LeBron James expresó la gravedad de la lesión que lo mantuvo fuera de los últimos 13 juegos de Los Angeles Lakers antes del regreso de este domingo, pero dijo que aún podría requerir cirugía. La estrella regresó de la banca con 19 puntos, anotando seis de 11 tiros de campo con ocho rebotes y tres asistencias en 30 minutos. Sin embargo, la escuadra de Darvin Ham cayó 118-108 ante los Chicago Bulls.

El cuatro veces Jugador Más Valioso de la NBA reveló después del partido que se había desgarrado un tendón del pie contra los Dallas Mavericks el pasado 26 de febrero, lo que normalmente mantiene a los jugadores fuera por más tiempo que las cuatro semanas de recuperación que necesitó.

El jugador de 38 años dijo que dos médicos le dijeron que necesitaba cirugía, pero optó por no hacerlo, aunque admitió que aún podría necesitar una operación por la lesión en la temporada baja. Cuando se le preguntó por qué no optó por no operarse, respondió: “Porque fui al LeBron James de los pies y me dijo que no debía”.

Además, agregó: “En este momento no necesito cirugía. Esperaremos y veremos. Probablemente me haga otra resonancia magnética al final de la temporada e iré desde allí. Si termino operándome de la temporada... para cuando comience la próxima temporada estaré bien, estaré listo para jugar”.

James también dijo que los médicos le dijeron que estaba “curando más rápido que nadie que haya visto antes con la lesión”, lo que llevó a su regreso temprano, aunque dijo que permanecería “día a día” a corto plazo dependiendo de su recuperación.

“Me sentí confiado en los entrenamientos que tuve esta semana. El día después de los entrenamientos, cuando me desperté, salí de la cama, posiblemente podría jugar hoy. Después de mi entrenamiento antes del partido de hoy, supe que podía jugar”, concluyó El Rey.

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