La Selección Mexicana y la locura que causa su "resurrección": 60 mil boletos para partido vs Panamá

Selección Mexicana festeja su pase a la Final de la Copa Oro 2023, donde enfrentará a Panamá. (FREDERIC J. BROWN/AFP via Getty Images)
Selección Mexicana festeja su pase a la Final de la Copa Oro 2023, donde enfrentará a Panamá. (FREDERIC J. BROWN/AFP via Getty Images)

La Selección Mexicana afrontará la Final de la Copa Oro ante Panamá. Será un cruce inédito para ambos equipos en esta instancia —las dos finales que han disputado los canaleros fueron ante Estados Unidos—. Pero la atención ha sido garantizada para ambos cuadros. Son 60 mil los boletos que se han vendido para el encuentro estelar de la justa, según informó el periodista Gibran Araige. El SoFi Stadium de Los Ángeles tiene una capacidad de 70 mil asistentes. A dos días del partido, no podría haber mejores números para un torneo que, a nivel deportivo, no pertenece a lo más excelso del panorama futbolístico.

Esta atención contrasta con el clima fatalista que ha inundado el ambiente nacional, en cuanto a futbol se refiere, desde noviembre del año pasado. Y no es que algo haya cambiado radicalmente, pero México al menos muestra otra cara, y eso es suficiente para entender que escenarios como el que se presentó en el duelo por el tercer lugar de la Nations League (ante Panamá también), en el que la afición sí abandonó al Tri, son más bien una excepción. El equipo verde jugará como local y, de inicio, tendrá el respaldo de una afición que ansía el triunfo.

Eso es una costumbre en los Estados Unidos, en donde la Selección cuenta con un gran apoyo no precisamente porque su nivel resulte atractivo (se ha constatado durante largos años con los partidos llamados "moleros"), sino porque para los fans de origen mexicano estos partidos representan un divertimento, una distracción, y es de esa forma que disfrutan de los encuentros. Para ellos es un espectáculo propio: el ambiente no depende de lo que se vea dentro del campo.

De tal modo, la selección de México cuenta con una ventaja amplia al momento de afrontar estos partidos. Juega de local y casi siempre tiene garantizado un lleno en el estadio. Pase lo que pase, las fichan se acomodan de modo favorable al Tri. Al menos como punto de partida, porque ya también se ha visto que cuando el desempeño es pobre, el enojo de los fans se hace sentir. Lo que no hay, casi nunca, es una penalización del mal juego previo: no importa cómo llegue el equipo, siempre tendrá el apoyo de la comunidad mexicana que vive en los Estados Unidos.

El nivel del Tri se ha elevado en los cinco partidos que ha dirigido Jaime Lozano, pero eso no era tan difícil de conseguir tomando en cuenta la inercia que ha acompañado a México durante los últimos dos años. Fueron cómodos los triunfos sobre Costa Rica (2-0) y ante Jamaica (3-0). México también se quitó la hipotética presión que le había significado enfrentar a Estados Unidos, rival ante el que acumula seis partidos sin ganar (cuatro años en total). Pero Panamá no será un flan de ningún modo. Han llegado a la final por su futbol esforzado y de cierto virtuosismo, principalmente reflejado en la figura de Adalberto Carrasquilla.

La Copa Oro, hasta 2015, tenía como gran atractivo el pasaje que ofrecía para la Copa Confederaciones, el torneo antesala del Mundial. Sin embargo, la Confederaciones fue clausurada para siempre a partir del último Mundial. Sin ese incentivo, el torneo principal de la Concacaf pierde mucho atractivo. No hay una recompensa futura que valga la pena. Pese a ello, el Tri tiene la obligación de demostrar que es el mejor equipo de la región, y en esta ocasión todo se volvió más dramática, por el despido sorpresivo de Diego Cocca una semana antes del arranque.

El capítulo actual del Tri se cerrará el domingo ante Panamá, pase lo que pase. Es necesario analizar con precisión lo que ha pasado en estas semanas, tan llenas de adrenalina, para bien y mal. México se juega otra vez su prestigio en la zona. Recuperar un poco y terminar de hundirse en el peor momento de su historia reciente.

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