Luis Enrique llena de munición a los que le acusan de antimadridista

Luis Enrique es un personaje polarizador. Blanco o negro. Amor u odio. Resulta muy difícil que deje a nadie indiferente. Lo era como futbolista, especialmente tras su fuga del Real Madrid al Fútbol Club Barcelona, donde consiguió convertirse en todo un símbolo por su entrega en el terreno de juego, y lo sigue siendo como entrenador. Sus convocatorias al frente de la selección española suelen ser motivo de controversia. Una situación que ni siquiera el excelente papel de la Roja en la última Eurocopa, en la que fue eliminada por penaltis en semifinales por Italia, a la postre campeones del torneo, ha podido tamizar.

Si acaso, la tensión ha ido a más. Da igual que, aunque haya habido tropiezos y sustos, que los ha habido, todo esté en orden. No importa que España encabece su grupo de clasificación para el próximo Mundial o que ahora vaya a jugar la semifinales de la Liga de Naciones. Cada comparecencia, cada decisión es una guerra.

Hay quien puede achacar al entorno madridista de estar esperándole con la guadaña a cada paso. Pero lo cierto es que este es un conflicto bidireccional. Si en un lado hay fuego, Luis Enrique responde con gasolina. La mejor muestra es, sin duda, la última convocatoria. Se trataba de una lista complicada, torpedeada por las numerosas bajas por lesión ente los más habituales. ¿La respuesta del seleccionador? Llamar a Gavi, canterano azulgrana de 17 años con apenas seis partidos disputados con el primer equipo. Ante la duda, Lucho siempre mira hacia el mismo lado.

¿Es sensato llamar a un jugador sin apenas experiencia profesional para la selección absoluta? El técnico lo justifica así: "Podría ser pronto pero lo que es peligroso es arriesgar con jóvenes que crees que no tienen el nivel necesario y que los expones. Conociéndole como le conozco desde hace años y viéndole como ha competido cuatro ratitos, no tengo ninguna duda de que va a ser un jugador importante en el Barcelona y la selección".

De hecho, va más allá y, por si había dudas, ya ha asegurado que será titular frente a Italia. "Me motiva a traerlo antes de tiempo pero va a jugar de titular ante Italia, depende lo que vea entrenando. La edad no es importante, lo que veo me gusta mucho y quiero verlo en contexto selección y si es capaz de asimilar lo que consideramos importante para jugar. Como rendimiento hay garantía de que está más que preparado", ha dicho.

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La clave, probablemente, esté en aquello de "le conozco desde hace años". Luis Enrique ha sido entrenador tanto del filial azulgrana como del primer equipo, conoce la casa azulgrana al dedillo y lo utiliza para su puesto de seleccionador. Pero, tal y como está Can Barça en estos momentos, con el club sumido en una crisis deportiva e institucional profunda, con los canteranos naufragando semana sí, semana también, ¿qué sentido tiene darles las riendas de la selección?

En la posición de Gavi, de hecho, varios son los nombres contrastados que se han quedado fuera. Ander Herrera, por ejemplo, es uno de los jugadores de moda en Europa tras comenzar la temporada con tres goles y estableciéndose como titular indiscutible en el PSG de las estrellas. No es el único, Brahim Díaz es titular en el Milán que ha regresado a la Champions League, Luis Alberto, de la Lazio o Fabián Ruiz, que ha desaparecido de la lista tras la Euro, parecen opciones más sensibles. Pero, en caso de duda, Lucho siempre acude a la Masía.

No es la primera vez. Cuando la pasada convocatoria necesitaba un delantero, el asturiano se decantó por el desconocido Abel Ruíz a pesar de su escasa producción goleadora en el Braga. El atacante también es producto de la cantera azulgrana.

Parece difícil imaginar que esto sucediese con los jugadores que salen de la Fábrica. El Real Madrid no tiene ningún representante en el equipo nacional, como ya pasó en la pasada Euro. Evidentemente, esto no se debería tratar de cuotas y habrá quién crea que no hay futbolistas de calidad suficiente en la plantilla blanca como para ir a la selección. Sin embargo, resulta imposible imaginar que, por ejemplo, le llegue la alternativa a la promesa Miguel Gutiérrez tan pronto, a pesar de sus cuatro partidos como titular esta temporada (dos más que Gavi).

Lucho se llena la boca asegurando que sus decisiones responden a criterios deportivos, pero cada vez resulta más difícil de justificar. Con la llamada del joven centrocampista andaluz, el seleccionador ha saltado el tiburón y llena de munición a aquellos que están deseándole ver caer. Una guerra absurda, que no debería darse en el contexto del llamado equipo de todos.

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