Se lanzan contra Carlos Martínez durante la Supercopa en Movistar+ y calla bocas de la mejor manera

Pocos comentaristas sufren tanta matraca en redes sociales como Carlos Martínez durante las retransmisiones en Movistar+, especialmente de partido importantes como esta final de la Supercopa de España en Arabia Saudí, valga en sinsentido.

El director de deportes de la plataforma de pago ha recibido críticas indiscriminadamente, de todo tipo de flancos, incluso más allá de las dos aficiones implicadas, durante el duelo entre Real Madrid y Athletic.

Desde el madridismo, le recriminan detalles interpretables como "estar como loco por querer que se alargase el final", que sea repetitivo con que "el Madrid juega a la contra" (no se ofende quien quiere...), que si "está obsesionado con el VAR", que si no es falta sobre los jugadores blancos, sino son ellos los que chocan con el rival, etc.

Por su parte, los seguidores del Athletic -y otros equipos- reparan en hechos como la intensidad con la que cantó la parada de Thibaut Courtois a Raúl García en el penalti, también los goles del Madrid, que insistiese en por qué no se señaló la mano de Alaba en el área como penalti, que si desde la previa sólo dan bombo al Madrid, que si "escucharle comentar los partidos del Real Madrid es repulsivo", etc.. Tampoco faltan los que tiran de humor: "¿Alguien le robó la cartera a Carlos Martínez una tarde que fue a Bilbao o algo así?", que si "se le ve el plumero", que si se ríe menos cuando ataca el Athletic que cuando ataca el Madrid...

Su temple es de admirar, pues alguno que otro ha recurrido a comentarios de mal gusto, recordando el fallecimiento de su compañero del alma durante décadas Michael Robinson.

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Y lo peor es que esta barbaridad se ha convertido en algo habitual casi cada semana en Twitter y, para colmo, tiene mucha aceptación.

Pese a todo ello, tanto a los que le visten de un color como de otro basándose en comentarios sobre lances concretos del partido, poniendo en duda su capacidad como comentarista y su objetividad, Carlos Martínez les desmonta el tinglado en un segundo y de forma elegante con tan sólo una imagen.

Chapeau.