Lecciones de economía

Soccer Football - Champions League - Quarter Final - FC Barcelona v Bayern Munich - Estadio da Luz, Lisbon, Portugal - August 14, 2020  Bayern Munich's Robert Lewandowski in action with Barcelona's Clement Lenglet and Sergio Busquets, as play resumes behind closed doors following the outbreak of the coronavirus disease (COVID-19)  REUTERS/Rafael Marchante/Pool
El Barça trata de echar el lazo a Robert Lewandowski. (Foto: Reuters/Rafael Marchante/Pool)

Hace unos meses, en el fragor de la tertulia ‘La tribu’ de Radio Marca —y eso, algunas mañanas, puede ser mucho fragor—, Fèlix Monclús aseguró que maneja dos discursos alternativos, según dónde debata: “Haré el análisis en positivo, porque el único que defiende los colores del FC Barcelona en esta tertulia esta mañana soy yo. Quizá sea un poco más crítico en mi programa [local para Cataluña]”. Cuando le acusaron, entre risas, de tener doble cara, Monclús quiso matizar, pero vino a decir lo mismo: “No es doble cara, es que lógicamente he de precisar dónde estoy y para quién estoy hablando. Como único defensor del Barça, prefiero verlo todo en positivo y ya entraré en los déficits del equipo. Son dos discursos que pueden ir paralelamente pero son para distintos escenarios y para distintos públicos”.

Recordé esta confesión la semana pasada escuchando otro programa, ‘Radioestadio noche’, de Onda Cero. He perdido la cuenta de las broncas que, durante la presente temporada, nos ha deparado la redacción de deportes de esta emisora. El miércoles fueron Edu Pidal y Alfredo Martínez quienes se enzarzaron en una discusión sobre la economía del Barça.

Martínez, hombre fuerte de los deportes de Onda Cero en Barcelona, comenzó asegurando que el Barça es “el club que más dinero ingresa, el club más rico del mundo, entre comillas”, al nivel de Real Madrid y Manchester United. “Ingresar más dinero no es ser el más rico”, le precisó Pidal; “te equivocas muchas veces en lo económico, porque lanzas un titular, lo dejas ahí y nadie te contesta”. Buen rollito.

"Tengo suficientes nociones económicas para decirte que el Barcelona no tiene problemas de liquidez, porque tiene ahora mismo un préstamo de 15.000 millones [son 1.500] de Goldman Sachs, no tiene problemas de dinero, tiene problemas de ajustarse a las normas de LaLiga. El Barcelona, si pide un crédito, se le concede a muy bajo interés. El problema es que no se le permite jugar con las normas pero es un club que genera suficiente dinero, tanto como el Madrid".

Martínez remató su intervención con un par de chulerías para su compañero: “¿Qué más quieres que te explique? ¿Quieres que te dé una clase de economía? Hay que documentarse cuando uno habla”. Posteriormente, le invitó también a “quitarse la cera de los oídos”. Mientras, Pidal sostenía que los activos que el Barça ha aprobado vender suponen “hipotecar el futuro”: “Te escucho explicarme la economía del Barça desde hace tiempo y resulta que no lo has explicado bien”.

La discusión fue mucho más larga y bastante más desagradable. Al día siguiente, en 'Radioestadio noche' hablaron con Marc Ciria, un economista que, por su condición de culé, es requerido de forma asidua por muchos medios para estos análisis. Martínez aprovechó para preguntarle, con la esperanza de que le diera la razón, y repitió los argumentos de su agria discusión 24 horas antes: "¿El Barça es un club con dificultades o lo que tiene es un problema de fair play [financiero]? Porque liquidez, con los acuerdos que tiene firmados, si mañana quiere ir a por Lewandowski... sin ningún problema, ¿no?"

Para su sorpresa, Ciria le respondió algo parecido a lo que le había dicho Edu Pidal: "El Barça es un club que era rico y se empobreció muchísimo, eso lo demuestra el nivel de deuda que ha adquirido. [...] La situación de vernos obligados a vender parte de activos estratégicos define la situación de iliquidez que tenía el club si no los vendía".

Alfredo Martínez, el mismo que el día anterior se había ofrecido a ilustrar a su compañero, el mismo que había montado en cólera al oír que el Barça actual no es un club rico, se hizo pequeño en antena y no dio a Ciria la menor réplica. La fiera había mutado en corderito. Y aquí fue cuando me acordé de Monclús y sus discursos paralelos: uno para defender al Barça de lo que dicen en Madrid —incluso cuando es verdad— y otro de consumo interno. A quienes lean esta columna de los martes la actitud tampoco les pillará por sorpresa. Tras ese artículo que les enlazo, Alfredo Martínez me bloqueó en Twitter, y eso que ninguno de los dos seguía al otro. A ver dónde encuentro yo ahora a otro que me dé estas lecciones de economía.