Jurgen Klopp no ​​cree que el presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, deba renunciar por la caótica puesta en escena de la final de la Liga de Campeones de la temporada pasada. Sin embargo, el entrenador del Liverpool sugirió que lo acontecido en el Stade de France podría ser un asunto de renuncia para alguien de un cargo importante involucrado en la planificación del evento.

La UEFA fue declarada “principalmente responsable” del “altercado” en la final de París, donde “los paralelismos entre Hillsborough 1989 y París 2022” se describieron en una revisión independiente como “palpables”. La revisión se publicó el lunes después de una investigación sobre los acontecimientos que rodearon el partido del 28 de mayo de 2022, en la capital francesa.

La policía francesa fue criticada por su trato a los aficionados, que incluía el uso de gases lacrimógenos, mientras que la revisión decía que era “notable que nadie perdiera la vida”. Ante eso, Klopp sugirió que el lugar fue mal elegido en primera instancia y se le preguntó al DT de los Reds sobre el resultado de la revisión, que se produjo en una semana en la que se confirmó que Ceferin no tendría oposición para otro período en la presidencia de la UEFA.

Con respecto a si Ceferin debería renunciar, Klopp dijo: “No. No estoy seguro de quién tomó la decisión, para ser honesto. También soy el jefe de algunas personas, y en muchas cosas no estoy al 100 por ciento sobre el tema. Obtengo información de diferentes personas, y luego tomas una decisión. Cuanto mejor sea la información que obtengas, mejores serán las decisiones”.

“No creo que el señor Ceferin haya tomado la decisión, pero alguien reunió todos los papeles diciendo cuál es el mejor lugar. No puedo verlo volando a París o Roma o Berlín y diciendo: 'Oh, no es tan bueno'. Hay otras personas que combinan eso. Tal vez uno de ellos debería pensar si no hay un lugar mejor para ellos en otro trabajo, no lo sé”, afirmó el entrenador alemán.

Además, añadió: “Pero creo que realmente París fue el peor [lugar] posible disponible en esa área específica ese día. No es un estadio al que se acostumbre todas las semanas, cada dos semanas, como lo son muchos grandes estadios en Europa”.

“Desde el primer momento, pensé que no era una buena idea [jugar el juego en París]. Algunas personas que trabajan allí deberían haberlo hecho mejor. Todos los que estuvieron allí saben que las personas que trabajaron allí no sabían al 100% qué estaban haciendo exactamente”, finalizó el estratega, que este sábado tendrá un difícil reto ante Newcastle.

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