Julián Rodríguez Seguer, el futbolista del ascenso que anotó el gol más rápido de la historia del fútbol argentino

Una acción que quedará marcada en los libros del fútbol seguramente, durante muchos años. El protagonista se llama Julián Rodríguez Seguer y es futbolista del humilde Club Social y Deportivo Liniers. Él fue el encargado de anotar el único tanto del triunfo de su equipo por 1 a 0 ante Claypole, en el duelo de la cuarta fecha de la Primera C. Pero lo más importante: este futbolista se metió en la historia por anotar el gol más rápido de todos los tiempos en el fútbol argentino.

Cuando el árbitro del partido, Nicolás Kresta, dio la orden para que comenzara el partido que se jugó en el estadio Ramón Roque Martín, el equipo visitante fue quien movió del medio. Pero Rodríguez Seguer vio adelantado al arquero del local, Eros De Luca, y no dudó en ningún momento en rematar desde la mitad de la cancha. La pelota llevó un trayecto perfecto e ingresó en el arco cuando el reloj marcaba apenas 4 segundos de partido. De esta manera, se transformó en el tanto más veloz del fútbol argentino.

Fue una verdadera joya la del número 9 del conjunto visitante, que desató la locura de sus compañeros que fueron a abrazarlo. El tanto tempranero de Rodríguez Seguer se convirtió en récord, y superó una marca que parecía imposible de batir: la que ostentaba Carlos Dantón Seppaquercia, que el 18 de marzo de 1979, jugando para Gimnasia y Esgrima La Plata, anotó a los 5 segundos en el empate 1-1 frente a Huracán, en el Torneo Metropolitano de primera división.

Un antecedente cercano

Vale destacar que hace pocos días se marcó el segundo gol más rápido de la historia del fútbol. Esto ocurrió en el estadio Nino Vaccara del S.C. Mazarese, equipo que milita en el campeonato regional de Sicilia, y fue obra de Gioacchino Giardina. El capitán del local sorprendió al arquero rival con un remate preciso para anotar su tanto a tan solo 3.81 segundos de iniciado el partido.

Por su parte, el gol más veloz de todos continúa siendo el marcado por el saudí Nawaf Al Abed. El exjugador de Al Hilal remató desde la mitad de la cancha y la pelota ingresó en el arco cuando se jugaban 2.3 segundos. Una marca difícil de romper, pero los récords siempre están para ser destronados.