Lionel Scaloni, el valor de las decisiones en la selección argentina y cómo reinventar un equipo en pleno Mundial

El director técnico de Argentina, Lionel Scaloni, da indicaciones a sus dirigidos durante el partido que disputan Argentina y México, por la primera fase de la Copa del Mundo Qatar 2022 en el estadio Lusail, Doha, el 26 de Noviembre de 2022.
El director técnico de Argentina, Lionel Scaloni, da indicaciones a sus dirigidos durante el partido que disputan Argentina y México, por la primera fase de la Copa del Mundo Qatar 2022 en el estadio Lusail, Doha, el 26 de Noviembre de 2022. - Créditos: @Aníbal Greco

Lionel Scaloni tenía todo claro. Doce días antes del Mundial, su única duda en la lista (y en el equipo titular) era resolver quién iba a reemplazar a Giovani Lo Celso. Pero después de la sorpresiva derrota ante Arabia Saudita en el debut, el equipo voló por los aires. No porque la gente pedía cambios, sino porque el propio entrenador los creyó necesarios. Afuera Cuti Romero y Leandro Paredes, otros dos titulares de su columna, durante el partido. Y no porque la Argentina estaba perdiendo, sino porque estaban mal, dando ventajas físicas y futbolísticas. Afuera también Papu Gómez, el jugador número 12 del grupo. Afuera Molina, el lateral derecho que siempre le gustó más. ¿Y ahora? Esta es la principal pregunta que se hará el DT a partir de este domingo, cuando recupere la calma emocional y empiece a proyectar el encuentro del próximo miércoles ante Polonia.

Mucho se habló, incluso antes del comienzo del Mundial, sobre los cambios en la lista de 26. De nuevo: Scaloni tenía todo claro. ¿Iba a dejar afuera a Nicolás González y Joaquín Correa sin verlos, por intuición? ¿Cómo mide y compara los informes médicos con la real dimensión de los esfuerzos que pueden hacer? Cara a cara, exigiéndolos en una práctica con el ritmo que el técnico cree que se jugará la Copa del Mundo. Scaloni tenía dudas, hasta se enojó porque hubo futbolistas que todavía seguían con molestias… “Ya somos grandecitos”, les dijo puertas adentro (y también puertas afuera). ¿Iba a desafectarlos por mera intuición, por una hoja del informe médico? No, les dio el beneficio de la duda. Y cuando los vio cara a cara y los vio correr, no los vio… aptos para un Mundial. Afuera Nicolás González y Joaquín Correa, aunque emocionalmente le haya costado tomar la decisión.

Lo mejor del partido

Algo parecido sucedió con las titularidades de Cuti Romero y Leandro Paredes. Para Scaloni eran dos intocables. Si hasta el propio entrenador se peleó con el mundo entero para que sea “su” 5. Y de Cristian Romero puede ser como un padre, teniendo en cuenta que el central tenía ya una trayectoria pero el único que lo observó para pensarlo en modo selección fue Scaloni.

¿Los dejaba en el banco porque tenía la sensación de que no estaban bien física y futbolísticamente? ¿Justo ellos? ¿O los probaba –aun corriendo riesgos- en el debut mundialista? Los probaba. ¿Por qué no vio lo que vio en los entrenamientos? Porque las intensidades y los ritmos son diferentes. No es lo mismo medir a Cuti Romero y Paredes en una práctica que en un partido por los puntos. Los tenía que ver en situación real. Y cuando los vio en situación real, afuera los dos. Iban 13 minutos del segundo tiempo con Arabia, vio que no estaban como tenían que estar, y los sacó. No los reemplazó porque Argentina había pasado a perder el partido, los sacó porque estaban mal.

El gol de Enzo Fernández
El gol de Enzo Fernández - Créditos: @DeFodi Images

La situación de Acuña estuvo en el fleje (relación respuestas físicas-presencia en Qatar), pero terminó aprobando para seguir en la concentración. Tagliafico fue titular con Arabia, aunque a Scaloni siempre le gustó más Acuña. Lautaro Martínez es otro intocable, por nivel europeo y porque en la selección -si él o Messi no convierten-, difícilmente el equipo gane. Lo dicen las estadísticas. Pero Scaloni no lo vio bien al exRacing ante México y lo reemplazó con el partido 0-0. Entró Julián Álvarez de 9 y el exRiver terminó haciendo un partido más valorable desde lo defensivo (presionando al arquero Ochoa y los centrales) que lo ofensivo, ya que no tuvo situaciones de gol.

El director técnico de Argentina, Lionel Scaloni, da indicaciones a sus dirigidos durante el partido que disputan Argentina y México, por la primera fase de la Copa del Mundo Qatar 2022 en el estadio Lusail, Doha, el 26 de Noviembre de 2022.
El director técnico de Argentina, Lionel Scaloni, da indicaciones a sus dirigidos durante el partido que disputan Argentina y México, por la primera fase de la Copa del Mundo Qatar 2022 en el estadio Lusail, Doha, el 26 de Noviembre de 2022. - Créditos: @Aníbal Greco

Di María es otro que llegaba con pocas millas por su lesión. Aunque estaba clínicamente recuperado, apenas había sumado un puñado de minutos con Juventus antes de viajar al Mundial. Pero si Scaloni ve que tiene que armar línea de 5, como ante México, lo pone a Cuti Romero y sale Fideo para modificar el 4-4-2 por el 5-3-2. Guido Rodríguez, el más 5 de todos en el plantel actual, tuvo la prioridad para sustituir a Paredes. Si así lo había hecho en la Copa América y cuanto partido de los 36 invictos le había tocado, ¿por qué no lo iba a tener en consideración para ser el primer titular como el reemplazante de Paredes? Pero si el equipo seguía sin jugar bien, afuera Guido Rodríguez. Y adentro Enzo Fernández, quien terminó siendo una de las figuras de la cancha.

¿Cuántos intocables le quedaron ahora a Scaloni? Más allá de Messi, hay que mencionar a Dibu Martínez, Otamendi y De Paul (pese a que su nivel está muy por debajo de lo que ofrecía). Mac Allister rindió bien con México, Lisandro Martínez y Enzo Fernández hacen méritos para seguir en el equipo… Todos con buena actualidad, como Julián Álvarez. La cabeza de Scaloni transita un sinfín de sensaciones. A la inversa de la Copa América 2021, ahora fue Messi el que rescató al equipo y le dio un nuevo impulso en el Mundial. Y a partir de ese gol, generó un efecto contagio por el que todos empezaron a jugar mejor. ¿Suficiente para lo que viene? Todavía no. A tal punto que el propio cuerpo técnico, todavía con la mesa de planificación patas para arriba, no debe tener del todo claro cómo seguir. Lo bueno es que alternativas le sobran.