Lautaro Martínez ganó todo en Italia y en su mejor temporada en Inter le apunta a ese imposible que parece Manchester City en la Champions

Lautaro Martínez besa la Copa Italia, conseguida con sus dos goles ante Fiorentina en el Olímpico de Roma.
Lautaro Martínez besa la Copa Italia, conseguida con sus dos goles ante Fiorentina en el Olímpico de Roma. - Créditos: @Andrew Medichini

Ya ganó todo Lautaro Martínez en el calcio. Y empieza a repetir: algunos títulos llegan por duplicado, como la Copa Italia, en la que esta vez fue MVP de la final. No podía ser de otra manera después del furioso doblete en menos de 10 minutos para que Inter venciera a Fiorentina, por 2-1. Goles que pesan, decisivos, que valen un campeonato. Lautaro se pone a la altura de la estatura del gran anotador que fue elevándose desde que llegó al club milanés, hace casi cinco años. El proyecto futbolístico del club italiano se asienta en la influencia del bahiense para acompañar y definir en ataque.

Por tercera temporada consecutiva, Inter se entrevera en la pelea por los títulos con la potencia y la puntería del Toro. En 2021 llegó el scudetto de la Serie A, que no obtenía desde 2010. Le puso fin a la hegemonía de Juventus. Fue un cambio de ciclo, al que Lautaro contribuyó con 17 tantos. En la temporada pasada levantó la Copa Italia, esa competencia que se empieza mirando de reojo, que no concentra la máxima atención, hasta que se tiene cerca el trofeo y enciende la ambición.

Lautaro conecta el centro y marca el segundo gol de Inter en el desenlace de la Copa Italia.
Lautaro conecta el centro y marca el segundo gol de Inter en el desenlace de la Copa Italia. - Créditos: @Spada/LaPresse

Este miércoles, Inter retuvo la Copa Italia, con la firma de Lautaro, figura con el doblete a Fiorentina, que se había puesto temprano en ventaja, a los dos minutos, con un tanto del también argentino Nicolás González.

Quinto título para Martínez con la camiseta de los nerazzurri, que en la final en el repleto estadio Olímpico de Roma vistieron de blanco con un celeste suave difuminado. Inmejorable aperitivo para que el Nº 10 le diera forma a su temporada más eficaz, a 17 días del partido más importante desde que llegó a Inter: la final por la Champions League ante Manchester City, del 10 de junio en Estambul.

En lo futbolístico y lo anímico, Lautaro desembarcará en un punto alto. Será una amenaza individual ante un City que en lo colectivo es favorito, está un par de escalones arriba de un Inter cuyos desniveles condicionarán mucho sus posibilidades. Si el equipo dirigido por Simone Inzaghi es capaz de dar el batacazo, a su Toro hay que imaginarlo como a un actor principal en esa proeza.

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Los grandes goleadores tienen un especial sentido de la oportunidad, no sólo cuando están frente al arco. También para hacer coincidir cifras simbólicas con la consecución de objetivos grupales. Lautaro había llegado a la marca de 100 tantos en Inter cuando marcó el del 1-1, con un derechazo cruzado. Su desmarque encontró enganchado como último hombre a Nikola Milenkovic. Una lectura correcta de la jugada para quedar habilitado. Fuera de acción también había quedado Lucas Martínez Quarta.

Un ratito antes el Toro había puesto camino al gol a Edin Dzeko con una asistencia al espacio, pero el bosnio definió alto. No era su noche; era la de Lautaro, que ocho minutos después del 1-1 hizo el gol de un 2-1 que sería definitivo. Volvió a despertarse la fiera del área, para suspenderse en el aire, encimado por un defensor, y conectar con otro derechazo cruzado un centro de Nicoló Barella. Ya le había hecho un doblete a Fiorentina en la primera rueda de la Serie A.

La historia de la final había empezado a ser escrita por otro argentino: Nicolás González, una pieza apreciada por Lionel Scaloni que se quedó fuera del Mundial a último momento por una lesión muscular. Zurdo ubicado sobre la derecha, el ex atacante de Argentinos entró por el segundo palo para definir con la pierna diestra un centro cruzado de Jonathan Ikone. Iban 2 minutos y 30 segundos, tiempo que lo constituyó en el tercer gol entre los más tempranos en una final por la Copa Italia.

El delantero argentino recibió el premio MVP al mejor jugador de la final.
El delantero argentino recibió el premio MVP al mejor jugador de la final. - Créditos: @Spada/LaPresse

Lautaro apunta a la Champions en su curso más eficaz: suma 27 goles, y 10 asistencias, en competencias oficiales (20 tantos en Serie A, tres por Copa Italia, tres en Champions y uno por Supercopa de Italia). Superó la que era su mejor: 25 en la 2021/22. Y con 101 en cinco temporadas sigue instalado en el noveno puesto de los goleadores históricos de Inter. Por delante, en el octavo, tiene a Christian Vieri, con 123. El poco más del centenar de tantos se distribuye así: 78 en Serie A, diez en Champions, ocho por Copa Italia, tres en Europa League y dos por Supercopa de Italia.

El bahiense compartió unos minutos con el ingresado Romelu Lukaku, con quien tiene un entendimiento más fluido que con Dzeko. Tendrá que decidir Inzaghi cuál será su acompañante frente a Manchester City.

Generoso en goles, el Toro no regala sonrisas en sus festejos. Se le tensan los músculos del rosto, la mirada es más penetrante que brillosa. Es la imagen del profesional reconcentrado en lo suyo, más temible que jovial. La cinta de capitán que porta desde hace un tiempo estuvo en el brazo del arquero Samir Handanovic, que perdió la titularidad en el resto de las competencias.

Con camisetas alternativas, los futbolistas de Inter festejan en el podio en el estadio Olímpico de Roma.
Con camisetas alternativas, los futbolistas de Inter festejan en el podio en el estadio Olímpico de Roma. - Créditos: @Andrew Medichini

Inter certificó la clasificación para la final de la Champions con un gol de Lautaro en el clásico contra Milan. La definición de la Copa Italia fue otro trampolín. Tras la coronación, el argentino se refirió a la dinámica positiva de Inter: “Llevamos años trayendo trofeos a este gran club. Estoy muy contento. Quería ganar esta copa”. Y lanzó un deseo para lo que vendrá: “Y quiero ganar otra copa”. Ésa tiene forma de Orejona y está apuntada por su mirada de lince.