A Lionel Messi le cambió la vida en Miami, pero mucho más modificó a un Inter que pasó de perdedor a ganador, con la maestría de Leo

Puño en alto, Messi celebra uno de sus goles en el 4-0 de Inter Miami a Atlanta United
Puño en alto, Messi celebra uno de sus goles en el 4-0 de Inter Miami a Atlanta United - Créditos: @HECTOR VIVAS

Al instalarse en Miami, a Lionel Messi seguramente le cambió la vida, en lo futbolístico y familiar. Pero mucho más se la modificó él a Inter Miami y a todo el entorno de este equipo fundado en 2018, cuando Messi ya era palabra mayor en el fútbol. El magisterio del rosarino con la pelota está transformando a un conjunto perdedor -llevaba 11 partidos sin triunfos en la MLS- en uno que ahora es capaz de ganar dos cotejos seguidos por la Leagues Cup. En ese giro copernicano es fundamental la incidencia del N° 10, que tiene embelesada a la comunidad latina de la Florida.

Sin Messi, Inter Miami se hunde en el último puesto de la Conferencia Este de la MLS. Con su contribución, ganó los dos encuentros de la Leagues Cup y ya se aseguró la clasificación a los 16avos de final. El 4 a 0 a Atlanta United, con un doblete y una asistencia de Leo, siguió esparciendo la fiebre rosa que desató su desembarco.

Messi ya definió de derecha y marca su segundo gol, más allá de la estirada del arquero Guzan
Messi ya definió de derecha y marca su segundo gol, más allá de la estirada del arquero Guzan - Créditos: @HECTOR VIVAS

En su segunda función en el fútbol norteamericano, Messi volvió a demostrar que su clase y talento están por encima del nivel promedio de la competencia. El viernes había cerrado un debut inmejorable con un golazo de tiro libre en el último minuto para el triunfo por 2-1 sobre Cruz Azul. Este martes ya fue titular por primera vez y no demoró en desplegar su arte. Entre su sabiduría para encontrar los espacios y la flojera de Atlanta United para cortarle el paso, Messi empezó pronto a darse un paseo. A placer, con la pelota al pie y la cabeza levantada. El comandante de una formación que siente que está aprendiendo al lado de él. Claro que no está solo, tiene algún “adjunto” de categoría. Como Sergio Busquets, que a los 7 minutos le puso una asistencia al vacío, ante una defensa rival que tiró el achique sin presionar. Un caramelo para los dos ex Barcelona, que han pasado por batallas mucho más bravas. El “equipo de principiantes”, como lo definió en la víspera Martino, tiene un par de maestros con posgrados para enseñar y guiar.

El compacto de Inter Miami 4 - Atlanta United 0

Messi corrió a buscar el pase de Busquets, definió de zurda, la pelota dio en un poste y tomó el rebote para definir de derecha. Nuevamente, los 20.000 espectadores del DRV-PNK Stadium, de Fort Lauderdale, quedaban extasiados con la magia de Leo. En las tribunas se cantaban canciones de autoría argentina, desde “Muchaaaachos...” hasta “Me lo dijo una gitana...”.

En Atlanta United jugaron los argentinos Santiago Sosa y Thiago Almada, que arrimó algo de peligro con remates de media distancia. Pero no era su noche. Ya con el 4-0, le atajaron un penal.

Messi hizo la diferencia ante rivales que parecían encandilados, no atinaban ni a hacerle un foul. El rosarino se asoció más con el finlandés Robert Taylor que con Josef Martínez. Cada pase de Messi era una puñalada para una defensa bastante desacoplada. El partido tuvo el tono que es habitual en el fútbol norteamericano: relajado, de ida y vuelta, sin rigideces tácticas. Con errores y distracciones que favorecían llegadas seguidas a los arcos. También al de Inter Miami, con buenas respuestas del arquero Drake Callender.

En este clima festivo llegó el segundo de Messi, que conectó un centro desde la izquierda de Taylor. Dos goles de derecha. Le alcanzó con su pierna menos hábil. No hacía un doblete desde la final del Mundial de Qatar, más allá del hat-trick en el amistoso contra Curazao.

La amplia sonrisa de Messi en el festejo con Josef Martínez
La amplia sonrisa de Messi en el festejo con Josef Martínez - Créditos: @MEGAN BRIGGS

Messi ya lleva tres goles en dos partidos. Juega en una franquicia nueva, de escasa historia y pergaminos. El goleador histórico de Inter Miami es Gonzalo Higuaín, con 29 tantos en 70 encuentros. A este ritmo, Messi se va a quedar con otro récord, de los tantos que coleccionó durante su carrera de 19 años en Europa y los 18 que lleva en el seleccionado argentino.

Gestó la jugada del tercer tanto, convertido por Taylor, autor también del cuarto en el segundo tiempo, tras una asistencia, cómo no, de Messi.

La goleada se consumó con la batuta del argentino, reemplazado a los 33 minutos del segundo tiempo. Quizá fue la única sorpresa de la noche, porque normalmente le gusta disputar los 90 minutos, no quiere ser sustituido, salvo por una causa de fuerza mayor. Inclusive, el día anterior, Martino había dado a entender que a Messi le gusta terminar los partidos que comienza de titular.

En esta nueva etapa de su carrera, Messi parece tomarse todo de otra manera, liberado de presiones excesivas. Con buen semblante, salió ovacionado, saludó a Martino y se fue a ubicar en una butaca del banco.

En ese momento sobrevino la cuestión social que rodea al soccer. Messi se puso a firmar camisetas que le acercaban simpatizantes que tenía casi pegados, mampara mediante. También se puso a charlar con el tenista Diego Schwartzman.

Thiago Almada pudo marcar el descuento de Atlanta, pero ejecutó el penal con un remate anunciado, que agrandó la figura de Callender.

Tras el final, Messi ingresó al campo para saludar a compañeros, rivales y al público. No descuida los gestos que potencian su imagen mediática en un mercado en el que el fútbol va a la par de lo comercial. Cambió la camiseta con Almada y le prometió otra a Sosa, el volante central que surgió en River.

A la espera de conocer rival (entre Orlando City, Houston Dynamo y Santos Laguna), Messi seguramente jugará la próxima semana por los 16avos de final. Probablemente ya esté disponible Jordi Alba, mientras está en viaje para sumarse Facundo Farías, la joya que vendió Colón.

La fiebre rosa de estos días está muy vinculada al fenómeno de la película sobre Barbie. Pero Messi, vestido al tono, también revienta las taquillas.