Nicolás Schiller Solti, enviado

PUERTO VALLARTA, Jal., abril 30 (EL UNIVERSAL).- Con un arranque inesperado, con cuatro bogeys y uno doble en las primeras dos rondas del México Open at Vidanta, el español Jon Rahm enseñó una cara poco conocida. Sin embargo, ayer demostró por qué es el número uno del mundo y escaló 10 lugares, para retomar la pelea por el campeonato.

Rahm hizo seis birdies en los primeros nueve hoyos, tres consecutivos entre el 6 y el 8, y en la segunda parte de la ronda convirtió cuatro, para cerrar una jornada con 10 bajo par, nuevo récord de campo en el lugar que lo vio proclamarse campeón hace un año, superando la marca impuesta por los estadounidenses Brandon Wu y Tony Finau.

"Fue una ronda maravillosa. Los swings no se sintieron tan diferentes hoy [ayer] como los primeros dos días. Mencioné en un par de entrevistas que en las primeras dos rondas, un par de los swings no tan buenos me costaron mucho", reflexionó.

El cuatro veces campeón del Tour esta temporada, se puso en una posición inmejorable para volver a pelear por el título.