Jugador de los Marlins se pega a los .400 y Miami pasa por encima de unos Reales que no encuentran el trono

Comparen a estos Marlins con un boxeador de talento al que le colocan en el ring a uno mediocre: tiene que ganarle sí o sí, porque si pierde, ¿de qué sirve hablar de futuro en el ring?

Eso es lo que han sido Oakland y los Reales hasta el momento, dos rivales que no llevan agua al molino de los playoffs.

Miami, como esos púgiles superiores ha hecho lo que debía: sacarlos del cuadrilátero aprovechando sus propias fuerzas y utilizando las grietas, demasiado evidentes, de dos equipos cuyas victorias combinadas (30) no superan las de los peces (33).

Y así como vinieron de abajo para cerrar la serie contra los Atléticos, los Marlins comenzaron el siguiente enfrentamiento este lunes contra los Reales en gran manera al borrar una desventaja de cuatro carreras para imponerse 9-6 a Kansas City, delante de 7,232 aficionados en el loanDepot park, el cuarto triunfo consecutivo del equipo.

“Fue un juego de un béisbol limpio para nuestro equipo’’, comentó el manager Skip Schumaker. “Un esfuerzo de todos donde la parte de abajo de la tanda produjo y hombres como Bryan de La Cruz y Luis Arráez nos llevaron a la victoria’’.

Ya quisieran ambos equipos contar con un pelotero como Arráez, quien pegó tres imparables en el encuentro y elevó su promedio de bateo a .399, o tener a uno de la talla de De La Cruz, que disparó su octavo cuadrangular de la temporada.

Lo de Arráez es realmente impresionante porque este fue su octavo encuentro del 2023 con al menos tres hits -dos sencillos y un doble-, además de convertirse en el quinto jugador de la franquicia que suma 10 indiscutibles en un lapso de tres encuentros.

¿En serio .399 y solo estamos a 5 de junio?

“Te mentiría si digo que no he visto el número porque lo muestran en las pantallas’’, afirmó Arráez.

“Lo que importa no es que yo esté bateando, sino que el equipo está ganando y que mi bateo contribuye a eso. Todavía queda mucho por hacer, pero vamos bien’’.

Los Atléticos y los Reales ejemplifican uno de los problemas que poseen las Grandes Ligas, no solo por que se encuentran en el sótano de sus respectivas divisiones y ni siquiera dan un vestigio de competencia, sino porque sus respectivas reconstrucciones parecen ir de parte alguna a ninguna parte.

Algunos dirán, con razón, que Miami ha jugado por encima de sus expectativas precisamente por estos choques contra equipos hundidos en el horizonte, pero eso es lo que se espera cuando asomen por La Pequeña Habana estos barcos a punto del naufragio: hundirlos bajo la línea de flotación.

Oakland jugó una pelota atroz, pero Kansas City tampoco ofreció una versión alentadora y los Marlins, como esos escualos que sienten la gota de sangre en el agua, les dieron con todo, especialmente en una cuarta entrada de cuatro anotaciones que siguió a un ataque de dos carreras en el tercero.

Braxton Garrett no tuvo siquiera eso que dan en llamar una apertura de calidad al permitir cuatro anotaciones en cinco episodios, pero eso quedó en un segundo plano porque de la forma en que están jugando estos peces y de la manera en que se presentaron los Reales, no hubo necesidad de una joya.

EL JUEGO DEL MIÉRCOLES EMPIEZA A LAS 6:10 (POR EL HEAT)

Normalmente, no habría muchos conflictos de horarios entre los equipos deportivos profesionales del sur de Florida en junio. Este año, con los Miami Heat y los Florida Panthers inmersos en sus respectivos campeonatos, los Marlins han tenido que hacer ajustes especiales.

El partido del miércoles de los Marlins contra los Reales en el loanDepot park se ha adelantado a las 6:10 p.m., según anunció el equipo el lunes.

Originalmente programado para las 6:40 p.m., pero el cambio permitirá a los aficionados al deporte del sur de la Florida ver tanto a los Marlins como al Heat.

El tercer partido de la Final de la NBA entre el Heat y los Nuggets se disputará en el Kaseya Center este miércoles a las 8.30 p.m.

Con el reloj de lanzamiento instituido al comienzo de esta temporada, los juegos de nueve entradas se completan más rápido.

Según MLB.com, la duración media de los partidos durante las tres primeras semanas de la temporada se redujo a 2:37 horas, casi media hora menos que la media de 2022.