Al menos 25 miembros de las fuerzas internacionales heridos en las protestas en Kosovo

Al menos 25 miembros de la fuerza internacional desplegada en Kosovo han resultado heridos en los disturbios en las manifestaciones que han tenido lugar en tres municipios del norte.

Los serbios empezaron a enfrentarse con la policía por la mañana en el municipio de Zvecan, 45 kilómetros al norte de la capital, Pristina. Por la tarde, los soldados de la KFOR pidieron a los serbios que despejaran el camino a dos vehículos de las fuerzas especiales de policía kosovares.

A continuación, los soldados utilizaron gases lacrimógenos y granadas de aturdimiento para proteger a los agentes kosovares de los vehículos y dispersar a los manifestantes. Los serbios congregados respondieron lanzando piedras y otros objetos duros.

Cientos de serbios se habían congregado para exigir la retirada de los Ayuntamientos de nuevos alcaldes, de la mayoría albanesa, elegidos el pasado abril en unas elecciones boicoteadas por la comunidad serbia.

También exigen la retirada de la policía especial kosovar, que el pasado viernes recurrió a gases lacrimógenos para romper el bloqueo de los serbios para impedir la entrada de los alcaldes a los Ayuntamientos de esas localidades, donde los serbios son mayoría.

La Primera Ministra italiana, Giorgia Meloni, expresó su "más enérgica condena" por el ataque "absolutamente inaceptable e irresponsable" contra la misión KFOR, en el que "resultaron heridos soldados italianos".

"No toleraremos nuevos ataques contra la KFOR. Es esencial que se eviten nuevas acciones unilaterales por parte de las autoridades kosovares y que todas las partes den inmediatamente un paso atrás para reducir las tensiones", añadió en un comunicado.

Once soldados italianos resultaron heridos, "tres de los cuales se encuentran en estado grave", declaró el ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani, en un tuit.

Soldados de la misión KFOR de la OTAN, encargada de vigilar la seguridad en Kosovo, están desplegados entre unidades de la policía especial kosovar, que se encuentra frente a las instalaciones municipales, y los manifestantes.

La primera ministra serbia, Ana Brnabic, criticó la gestión de estos agentes.

"Hoy [la KFOR] no protege a la gente, no protege la democracia, no protege las instituciones. Hoy están ahí para proteger a los usurpadores de la democracia y a la gente corriente, a los ciudadanos de a pie. Pero tenemos que seguir preservando la paz", dijo Brnabic.

Los serbios del norte de Kosovo no reconocen la autoridad de los nuevos alcaldes, elegidos el pasado abril en unos comicios en los que la participación fue de apenas el 3 % debido al boicot de los serbios, que son minoría en Kosovo pero gran mayoría en cuatro municipios del norte kosovar.

Kosovo, antigua provincia serbia poblada por una gran mayoría de albaneses, proclamó en 2008 su independencia, que Serbia no reconoce.

Ambos países negocian la normalización de sus relaciones sobre un nuevo plan de la Unión Europea, apoyado por Estados Unidos, en un proceso interrumpido con frecuencia por el estallido de tensiones.

La OTAN, y países como Francia, Alemania, Italia, Reino Unido y Estados Unidos han criticado a Kosovo por forzar el acceso de los alcaldes mediante la fuerza, mientras que Rusia responsabiliza a Occidente de la situación de tensión.