Juan Reynoso, de romper la maldición de Cruz Azul a provocar la suya

Juan Reynoso llegó a Cruz Azul para terminar con las funestas y trágicas historias que se habían vivido por más de 23 años en los que el título de Liga se resistió a ser conquistado. Sin embargo, para el Clausura 2021 los fantasmas fueron ahuyentados, el pasado sepultado y, por fin, la gloria pudo ser palpada nuevamente.

Reynoso dotó al equipo de un carácter tremendamente competitivo y con una idea de juego bien definida. Entendió a la perfección las capacidades del plantel y aprovechó al máximo las cualidades y aptitudes que cada uno de sus jugadores poseía.

La directiva, encabezada en ese entonces por el presidente deportivo Álvaro Dávila, estaba satisfecha y contenta con el resultado. Las expectativas sobre Reynoso aumentaron de inmediato y, con ello, la lista de objetivos también. No bastó con que el técnico peruano rompiera una de las sequías más largas del futbol mexicano, sino que ahora debía acumular trofeos y llenar las vitrinas del club.

Juan Reynoso celebra el noveno título de Cruz Azul. (Foto pot Mauricio Salas/Jam Media/Getty Image
Juan Reynoso celebra el noveno título de Cruz Azul. (Foto pot Mauricio Salas/Jam Media/Getty Images)

A menos de un año de esa hazaña la situación de Reynoso ha dado un giro radical. Los resultados no fueron los esperados y, de a poco, la relación con la gente de pantalón largo se ha tensado y deteriorado por diversos motivos dentro y fuera de la cancha.

El aspecto deportivo fue el primero en flanquear. Tras haber sido campeón, la siguiente campaña fue eliminado en la ronda de repechaje por Monterrey después de una fase regular que dejó muchas dudas y en la que no se pudo ver al Cruz Azul atractivo y determinante que consiguió la novena. En la Concacaf Champions League el destino fue similar. Los mismos regiomontanos fueron el verdugo de los celestes y los golearon en las semifinales del certamen.

El único torneo en el que ‘La Máquina’ pudo coronarse fue en el Campeón de Campeones al vencer al León. Aunque esto de poco sirvió, pues al ser una competencia amistosa sin absolutamente nada en juego, directiva y afición le dieron poca importancia. Además, hay que añadir que un par de meses después perdió la Campeones Cup (otro torneo amistoso) frente al Columbus Crew de la MLS. Con esto, el triunfo contra los esmeraldas pasó aún más desapercibido.

Luis Abram y Erik Lira tras la eliminación en Concacaf Champions League frente a Pumas. (Foto por Manuel Velasquez/Getty Images)
Luis Abram y Erik Lira tras la eliminación en Concacaf Champions League frente a Pumas. (Foto por Manuel Velasquez/Getty Images)

Sin embargo, los problemas no pararon ahí para Reynoso y Cruz Azul. En la ventana de transferencias de cara al Clausura 2022 salieron del club más de 10 futbolistas, varios de ellos figuras y artífices del campeonato, pese a la solicitud del estratega sudamericano de no desmantelar el plantel.

No obstante, el arranque de la temporada fue muy bueno para una ‘Máquina’ que parecía estar aceitada de nueva cuenta, cosechando tres triunfos y un empate en los primeros cuatro partidos. Sin demostrar el nivel del Clausura 2021, Cruz Azul dio destellos de un juego propositivo y contundente que hacía meses no mostraba.

Cuando todo indicaba que el equipo volvía a caminar, la repentina y sorpresiva salida de Álvaro Dávila impactó negativamente al club. Su puesto lo ocupó Jaime Ordiales y, según diversos reportes, esta decisión no fue bien vista por Reynoso, provocando que la relación entrenador-directiva empeorara de manera sustancial.

Desde ese instante el funcionamiento de los cementeros se vio seriamente afectado, pues de los siguientes 10 partidos únicamente ha podido ganar tres y ha tenido resultados muy dolorosos como lo fueron las derrotas de último minuto frente a Necaxa y Santos, así como la eliminación, otra vez, en semifinales de la Concacaf Champions League a manos de los Pumas.

Reynoso durante el partido frente a Chivas. (Foto por Alfredo Estrella/AFP via Getty Images)
Reynoso durante el partido frente a Chivas. (Foto por Alfredo Estrella/AFP via Getty Images)

A la ecuación hay que sumarle la mala fortuna que Reynoso ha tenido en materia de lesiones, pues elementos muy importantes como Jesús Corona, Carlos Rodríguez y Juan Escobar se han perdido encuentros vitales por este motivo.

Además, su técnico auxiliar fue detenido el día del partido de vuelta de la semifinal frente a Pumas y, a pesar de que fue liberado días después por falta de pruebas, el club lo separó del cargo de manera inmediata.

Todas estas circunstancias parecen estar construyendo algo que parece inevitable: el fin de la era Reynoso. El desgaste es crónico y el cansancio visible. La ola de críticas y cuestionamientos por parte de la afición cada día es mayor. Lo único que parece poder salvar su puesto es el título, una misión que podría ser igual de titánica que la lograda hace menos de un año.

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