Lance Stroll contó cómo se accidentó en su bicicleta y cómo fue su recuperación en tiempo récord para correr en la Fórmula 1

Lance Stroll revivió cómo fue el accidente con su bicicleta en el que se rompió las muñecas
Lance Stroll revivió cómo fue el accidente con su bicicleta en el que se rompió las muñecas

El piloto canadiense Lance Stroll (Aston Martin) contó cómo fue su accidente en bicicleta mientras se preparaba en Málaga (España) para los ensayos de pretemporada de la Fórmula 1. Tres días antes del comienzo de las sesiones, una caída en bicicleta le quebró las dos muñecas y un dedo de un pie. Debió ser operado y los informes médicos hablaban de una recuperación prolongada. Recién iba a estar listo para la tercera carrera del año de Fórmula 1, en Melbourne, Australia. Sin embargo, el corredor estuvo apto para ser parte de la competencia inaugural en el GP de Bahrein, en la que el rendimiento de su equipo sorprendió a todos con su sexto puesto y el podio de su compañero de escudería, el español Fernando Alonso. “Fueron las dos semanas más locas de mi vida”, confesó Stroll al podcast F1 Nation.

Luego, el piloto de 24 años nacido en Montreal revivió cómo fue el accidente: “Me caí de la bici con mucha fuerza. Enseguida supe que tenía las dos muñecas destrozadas. Sólo me di cuenta de mi dedo del pie al final del día, porque estaba muy concentrado en mis muñecas”, contó. Y agregó: “Todo mi mundo se desmoronaba delante de mí, porque ya pensaba que probablemente me perdería algunas carreras. Todos esos pensamientos pasan por tu cabeza y como un momento horrible, cuatro días antes de la prueba”. Aston Martin reemplazó a Stroll con el brasileño Felipe Drugovich, quien giró con el auto nuevo mientras el canadiense pasaba por el quirófano.

El encargado de operarlo fue el cirujano español Xavier Mir, experto en lesiones deportivas ya que trabaja con los pilotos de MotoGP. No había tiempo que perder, porque el objetivo era estar, contra todo pronóstico, en el circuito de Sakhir (Bahrein), para la competencia inaugural del Campeonato Mundial del Fórmula 1. Aunque pareciera improbable, Stroll lo intentó. Y se puso en las manos de Mir. “Me operó de la muñeca derecha y me enyesó la izquierda. Me dijo: ‘Te vamos a inmovilizar de dos a cuatro semanas la muñeca izquierda, pero no sabemos cuánto va a tardar la derecha... esperando que en Bahrein empieces a tener algo de movimiento. Es posible que puedas manejar; el dedo del pie sólo va a llevar tiempo’”, recordó el piloto canadiense.

Al principio, y mientras sus compañeros de equipo giraban en Barcelona, Stroll pensaba que no llegaría de ninguna forma a la competencia inaugural. Se sentía “muy lejos de estar en condiciones” de manejar su flamante Aston Martin. Sin embargo, el panorama cambió en la semana previa a la carrera. El cirujano que lo había operado le dio luz verde para viajar a Bahrein, paso previo a ponerse a las órdenes de su escudería. El último escollo era una prueba en el simulador de Silverstone, el autódromo insignia de Inglaterra. Llegó entonces el pulgar hacia arriba.

“No creía que fuera a poder estar pronto en el coche. No podía moverme. Estaba muy lejos de estar en condiciones de manejar. Estaba con mi osteópata Henry 10 horas al día, haciendo rehabilitación. La semana pasada, hacia el lunes o el martes, empecé a sentir un poco más de movimiento. Estuve en el simulador el miércoles y me dolía muchísimo, pero me dije: ‘Para cuando llegue el viernes para la FP1 (primera sesión de entrenamientos, quizá pueda hacerlo’”, contó Stroll. Así fue como el canadiense comenzó a llenarse de optimismo y ver el debut en la temporada 2023.

“(El médico dijo) que las muñecas estaban lo suficientemente sanas como para ir a competir. Así que me dije: OK, estoy jodido, voy a intentarlo’. Conseguí subirme al coche el viernes. De todos modos, fue una gran experiencia de vida, da para una gran historia que contar en la cena”, admitió el piloto, quien mostró síntomas de dolor en aquella primera sesión de prácticas en Sakhir.

En el tramo final de la segunda sesión de ensayos de este viernes, el piloto de 24 años protagonizó un diálogo inhabitual con el ingeniero Ben Michell, que le exigía acciones para recuperar tiempo en el primer sector del circuito. “Lance, tenemos que ajustar en la curva 1 para trazar mejor la curva 2″, le pidió Michell por radio. “No puedo hacerlo. No puedo hacerlo con estas manos”, resultó la respuesta de Lance, que llegó a tomar el volante desde la base del sostén izquierdo y no rodeando éste, como es usual. Un signo evidente del dolor que lo aquejaba.

“Sí, me dolían. El hecho de confiar en mis muñecas, como si me enganchara... no me daba confianza para empujar el coche a fondo a 100% porque aún era difícil”, describió Stroll. Y tuvo palabras de agradecimiento para todos los que hicieron posible su debut pese al dolor. “Gracias a todo el equipo médico. El doctor Mir, mi osteópata, hubo tanta gente ayudándome”.