El líder checheno tiene más interacciones con los peleadores de la UFC en medio las sanciones estadounidenses

Mientras la guerra en Ucrania se acerca al invierno, Ramzán Kadírov, uno de los aliados más cercanos del presidente ruso, Vladimir Putin, está ganando más visibilidad y forraje propagandístico a través de sus conexiones con los peleadores de Ultimate Fighting Championship (UFC) y de otras artes marciales mixtas (MMA, por su sigla en inglés).

Y aunque la UFC como compañía ha declarado en repetidas ocasiones que su negocio no tiene conexiones con Kadírov y que cumple con todas las leyes, los funcionarios del gobierno de Estados Unidos afirman estar al tanto de los aparentes vínculos entre los atletas de la UFC y Kadírov, el líder autoritario de Chechenia, quien enfrenta severas restricciones legales.

Kadírov ha proporcionado soldados para apoyar a las fuerzas rusas que combaten en Ucrania y ha sido uno de los animadores más agresivos de la invasión: en un momento le pidió a Putin que utilizara un arma nuclear de baja potencia contra Ucrania. Kadírov también es dueño de varios negocios vinculados con las artes marciales mixtas que han sido restringidos por el Departamento del Tesoro para los ciudadanos estadounidenses y otras personas que busquen hacer negocios en Estados Unidos. Entre esos negocios se encuentra Akhmat MMA, un gimnasio que entrena y patrocina luchadores, y las restricciones también impiden que las personas hagan negocios con Kadírov.

Aun así, el evento principal del UFC 282 del sábado pasado presentó a Magomed Ankalaev, quien ha sido patrocinado por Akhmat durante casi toda su carrera, compitiendo por el campeonato de peso semipesado.

Ni Ankalaev ni su oponente ganaron el cinturón tras un inusual empate dividido. Sin embargo, la pelea fue el más reciente de una serie de momentos que han vinculado a personalidades de la UFC con Kadírov y personas de su entorno.

El mes pasado, tres excampeones de la UFC visitaron Chechenia a instancias de Kadírov, quien fue reprendido por primera vez con sanciones del Departamento del Tesoro en 2017 y ha sido acusado de una amplia gama de abusos contra los derechos humanos, incluido el secuestro, la tortura y el asesinato de personas LGBTQ en Chechenia. Kadírov recibió sanciones adicionales relacionadas con la guerra en septiembre, al igual que sus esposas e hijos adultos.

El excampeón de peso wélter de la UFC Kamaru Usman, el excampeón de peso mosca Henry Cejudo y el excampeón interino de peso ligero Justin Gaethje fueron fotografiados en noviembre probando lanzagranadas y rifles de asalto en la Universidad de las Fuerzas Especiales Rusas en Chechenia. La instalación se utiliza para entrenar a las unidades de las fuerzas especiales de Rusia, incluidas las que están participando en la guerra.

Usman, Gaethje y Cejudo también asistieron a la fiesta de cumpleaños de uno de los hijos adolescentes de Kadírov. Para Usman, esta era la tercera visita a Chechenia desde 2020 y la segunda desde que el Departamento del Tesoro impuso sanciones directas a los negocios de MMA de Kadírov.

Algunos peleadores chechenos de MMA, como la estrella revelación de la UFC Khamzat Chimaev, también tienen vínculos estrechos con Kadírov.

Ali Abdelaziz, el agente que representa a Usman, Gaethje, Cejudo y Ankalaev, entre muchos otros peleadores, no respondió a los mensajes en busca de comentarios. Tampoco lo hizo el agente de Chimaev.

El domingo, en Twitter, Gaethje afirmó que no ha conocido nunca a Kadírov, pero reconoció su viaje a Chechenia. “Fui a la fiesta de cumpleaños de los niños”, afirmó. “También me gusta disparar armas”.

Las amplias sanciones por lo general están diseñadas para disuadir a las personas de tomar medidas que beneficien a quienes enfrentan restricciones financieras o de otras maneras. Incluso interacciones simples podrían estar sujetas a sanciones severas.

Un funcionario del Departamento de Estado familiarizado con las investigaciones de los acuerdos comerciales de Kadírov afirmó a través de un comunicado: “El Departamento de Estado está al tanto de la asociación de Kadírov con los peleadores chechenos de la UFC”. El funcionario no estaba autorizado para discutir públicamente la aplicación de las sanciones del Departamento del Tesoro y compartió la declaración bajo condición de anonimato. Aunque el Departamento de Estado había señalado con anterioridad los vínculos de Kadírov dentro de los deportes de combate, la declaración es su primera mención directa de los vínculos de los atletas de la UFC con Kadírov.

En octubre, en UFC 280, el cual se llevó a cabo en los Emiratos Árabes Unidos, Chimaev se sentó en primera fila junto con dos de los hijos adolescentes de Kadírov, quienes son menores de edad y no están incluidos en las sanciones. Chimaev y uno de los menores, que tiene 14 años, posaron para una fotografía con el presidente de la UFC, Dana White. La imagen apareció más tarde en una cuenta de Instagram asociada con Kadírov, quien desde hace mucho tiempo ha utilizado fotografías similares para pulir su reputación.

A través de un comunicado, la UFC afirmó que no tenía “ninguna relación contractual ni trato comercial con Ramzán Kadírov” ni con nadie afiliado a él. Agregó que los más de 600 peleadores provenientes de más de 70 países eran contratistas independientes, “que tienen control sobre muchos aspectos de sus carreras, incluidos los lugares donde entrenan o dónde viven cuando no están compitiendo”.

Maxim Grishin, un peleador de Akhmat MMA nacido en Rusia, tenía programado pelear en Las Vegas el 5 de noviembre, pero su combate fue cancelado de manera abrupta unos días antes. Grishin declaró en una entrevista con un medio de comunicación ruso que tuvo problemas para obtener una visa.

Grishin afirmó que no creía que su afiliación con Kadírov hubiera causado sus dificultades en el viaje, pero también reveló que le habían aconsejado no hacer pública su amistad con el líder checheno.

La UFC se negó a responder preguntas sobre Grishin. Cuando se le preguntó acerca de las negaciones de visas a ciudadanos rusos, un portavoz del Departamento de Estado afirmó que los registros de visas eran confidenciales y que, por ley, no podía proporcionar detalles sobre visas individuales.

En septiembre, el Departamento de Estado anunció restricciones de visa contra 910 rusos en respuesta a la invasión a Ucrania, así como sanciones contra otros funcionarios rusos clave.

“Haremos rendir cuentas a cualquier individuo, entidad o país que brinde apoyo político o económico a los intentos ilegales de Rusia de cambiar el estatus del territorio ucraniano”, afirmó el secretario de Estado Antony Blinken en el anuncio.

c.2022 The New York Times Company