La cama milagrosa que mejora el rendimiento de los futbolistas de élite: ¿mito o realidad?

Imagen ilustrativa de archivo. Crédito: Getty Creative
Imagen ilustrativa de archivo. Crédito: Getty Creative

Además de la dieta Paleo y su afición al Croossfit, Marcos Llorente le adjudica su fabuloso estado físico y rendimiento a un insólito hábito: descansar en una cama que promete mejorar el sistema inmune y reducir la edad biológica de los durmientes.

Tanto confía en su colchón que el centrocampista del Atlético se lo ha llevado a la concentración de la Selección Española en Las Rozas. Y su entusiasmo ha contagiado a sus compañeros Koke, Aymeric Laporte, Álvaro Morata y Eric García, que también trasladaron sus camas inteligentes.

"HOGO es muy utilizado por deportistas que quieren mejorar su rendimiento y su descanso”, asegura la web de los fabricantes.

La firma española HOGO se jacta de haber desarrollado un colchón tecnológico, manufacturado con materiales naturales y ecológicos que canalizan y protegen a las personas de la contaminación electromagnética y la radiación.

¿Cómo funcionan?

Se trata de un sistema de seis piezas con varios principios: somier, colchón, sábanas, almohadas y una manta, fabricados con fibra de coco de Ecuador, cashmere del Tíbet y lana merina de Nueva Zelanda, entre otros. No se utilizan materiales sintéticos ni derivados del petróleo, lo que produciría un efecto termorregulador, que ayudaría a mantener la temperatura corporal y evitaría los procesos de sudoración o frío que pueden interrumpir el sueño.

Además, la cama está rodeada por una malla de grafito y plata, que son electroconductores, conectada a una toma de tierra que genera una burbuja natural con la que ayudaría al organismo a eliminar la contaminación electromagnética acumulada durante el día y lo asilaría de la contaminación del ambiente.

Antes de instalar una de estas camas, profesionales de la marca realizan un estudio personalizado de cada cliente y adaptan su sistema de descanso a la altura, peso y ergonomía del usuario. Por todos estos lujos, el precio de dormir en una de estas no es accesible para cualquiera: la más cara cuesta 39,500 euros y la más barata, 18,500.

Gracias a Instagram también nos enteramos de que Marcelo y Georgina Rodríguez, la pareja de Cristiano Ronaldo, también depositan su confianza en estos colchones.

Colchones saludables, ¿mito o realidad?

Un estudio realizado por equipos de fisiología de la Universidad Complutense de Madrid y Universidad de Granada observaron el descanso de 43 voluntarios durante 60 días. Sin saber el tipo de cama en el que dormían, solo 11 de ellos lo hicieron en una de sistema HOGO y el resto, en una estándar.

De acuerdo con la investigación - publicada en prnewswire y avalada por la revista Environmental Health- descansar sobre materiales naturales y libres de campos electromagnéticos, es la clave: al mitigar los campos electromagnéticos y las radiaciones, quienes utilizaron las camas HOGO mostraron una significativa mejora del sistema inmunológico y reducción de procesos oxidativos e inflamatorios del organismo.

Es como un burbuja que te va limpiando mientras descansas”, explica la líder del estudio Mónica De la Fuente.

El estudio también determina que en todos los casos en los que las personas que descansaron en esta cama lograron ralentizar la velocidad de su envejecimiento. Detalla que su uso reduce los niveles de cortisol (hormona del estrés), e incrementa la producción de melatonina de forma natural (hormona que regula el ciclo del sueño).

Por otro lado, la tecnología y la materialidad del producto mejoran la circulación sanguínea, aumentar las defensas antioxidantes y antiinflamatorias, y ayudan a las personas a entrar en la fase REM de sueño de forma más rápida.

Sin dudas que dormir bien nos ayuda a todas las personas a rendir mejor pero… ¿puede una cama tener tantos beneficios para la salud?

De acuerdo con Hipertextual la respuesta es no: el producto es un engaño. Un artículo publicado en el portal enumera diversos puntos que llevan a pensar en errores de metodología en la investigación y falta de evidencia científica que lo respalde. Luego de entrevistar a diversos especialistas, las conclusiones fueron las siguientes:

  • Las propiedades casi milagrosas de las camas se basan en la protección contra los campos electromagnéticos. Sin embargo, los campos electromagnéticos a los que nos exponemos en nuestra vida cotidiana ya están por debajo de los límites que se consideran seguros. Por lo tanto no habría nada de lo que protegerse.

  • La web de HOGO asegura que su cama genera una “burbuja protectora” gracias a una malla de plata y grafito. Sin embargo, Alberto Nájera, físico y profesor en el Área de Radiología y Medicina Física de la Universidad de Castilla-La Mancha, explica que una cama solo podría protegernos de las radiaciones que llegan del suelo, porque el resto del cuerpo está al aire.

  • Respecto a la metodología de estudio, Hipertextual argumenta que el número de voluntarios es una muestra muy pequeña como para obtener conclusiones sólidas. Además asegura que todos los participantes eran amigos o familiares de trabajadores de la empresa.

  • Antes de empezar y al terminar la rutina de descanso, a los voluntarios se les realizaron estudios de sangre para medir parámetros relacionados al sistema inmunitario, estrés y edad biológica. De acuerdo con Hipertextual no hay explicaciones detalladas de cómo se han analizado esos parámetros, con lo cual la información obtenida no alcanza como para inferir si la mejora de resultados tiene que ver con la cama.

  • En este sentido, otro de los beneficios que los fabricantes prometen es el rejuvenecimiento. Sin embargo, según ha explicado Francisco Vargas, médico-epidemiólogo y director científico del Comité Científico Asesor en Radiofrecuencias y Salud (CCARS), la edad biológica de una persona no es tan fácil determinar, ya que influyen muchísimos factores, como su herencia genética, su estilo de vida o incluso su nivel económicos.

Efecto placebo

Hipertextual concluye en que si a los famosos les funciona, se trataría simplemente de sugestión.En definitiva, dormir en esta cama contra los campos electromagnéticos tiene exactamente los mismos efectos que hacerlo en cualquier otra con un colchón adecuado, que aún no esté vencido por el uso durante años. La única diferencia es que con el sistema de descanso Hogo serás 40.000 euros más pobre”, asegura.

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