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Jota Jordi, reflejo en 'El Chiringuito' del ego que condena al Barça

Jota Jordi, reflejo en El Chiringuito del ego que condena al Barça. Fuente: Twitter/@elchiringuitotv.
Jota Jordi, reflejo en El Chiringuito del ego que condena al Barça. Fuente: Twitter/@elchiringuitotv.

Las dudas en ‘El Chiringuito’ sobre el futuro a corto plazo del Barcelona, en realidad, son las de todos, aunque Jota Jordi trate de despejarlas, demostrando después de estos dos últimos años que no ha aprendido aún la lección de humildad que conlleva la ruina económica del club.

Cuando estás acostumbrado a ser uno de los gigantes europeos, se hace difícil aceptar que el papel en el viejo continente ya no es ni secundario. Que un Eintracht de Frankfurt, noveno de la Bundesliga cuando jugó contra los culés en la Europa League, no podría competirle en condiciones normales los azulgrana. Aceptar la caída de dos o tres peldaños es muy complicado, pero el barcelonismo ha tenido tiempo ya para hacerlo, por el bien de la entidad, y no lo he hecho.

Llega un nuevo mercado de fichajes y pese a la quiebra, Jota Jordi sigue mostrándose ambicioso en términos económicos: “El Barça va a fichar a Lewandowski y a más jugadores”. ¿Cómo? Mediante las llamadas “palancas” del club, que aportarían dinero, y la cesión de patrimonio. Operaciones precisamente de las que no se pueden derivar millones al presupuesto según la regla 1:3, que habla meramente de cesiones o ventas para lograr equilibrar la masa salarial y la suma de caudal para poder fichar.

En palabras de Josep Pedrerol: “Es un milagro que el Barça pueda fichar”.

Claro, Koke Mateu tachó la cosa “de locos”, pues Anillamiento Murthy, presidente del Valencia, se reunió hace dos semanas con Joan Laporta para ofrecerle en un pack a José Gayá y Carlos Soler por unos 60 millones. La respuesta del máximo mandatario blaugrana fue clara y concisa: “No tengo un duro, no puedo comprar a nadie”.

Según Jota Jordi y José Álvarez no es eso, es que el Barça no los quiere. De ambos se viene hablando del interés culé desde el año pasado, además alguna vez mencionado por ambos - ahora - negacionistas. ¿De verdad el Barça no aprovecharía una operación tan ventajosa por dos internacionales españoles según está si pudiese abordarla?

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La prepotencia salió a la luz, claro reflejo de que es una de las losas que más pesa en el barcelonismo para poder salvar al club. La falta de humildad es tremenda.

Álex Silvestre les puso enseguida en su sitio: “Interesar lleva interesando un año entero Gayá al Barça, y Carlos Soler también, otra cosa es que puedan pagarles”. Pedrerol ratificó esto último, dejando en evidencia a la bancada culé del programa: “Lo sabemos aquí hace tiempo”.

El menosprecio a que jugadores del Valencia no tengan la calidad para jugar en el Barça no pasó desapercibido para el director tampoco: “¿Estáis diciendo que los dos jugadores que el Valencia ofrece no son buenos?”.

Evidentemente, es una ganga porque el Valencia también está como está, pero la devaluación de dos jugadores con presente y futuro de alto nivel retrata encarnado en Jota Jordi el gran problema del aficionado medio culé: que no es consciente de la necesidad real de su equipo. Igual el club tiene algo que ver en ello, vendiendo hasta hace dos o tres meses que podría estar en la carrera por jugadores como Erling Haaland.

Al respecto, Pedrerol no podría ser más contundente, ante el orgullo de Jota Jordi sacando que ya existe acuerdo entre Lewandowski y el Barça: “Di la verdad, el acuerdo con Messi estaba cerrado”.

Jordi, visto que la guerra estaba perdida, se fue a por Kike Mateu: “Que venga un valencianista, tal y como está el club, a dar lecciones de cómo tiene que mover las cosas a nivel económico…”.

Mateu en ningún momento se metió en la gestión del Barça, si no que puso en valor el potencial de los futbolistas ches.

Jordi se puso en evidencia rápido de nuevo, pecando de exceso de ego: “Laporta os atiende por respeto y educación, pero que no interesaba. Sois vosotros que venís aquí como si fuera un mercadillo a decir ‘a ver si me compráis esto, por favor’. De verdad, que el ridículo lo habéis hecho vosotros, viniendo a Barcelona a intentar vender activos. Que no nos interesa”.

En plató, Pedrerol fue el primer sorprendido por sus palabras: “¿El ridículo hizo el Valencia yendo a Barcelona?”.

Álex Silvestre, con ironía, volvió a ponerle en su sitio: “No, Laporta quería comer solo. Quería comer, a ver qué tal estaba el menú del sitio. Es que… Jota, por favor, que Laporta está igual de desesperado que el Valencia por vender y por fichar”.

“No hay que hablar desde el púlpito tampoco Jota. No estamos para… ¡bajémonos, bajémonos!”, replicó

Ahí está la clave, el tener que asumir eso. Sin hacerlo, el Barça no va a salir del pozo en el que se encuentra.

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