La Liga MX y una nueva vergüenza: no tener ni un equipo entre los mejores 100 del Mundo

Liga MX, el torneo que no tiene un solo equipo entre los 100 mejores del mundo. (Fredy Lopez/Jam Media/Getty Images)
Liga MX, el torneo que no tiene un solo equipo entre los 100 mejores del mundo. (Fredy Lopez/Jam Media/Getty Images)

La Liga MX constantemente lucha por su derecho a pertenecer a la élite del futbol mundial. Sin embargo, en esa odisea se ha topado con muchos golpes de realidad que la dejan en evidencia. Y el más reciente ha sido propinado por la Federación Internacional de Historia y Estadística de Futbol (IFFSH), que presentó su actualización de los mejores clubes a nivel mundial. El futbol mexicano, con todo y su poderío económico, no metió a un solo club entre los cien mejores del mundo (la medición se toma desde junio de 2022 hasta mayo de 2023).

El listado tiene al Real Madrid como el mejor club del mundo. Para hacer su medición, se toman en cuenta un parámetro de puntajes: Ligas Nacionales, competencias continentales e internacionales. Por ejemplo, ganar la Final del Mundial de Clubes da 21 puntos. Empatarla (se gane o se pierda en penales) da 10.5 puntos. Ganar la Champions League suma 14 puntos. Asimismo, los triunfos en la liga local dan diversos puntos de acuerdo con el nivel del campeonato local: hay cuatro niveles distintos que otorgan 4, 3, 2 y 1 punto por partido ganado, respectivamente.

El parámetro puede resultar difícil de asimilar, porque se ve al Al-Ahly de Egipto en sexto lugar y al Palmeiras de Brasil en once, pero principalmente se premia la regularidad. Como los clubes de Europa no compiten equitativamente con los del resto del mundo, así, con una tabla de valores que sume todo el desempeño, se tiene una noción más justa de la regularidad de cada país y cada club. Además, el futbol mexicano no tendría por qué quejarse de este organismo y sus parámetros, porque la IFFSH fue el organismo que reconoció a Jorge Campos como el tercer mejor portero del mundo en 1993, y ese es un hito que se sigue recordando hasta hoy.

Por lo tanto, la medición del nivel, visibilidad y competencia actuales de la Liga MX tendría que poner a pensar a muchos sobre lo que se ve cada semana en las pantallas del país. El equipo mexicano que aparece primero en el listado es Tigres, que aparece en el sitio 103. Luego viene León en el 147. Monterrey aparece como 150. América y Pachuca están empatados en el lugar 172. Toluca es el 210 y Chivas, el 262. México, como se puede ver, no tiene referentes que puedan decirse atractivos a nivel internacional.

Hubo una ocasión en la que un equipo mexicano fue el mejor club del ranking mundial de la IFFSH. Fue en abril 2002 con Monarcas Morelia. El equipo que entonces dirigía Rubén Omar Romano había tenido meses de muy buen rendimiento en el campeonato local, pero sobre todo explotó en la Copa Libertadores de aquel año, en la que disputó 10 partidos, ganó seis, empató dos y perdió dos. La suma de sus puntos en los dos ámbitos, nacional e internacional, le permitió estar en la cima del ranking por ese mes.

Es claro que Morelia no era entonces el equipo que mejor futbol desplegara en todo el mundo, como tampoco lo es hoy el Real Madrid —que perdió 4-0 en las Semifinales de la Champions League ante el City, que es segundo—. Era un reconocimiento a la constancia, victorias y, también, a la vitrina internacional que representaba jugar en la Copa Libertadores. Hoy México no tiene eso y no es tan malo en términos del ranking, porque aún puede sumar puntos por vía de la Concacaf, y con el torneo nacional, pero es un hecho que el nivel ha disminuido y que la mediocridad e irregularidad que florecen en el futbol nacional se ven reflejadas también ahí.

No hay un solo equipo con la constancia necesaria para estar entre los cien mejores del mundo y vaya que eso es mucho. Ni siquiera a nivel local existe una regularidad elemental para entrar en un centenar de clubes. En México todos le pueden ganar a todos y eso tiene su lado espectacular y sorpresivo, principalmente en las Liguillas. Pero eso no es sinónimo de buen nivel y cada vez queda más claro. Hay que darse cuenta.

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