Lisandro Martínez: el “carnicero” de Ámsterdam que le “devuelve redonda” desde la defensa (o el mediocampo) de la selección

Lisandro Martínez, mate en mano, prefiere Ámsterdam que Buenos Aires, pero su lugar en el mundo es Gualeguay, Entre Ríos, donde nació hace 24 años.
Instagram/LMartinez

En la altura de Calama, Lisandro Martínez fue uno de los cuatro futbolistas del seleccionado argentino que alguna vez jugó de enganche. Como él, Rodrigo De Paul, Leandro Paredes y Alejandro “Papu” Gómez llevaron la camiseta número 10 y fueron los generadores de juego de sus respectivos equipos de inferiores o de primera división. Allí nació el amor de Martínez por el pase. Corto, mediano o largo, al futbolista nacido en Gualeguay (Entre Ríos) y formado en Newell’s le da igual. Acierta casi todos. Y es capaz de poner a un compañero cara a cara con el arquero rival con un solo pelotazo. Lleva dos años en Ajax, de Holanda, y la escuela del club neerlandés no ha hecho sino pulir el talento que ya llevaba en su equipaje. Tanto, que supo mirar entrenamientos de nenes de ocho años en los campos de práctica que rodean al Johan Cruyff Arena. ¿La razón? Aprender.

Martínez acaba de cumplir 24 años. En Europa lo califican de “futbolista contracultural” por su compromiso social. Puede hablar con la misma soltura de meditación (que hace), de la energía del universo (con la que asegura conectarse), de sus emociones (que dice controlar para rendir mejor en los partidos) o de problemáticas como la pandemia del coronavirus, la violencia de género o el aborto. Sin embargo, cuando aterrizó en la capital neerlandesa se hizo conocido por otra faceta: las patadas. Eso le valió el apodo de “El Carnicero”. “ He pegado varias patadas y me apodaron así. Pero yo no soy de pegar, me gusta más el juego. Sí voy a ir a morir en cada pelota”, contó Martínez en una entrevista con TyC Sports.

Lisandro Martínez posa con Nicolás Tagliafico, amigo y compañero suyo en Ajax, tras ganar la Liga a fines de 2021
Lisandro Martínez posa con Nicolás Tagliafico, amigo y compañero suyo en Ajax, tras ganar la Liga a fines de 2021


Lisandro Martínez posa con Nicolás Tagliafico, amigo y compañero suyo en Ajax, tras ganar la Liga a fines de 2021

En octubre pasado renovó contrato con su club y ya integra las listas de ojeadores de los equipos más fuertes de Europa. Sonó en Barcelona y el PSG de Lionel Messi, con quien supo hablar de su Newell’s querido en algún entrenamiento del seleccionado. Integra el equipo ideal de la Eredivisie de esta temporada y todo parece indicar que Martínez va en camino a una transferencia multimillonaria en los próximos meses. A la progresión en su juego le suma versatilidad: puede jugar como defensor central, mediocampista de contención (pivote, para los europeos) o incluso lateral. Esa multiplicidad de puestos hace que su nombre se mencione para jugar con Colombia en Córdoba... en la mitad de la cancha.

“Soy un jugador polifuncional. Donde el entrenador y el equipo necesiten una ayuda voy a estar. Siempre predispuesto para el equipo”, contó en una nota con el canal neerlandés NOS. “En Argentina somos muy apasionados en lo que hacemos. C omo siempre decimos: cuando vamos a jugar al fútbol lo hacemos por la comida de nuestras familias, de nuestros amigos, de nuestras novias. Es una motivación que no se explica” , graficó.

El nombre de Lisandro Martínez ya figura en la agenda de los grandes clubes europeos, como el Barcelona
El nombre de Lisandro Martínez ya figura en la agenda de los grandes clubes europeos, como el Barcelona


El nombre de Lisandro Martínez ya figura en la agenda de los grandes clubes europeos, como el Barcelona

Rechazado en Newell’s, su club, se trasladó a Florencio Varela, donde vivió sus mejores días en el fútbol argentino con la camiseta de Defensa y Justicia. Allí coincidió con un entrenador purista del traslado de la pelota, amante de la salida desde atrás y el juego asociado: Sebastián Beccacece. Justo lo que necesitaba Martínez para pulirse. Se destacó y hasta hizo goles. En 2019 partió a Países Bajos tras una transferencia récord de 7 millones de euros. En Varela lo recuerdan con una sonrisa: “Fue un jugador muy, muy importante. Tiene cosas diferentes. Por la altura que tiene, juega de central sin ningún tipo de problema. Salta muy bien, tiene muy buen cabezazo. Por supuesto, con los pies la entrega siempre redonda. Y después es muy rápido de mente, lee muy bien el juego. Es un futbolista diferente. Por eso juega donde juega”, dice a LA NACION alguien que lo siguió desde el primer día que pisó las instalaciones del Halcón de Varela.

Pese a su bagaje futbolístico, a sus horas jugando de enganche en las inferiores y a sus actuaciones consagratorias en el torneo argentino, la adaptación al fútbol neerlandés no fue nada fácil. “En las primeras tres semanas, la pasé horrible. Es totalmente distinto. Otra intensidad, otros controles. Otros pases. Otra lectura de juego. Al principio me daban ganas de irme a llorar a mi casa. Me sentía mal. Yo soy un jugador al que me gusta tener el balón, pero cuando me jugaban a un toque o dos toques rápidos, me mataban. Era increíble cómo llegaba tarde ”, contó Martínez en una entrevista con LA NACION.

Lisandro Martínez le gana a Alexis Sánchez en un duelo disputado en Calama entre la Argentina y Chile, por la eliminatoria sudamericana.
Fotobaires


Lisandro Martínez le gana a Alexis Sánchez en un duelo disputado en Calama entre la Argentina y Chile, por la eliminatoria sudamericana. (Fotobaires /)

Algo parecido le ocurrió en el seleccionado. Tuvo su bautismo en la era Scaloni el 22 de marzo de 2019. Fue en el Wanda Metropolitano de Madrid. La Argentina cayó por 3-1 con Venezuela y el defensor central la pasó mal. Tanto, que fue sustituido en el entretiempo. “No fue una experiencia que esperaba”, dijo en TNT Sports. Y añadió: “Son experiencias que marcan para seguir mejorando y fortalecer lo mental”. Martínez cree en el poder de la mente a la hora de tomar decisiones en la cancha. “La inteligencia en el campo se trabaja”, dijo a LA NACION en agosto de 2020. Y añadió: “Por un lado, está la experiencia que van dando los partidos, porque hay jugadas que quedan grabadas. Pero también está todo el trabajo que vas haciendo con los videos tuyos y con los de otros jugadores. Yo trabajé mucho para ser el jugador que soy. Trabajé en el detalle y en las situaciones de juego. En esas cosas, por ejemplo, me insistió mucho Beccacece”.

Cada vez que habla, Martínez menciona la palabra “aprendizaje”. Cuando firmó la renovación con Ajax se emocionó, mate en mano, con la inmensidad del estadio. “Miren lo que es esta cancha, este campo”. Disfruta de su tiempo en Europa con su novia como si estuviera haciendo realidad el sueño de toda su vida. Es probable que en Córdoba deba rendir otro examen: suplir a Paredes o a De Paul en la mitad de la cancha del seleccionado argentino contra Colombia. Allí, en la zona medular del campo, juega su madre, tan fanática del fútbol como Lisandro. “Está grande, pero juega con la experiencia”, contó el futbolista de Ajax sobre su mamá. De todas las experiencias se nutre Martínez, que las absorbe como una esponja. Con el Mundial de Qatar en el horizonted de fin de año, su nombre empieza a convertirse en una certeza.