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Lucas Buadés, jugador de Rodez, sufrió una conmoción cerebral después de que un hincha de Bordeaux lo empujara

El momento en que Lucas Bouadés, de Rodez, es empujado por un hincha de Bordeaux cuando celebra su gol; el jugador sufrió una conmoción cerebral y el partido de la Ligue 2 fue suspendido.
El momento en que Lucas Bouadés, de Rodez, es empujado por un hincha de Bordeaux cuando celebra su gol; el jugador sufrió una conmoción cerebral y el partido de la Ligue 2 fue suspendido. - Créditos: @Captura

La lucha por el ascenso a la francesa Ligue 1 sufrió un giro muy oscuro este viernes, cuando se jugó la última fecha de la Ligue 2. En un día donde las tensiones estaban latentes desde antes de que rodara la pelota, se vio un nuevo ejemplo de la escalada de violencia que se suscitó en las canchas francesas en los últimos años. La víctima en esta ocasión fue Lucas Buadés, jugador de Rodez, que fue trasladado a un hospital con una conmoción cerebral luego de que un hincha de Bordeaux saltara al campo de juego y lo empujara contra el piso, como consecuencia de un gol que marcó el futbolista.

Habían transcurrido apenas 22 minutos en el partido en Burdeos cuando el conjunto visitante, que llegó a la jornada final en plena lucha por no descender a la tercera categoría, aprovechó contraatacó y encontró libre por la derecha a Buadés, que definió entre las piernas del arquero y propició un festejo masivo con sus compañeros. Pero el impacto del simpatizante del conjunto girondino, que dejó sin respuesta al volante en el suelo, llevó al árbitro a decidir que el partido no continuara, en un marco sumamente sensible.

El empujón y el desplome

La razón que llevó a una reacción de ese nivel de violencia tiene que ver con el contexto del partido, las situaciones críticas en ambos clubes. Como consecuencia de la reducción de la Ligue 1 de 20 a 18 equipos, esta temporada habrá apenas dos ascensos directos a la competencia de honor. Bordeaux llegó igualado en puntos con Metz, el último ocupante de los puestos de acceso a la elite, pero detrás en la diferencia de goles. Rodez, por su parte, libraba una pelea en el otro extremo de la tabla, con la misma cantidad de unidades que Laval, ocupante de la zona de descenso.

Como resultado de la cancelación del encuentro, la Liga de Fútbol Profesional (LFP) acordó una sesión de la Comisión Disciplinaria este lunes para determinar cuáles los posibles castigos y la resolución del partido; en el caso de que no se lo reanude, Rodez perdería la categoría, como el decimoséptimo de la tabla.

La comunicación de la suspensión

Por otro lado, en el otro extremo de las posiciones se vivió una situación más alegre. Le Havre, club que formó a estrellas como Paul Pogba, Dimitri Payet y Riyad Mahrez, debía sacar al menos un punto contra el ya condenado Dijon para regresar a la Ligue 1 después de 14 años, y un gol de Josué Casimir a los 11 minutos allanaba el camino. La euforia de los hinchas locales llevó a que invadieran el césped sobre el final del encuentro para celebrar un día histórico... pero aún faltaban nueve segundos para que el partido terminara: el árbitro no había pitado el final, sino una falta en ataque. Como consecuencia, el juego no se reanudó hasta que todos salieran del campo, pero luego los futbolistas del equipo rival no quisieron salir a jugar esos últimos segundos. Entonces, se dio por terminado el encuentro y se reanudaron los festejos.

La invasión de cancha... antes de tiempo