Otro golpe para Messi: cuántas eliminaciones lleva en el Champions League
Se repite la escena. Cabizbajo, tomándose las rodillas o la cintura. Y el máximo trofeo del fútbol europeo sigue muy lejos. Lionel Messi cayó de nuevo en la Champions League, y aquella última conquista por Barcelona, en 2015, completando un segundo triplete (liga, Copa del Rey y trofeo continental), queda cada vez más alejada en el tiempo. Esa frustración constante es compartida por su club actual, PSG, que se puso como objetivo primordial levantar la Orejona desde la llegada del fondo de inversión Qatar Sports Investments (QSI) en 2011, pero que en todos sus intentos siempre tropezó, para desazón de los jeques.
El rival que propinó al argentino a ambos un nuevo golpe fue Bayern, ya hizo una costumbre eso de amargar tanto al capitán del seleccionado como al campeón francés. Y la forma, como ocurrió en años anteriores, dejó expuesta la diferencia entre el equipo de París y el resto de la elite europea. En Múnich, una brutal presión del conjunto alemán dejó muchas dudas en la defensa visitante, que no logró salir jugando como quería, y Marco Verratti perdió la pelota cerca del área como prolegómeno del gol de Eric Maxim Choupo-Moting, que definió sin resistencia. Posteriormente la búsqueda del empate fue errática e imprecisa, y una desatención en el retroceso de PSG permitió al local encontrar el segundo tanto, gracias a Serge Gnabry. El 2-0 fue el resultado final en el partido de desquite de la serie de octavos de final.
El gol que marcó una nueva eliminación de PSG en la Champions
Ya son ocho eliminaciones consecutivas las que acumula Messi desde aquel último gran éxito en Barcelona, al que comandaba entonces Luis Enrique y en el que compartía una delantera estelar con Luis Suárez y Neymar. Lo sorprendente es que ésa fue la última vez en que la Pulga protagonizó una final de Champions League. En el camino vivió algunas despedidas especialmente traumáticas, como la paliza de Juventus en 2017, las asombrosas remontadas de Roma y Liverpool en 2018 y 2019, y la más humillante de todas, la del 8-2 que le propinó Bayern en 2020, el primer año de plena pandemia.
Incluso en su primer temporada en Francia Messi vivió otro golpe brutal, cuando su equipo mantenía una ventaja de dos goles contra Real Madrid faltando 45 minutos pero una sucesión de errores terminó por revertir el resultado, en 2022. La ocasión fue tan notoria que luego Nasser Al-Khelaïfi, CEO del club, fue a atacar el vestuario de los árbitros, por considerar que decisiones erróneas habían influido en la derrota.
Desde mucho antes de la llegada de su número 30, las goleadas, las remontadas y las humillaciones fueron rutina también para el equipo parisino, al que Leo se unió en 2021. Una de las eliminaciones más notorias le fue propinada por el propio Messi y Barcelona, cuando en 2017 PSG malogró un 4-0 en favor en la ida al perder por 6-1 en el Camp Nou, gracias a un gol de Sergi Roberto en tiempo adicional. Dos años más tarde sufrirían otra salida lejos de las expectativas, también en octavos de final, contra un Manchester United con suplentes y el entonces interino Ole Gunnar Solskjaer, que lo sacó en un 3-1 en París, gracias a los goles de visitante. Eso sí: de 2015 en adelante Paris Saint-Germain estuvo más cerca que Messi de alzar el trofeo: en la misma campaña del 2-8, el conjunto francés (dirigido por Thomas Tuchel) alcanzó la final de la competencia, pero cayó por 1-0, también contra Bayern. Como para agregar sal a la herida, el gol fue de Kingsley Coman, surgido de las divisiones inferiores parisinas pero que se había ido por falta de oportunidades.
Esta nueva eliminación no hace más que poner en duda la continuidad de Messi en la capital francesa. Al argentino le quedan tres meses de contrato, y existe una cláusula para renovar por un año, pero varios medios franceses especulan con que Inter Miami, de la estadounidense MLS, va en busca de su firma. Para eso falta mucho, y también será un factor importante de decisión la permanencia en la selección argentina, para lo cual Messi querrá seguir en el fútbol de elite todo el tiempo que pueda. Hasta entonces, la espera para volver a obtener la Champions continúa, y Messi seguirá intentando.