José Ramón Fernández, el periodista deportivo que amas u odias, pero es una leyenda

José Ramón Fernández en una foto tomada en 2017 durante de la presentación de su libro autobiográfico. |
FOTO: MOISÉS PABLO/CUARTOSCURO.COM
José Ramón Fernández en una foto tomada en 2017 durante de la presentación de su libro autobiográfico. | FOTO: MOISÉS PABLO/CUARTOSCURO.COM

José Ramón Fernández llegó al periodismo por casualidad. El canal de televisión de Puebla, su estado natal, necesitaba narradores deportivos y Joserra, que se dedicaba al marketing en Volkswagen, decidió postularse. Desde entonces, nada volvió a ser igual. Ni para él ni para la industria del deporte en México. Quizá ningún comunicador ha tenido tanta influencia en el futbol mexicano. A los 76 años, su nombre se encuentra más vigente que nunca.

Desde sus comienzos, enarboló una forma de hacer periodismo diferente a la que predominaba en la época. En Imevisión, cadena televisiva que pertenecía al gobierno, jamás hubo grandes presupuestos. El dinero corría a cuentagotas y era preciso utilizarlo con inteligencia. También entendió muy temprano que tenía que separarse de la prensa servil y optimista que tanto complacía a los jerarcas.

A pesar de las adversidades que debió sortear, siempre mantuvo firme su carácter. En televisión supo mezclar su naturaleza crítica con el ingenio que le proveyó el marketing, pues fue artífice de novedosas fórmulas que hoy todos han adoptado como suyas. Joserra fue el primer periodista que invitó a exjugadores a comentar partidos de futbol. El experimento inicial, en Argentina 1978, contó con las participaciones de Miguel Marín y Carlos Albert.

El público supo valorar las ganas de diferenciarse que motivaban a José Ramón. Quizá Televisa, su enemigo público número uno, tenía los mejores partidos y un músculo financiero a la altura de las grandes cadenas globales, pero carecían del estilo ácido de un Joserra que nunca contenía sus críticas. La irrupción de DeporTV, en la década de los 80, significó un parteaguas, porque fue la evidencia definitiva de que otro periodismo deportivo era posible. Uno que no se limitara a hablar de resultados, de buenos y malos, sino de hurgar en las entrañas humanas de los ídolos de carne y hueso.

José Ramón no sólo era un transmisor de hechos. Fundó el antiamericanismo, esa corriente que ha polarizado a toda la industria deportiva y que millones de aficionados han hecho suya. Basta decir que fue el impulsor del Clásico Capitalino entre América y Pumas. Entendió que debía existir un contrapeso para la omnipotencia del club consentido de la televisión. Incluso el propio América debería agradecerle. Porque ser odiado siempre será mejor que ser ignorado.

El propio José Ramón comparte rasgos con su odiado América: divide opiniones, causa amor y desprecio a partes iguales, pero nunca pasa desapercibido. Y es que el legado de José Ramón no se limita a sus logros personales. Formó a toda una escuela de periodistas y comunicadores en el medio deportivo. Desde Francisco Javier González hasta Christian Martinoli y Luis García, pasando por David Faitelson, André Marín y Antonio Rosique.

José Ramón Fernández en una emisión del programa deportivo Los Protagonistas | Foto: Pedro Mera/CUARTOSCURO
José Ramón Fernández en una emisión del programa deportivo Los Protagonistas | Foto: Pedro Mera/CUARTOSCURO

La trascendencia que siempre ha tenido en sus grupos de trabajo le ha permitido construir auténticos trabucos cuando de coberturas especiales se trata. Hay que traer a la memoria la mesa de Los Protagonistas de finales de siglo. No faltaba nadie. Los expertos invitados, Jorge Valdano, Emilio Butragueño y César Luis Menotti, departían con lo más selecto que tenía TV Azteca en sus filas: Roberto Gómez Junco, Emilio Fernando Alonso y Rafael Puente. Todos, desde luego, bajo el liderazgo de José Ramón.

Todos fueron alumnos de Joserra, a quien muchos le atribuyen un carácter dictatorial, pero la diversidad de sus propios discípulos deja ver que no hay una ideología que prevalezca por encima de otras. Su personalidad es única. La televisión mexicana no se entiende sin su presencia. Por eso cuando salió de TV Azteca, en 2007, la conmoción resultó inevitable. Sin embargo, Joserra ha dejado claro que la reinvención forma parte intrínseca de su trabajo. Arribó a ESPN ese mismo año para gestar una nueva época.

La crudeza de sus opiniones sigue marcando la agenda informativa. No hay evento de alcurnia que carezca de sus servicios. En las Copas del Mundo y Juegos Olímpicos, su presencia es indispensable. José Ramón Fernández cambió para siempre la forma de hacer periodismo televisivo en México. Y todo comenzó por una casualidad del destino.

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