic está a un nivel simplemente impresionante. No me atrevería a decir que por encima del que está mostrando el ‘Greek Freak’ (recordad: 41 puntos en 27 minutos contra Ucrania), pero la temporada 2022-23 le va a poner en su sitio, o mejor dicho, le va a poner en una posición privilegiada para demostrar que es el mejor del mundo. El título con los Dallas Mavericks es extremadamente improbable, pero dudo que haya un jugador en toda la NBA que aparezca en las apuestas de más premios individuales que el esloveno.

Luka, queremos el MVP de la temporada, el MVP del All-Star, el Quinteto Ideal, el de máximo anotador, el de… Todos los que puedas. Y entonces todas estas joyas para el recuerdo del Eurobasket habrán sido los escalones por los que subir al trono del baloncesto mundial. El trono que muchos se empeñan en otorgarle de forma apresurada a un ‘chaval’ de 23 años con toda una vida deportiva por delante, en la que, con toda seguridad y si le gustasen las rancheras, podrá cantar hasta la saciedad eso de “y es que sigo siendo el rey”.

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