Lionel Messi y Barcelona: el canto por el 10 vuelve a llenar el espacio de un Camp Nou mudo de gol en el empate ante Girona

A los hinchas de Barcelona les tocó volver al Camp Nou cinco días después de la estrepitosa derrota por 4-0 ante Real Madrid por las semifinales de la Copa del Rey. Desde hace un tiempo, la Liga de España es el lugar más confortable y promisorio para el club catalán, aunque este lunes no hubo nada para festejar, ya que no pasó del empate 0-0 ante Girona en el encuentro que completó la 28a. fecha.

Domina la Liga con el puño de hierro que no tuvo en otras competencias; la temporada en Europa se le hizo muy corta y dolorosa tras salir rápidamente de la Champions y la Europa League. Va derecho al título, a una consagración que seguramente llegará con varias fechas de anticipación, frente a un Real Madrid dimitido, enfocado en los cuartos de final de la Champions ante Chelsea, y un Atlético de Madrid muy mejorado en este año, aunque no le alcanzará para enmendar su muy floja primera parte del torneo.

Habituado a ganar varios partidos por 1-0, esta vez a Barcelona se le atragantó el gol. En las ocasiones más claras que creó, se encontró con la seguridad del arquero argentino Paulo Gazzaniga (nunca atajó en nuestro país y se encuentra en préstamo de Fulham). Citado por Lionel Scaloni en noviembre de 2018, Gazzaniga reemplazó a Gerónimo Rulli en los últimos 30 minutos en un amistoso con victoria 2-0 de la Argentina sobre México.

De 31 años, Gazzaniga evitó un gol por los pocos milímetros que la pelota no alcanzó a trasponer completa la línea del arco. En gran reacción, sacó de un manotazo una pelota que Ronald Araujo había conectado en el primer poste tras un córner. En el resto del partido, estuvo rápido para salir del área a anticiparse a una corrida de Raphinha, despejar un cabezazo de Gavi y atrapar otros centros. Fue una de las figuras del cotejo.

Así como Gazzaniga puso el candado, otro argentino, el centro-delantero Valentín Castellano pudo darle a Girona un triunfo oficial sobre Barcelona que no ocurre desde 1939. A los 10 minutos del segundo tiempo, Castellano rompió por adentro el achique catalán y corrió solo, al encuentro con Marc Ter Stegen; definió con el pie derecho muy abierto y la pelota se le fue ancha. En el banco, el entrenador Michel se agarraba la cabeza, no lo podía creer.

Barcelona será campeón -13 puntos sobre Real Madrid y 15 respecto del Atlético- de una Liga que obtuvo por última vez hace cuatro años (2018/19), con 11 puntos de diferencia sobre Atlético de Madrid y con Lionel Messi como máximo goleador, con 36 tantos, 15 más que Karim Benzema.

Aunque se van a cumplir dos años, Barcelona no se acostumbra a vivir sin Messi. Lo extraña, lo añora, sentimientos que se profundizaron y derivaron en ilusión desde que se sabe que la renovación de su contrato con Paris Saint Germain está más intrincada de lo que parecía.

¿Por qué no soñar con un regreso a la ciudad en que Messi conserva una casa en la que se radicará nuevamente en algún momento de su vida? Los hinchas pusieron en marcha ante Real Madrid un operativo seducción que tiene toda la pinta de repetirse en cada encuentro en el Camp Nou. En el minuto 10, desde las tribunas bajó el cántico reverencial: “Meeeeesi, Meeeesi...”. También se leyó una pancarta con la inscripción “We love Messi”, con la figura del corazón.

Desde la conducción del club, por ahora solo hay señales de reconciliación tras la abrupta salida en agosto de 2021, cuando el presidente Joan Laporta le dijo a Jorge Messi padre que no había dinero para renovar el contrato ni aún reduciendo el 50 por ciento del salario. Leo se despidió desconsolado, en medio de un llanto durante un acto.

El compacto de Barcelona 0 - Girona 0

Propuesta concreta para Messi todavía no hay porque Barcelona debe hacer cuentas muy finas para cumplir con el Fair Play financiero. Su situación económica y financiera es precaria. La actual masa salarial del plantel es de 650 millones de euros; debería reducirla a 450 en la próxima temporada para ser aprobada por la Liga. No es sencillo encajar el contrato de Messi en esos parámetros.

Barcelona confía en la estrecha relación que el entrenador Xavi mantiene con Messi. Hablan por teléfono cada tanto e intercambian mensajes con frecuencia. “Me gustaría un last dance de Leo, como Jordan”, dijo hace una semana Xavi, que públicamente trata de manejarse con tacto y no crear falsas expectativas.

En el plantel, Messi conserva algunas amistades. Hace unas semanas, en una visita a Barcelona, Messi y su esposa cenaron en un restaurante con Jordi Alba, Sergi Busquets y sus respectivas parejas. Según consigna el diario El País, esa noche el rosarino les comentó que todavía no tenía definido su futuro como futbolista. A la consulta de sus excompañeros sobre si podía regresar, Messi levantó las cejas y emitió una sonrisa como única respuesta. Enigmático.

Entre los detalles que pueden sumar, cuenta que ya no esté Gerard Piqué, en quien Messi dejó de confiar desde que sospecha que alentó su salida para que el club pudiera seguir pagando los elevados contratos del resto de los referentes. Y habría que ver cómo sería el vínculo con Robert Lewandowski, con quien mantuvo un entredicho desde la entrega de un Balón de Oro, disputa que Messi no dio por solucionada cuando se cruzó con el polaco en el partido por la etapa de grupos del Mundial de Qatar.

Con el 85 por ciento los puntos obtenidos (72 sobre 84), Barcelona es junto con Napoli, líder en la Serie A, los dos equipos con mejor porcentaje entre las cinco grandes ligas de Europa. Pero en los últimos dos partidos en el Camp Nou, el canto por Messi reemplazó los gritos de gol.