Juegos Paralímpicos Tokio 2020. Iñaki Basiloff, promesa argentina en natación: “Para mí, la discapacidad no es un límite, sino más bien otro obstáculo que debo superar”

Iñaki Basiloff nada una prueba de la categoría S7 de 400 metros libre en los Juegos Paralímpicos Tokio 2020.
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Iñaki Basiloff y Matías De Andrade cerrarán la participación argentina en natación en los Juegos Paralímpicos de Tokio. Debutantes en una cita paralímpica, son caras de la renovación generacional de su deporte en el país. Ya dieron aviso de su potencial y tomaron envión para lo que vendrá, que incluye la participación en la noche argentina de este jueves. Desde las 21.19, De Andrade competirá en una serie clasificatoria en la categoría S6 de los 100 metros pecho, y a las 21.50 Basiloff hará lo propio pero en la S7 de los 50 mariposa.

La natación, con 61 medallas, es el segundo de los deportes que más preseas dieron históricamente a la argentina en Juegos Paralímpicos, detrás del atletismo, que cosechó 77. La última para la delegación fue la obtenida por Fernando Pipo Carlomagno, con su segundo puesto en la prueba de los 100 metros espalda S7. Y si bien en Tokio la cantidad de podios fue menor que las de años anteriores para la Argentina, el recambio generacional ilusiona a largo plazo. Hay nadadores, como Basiloff, que prometen y entusiasman como posibles figuras mundiales futuras.

“Esperamos seguir evolucionando como hasta ahora y ayudar a que la natación paralímpica argentina llegue a lo más alto. El recambio generacional, la importante cantidad de jóvenes que se suman al deporte y las permanentes capacitaciones dan muestra del crecimiento de esta disciplina en el país y eso nos hace sentirnos muy orgullosos”, apuntó el entrenador de la selección, Juan Zucconi. La Argentina llevó a Tokio diez nadadores que habrán participado en 22 pruebas. Hasta el momento cosechó ocho clasificaciones para finales y una medalla plateada.

Daniela Giménez finalizó cuarta en la final de los 100 metros pecho SB9 y Nadia Báez fue quinta en la de 100 pecho SB11, en la que alcanzó su mejor marca personal. Además, en la definición de 100 metros espalda S7 hubo tres argentinos, una cantidad que no se daba en una misma final desde Tokio 1964. Aquella vez lo hicieron Silvia Cochetti, Estela Falocco y Amelia Mier, en la clase especial de 50 metros pecho, y las tres accedieron al podio, en ese orden, de oro a bronce. Ahora, en Tokio 2020, Basiloff finalizó séptimo y Lucas Poggi fue octavo, detrás del segundo lugar de Carlomagno.

Basiloff, de 20 años, compitió en cuatro pruebas S7 –la de este jueves será la quinta– y accedió a tres finales (la excepción fue la de 50 metros libre). Alcanzó el cuarto puesto en los 200 metros combinados y en los 400 libre, y en los 100 espalda fue séptimo. Sus buenos resultados son una ratificación de lo sugerido en los Juegos Parapanamericanos Lima 2019, en los que cosechó seis medallas, una por cada especialidad en la que participó, y un récord en 400 libre. Un mes más tarde, en el Mundial Dubái 2019, fue tercero en esa distancia.

A los dos años Basiloff sufrió una mielitis traversa que afectó el desarrollo muscular en sus piernas, y le recomendaron la natación como método de rehabilitación. El club Alta Barda fue su refugio, su hogar, donde le tomó el gusto al deporte. Luego, dadas sus buenas marcas, cambió al club Cipolletti y tras consagrarse en los regionales, River Plate se interesó por él y lo llamó para que formara parte de su equipo. La mudanza a Buenos Aires estuvo acompañada por cambios en su estilo de vida, pero nada de lo cual se arrepienta. Lejos de achicarse, Iñaki se proyecta y sueña.

“Empecé por rehabilitación y de a poco me motivaron. Cada vez me entrenaba más y así empecé a entrar a los equipos de la selección. Me encantó”, dijo en marzo de 2019 para LA NACION. En aquel momento, Tokio era un anhelo, una meta por alcanzar. Dos años y varias competencias después, el joven nacido en Neuquén ya tuvo su debut paralímpico y buenos resultados. Por delante tiene los Juegos Parapanamericanos Santiago 2022, el Mundial y, en caso de clasificarse, los Paralímpicos París 2024.

“No soy de pensar mucho hacia atrás ni de trazarme objetivos a muy largo plazo, pero sí me pongo a pensar en todo lo que logré en estos casi ocho años de carrera. Es increíble. Para mí, la discapacidad no es un límite, sino más bien otro obstáculo que debo superar”, señala el nadador de expresión tímida pero segura una vez dentro del agua.

La mejor actuación paralímpica global albiceleste se dio en Tokio 1964, con 16 medallas (cuatro doradas, seis plateadas y seis de bronce). En Roma 1960, los Juegos Paralímpicos, la delegación obtuvo seis podios, todos en natación (dos primeros puestos, tres segundos y un tercero). En Montreal 1976 alcanzó nueve, y en Arnhem 1980 (sede neerlandesa, alternativa a Moscú, donde tuvieron lugar los Juegos convencionales), 11. Desde Atlanta 1996 obtuvo una presea por cita, salvo en Atenas 2004, cuando ganó dos.