Josep Maria Minguella va al hueso de Frenkie de Jong en la COPE

Josep Maria Minguella pone la evolución de Frenkie de Jong contra las cuerdas. (Fuentes: Miquel Benitez/Getty Images y REUTERS/Albert Gea)
Josep Maria Minguella pone la evolución de Frenkie de Jong contra las cuerdas. (Fuentes: Miquel Benitez/Getty Images y REUTERS/Albert Gea)

La imagen de Frenkie de Jong entre la afición del Barcelona se deteriora a un ritmo preocupante para él. Desde que llegó al club blaugrana no ha sido el mismo que deslumbró en el Ajax, llevando el timón de un equipo que sorprendió al mundo al colarse en las semifinales de la Champions League haciendo un juego brillante. Una de las voces culés más respetadas, Josep Maria Minguella, le tiene entre ceja y ceja.

El exagente de futbolistas es un analista de tendencia largoplacista. Si la aportación de cualquier jugador al Barça ha sido buena durante años, Minguella tiene mucha más paciencia, incluso en fallos puntuales, con los que considera que en la relación economía-aportación salen caros. Por eso, apenas alza la voz ante los continuos errores grotescos de Sergio Busquets en los últimos tres años, pero sí lo hace para señalar a Frenkie de Jong.

La realidad es que el neerlandés es un jugador que pasa desapercibido y a nivel defensivo muestra más bien una actitud pasiva. Ante el Dynamo en Kiev ha firmado otra noche para el olvido en su calendario. Tanto es así que en 'Tiempo de Juego' ya hay otras voces, más allá de la Minguella, que han dejado caer que no merece ser titular ante la irrupción de Gavi y Nico y el regreso próximo de Pedri.

Durante toda la temporada, Minguella se está mostrando muy crítico con el holandés, pero ya ha llegado un punto en el que hasta le parece que cada vez es peor, y no al revés, como su edad debería hacer pensar: “Este chico ha ido para abajo en lugar de para arriba”.

Entre sus machaques más habituales también se encuentran el de que no tiene carácter suficiente para liderar el centro del campo del Barça, que no corre en defensa y que sus llegadas al ataque son cada vez más reducidas.

Ahora mismo, es la desidia en persona sobre el césped.

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