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Joe Judge y la infame jugada que sentenció su carrera como head coach en la NFL

EAST RUTHERFORD, NEW JERSEY - Enero 9: Joe Judge, entrenador de los New York Giants, se va del campo tras la derrota ante el Washington Football Team por 22-7 en MetLife Stadium. (Foto por Elsa/Getty Images)
EAST RUTHERFORD, NEW JERSEY - Enero 9: Joe Judge, entrenador de los New York Giants, se va del campo tras la derrota ante el Washington Football Team por 22-7 en MetLife Stadium. (Foto por Elsa/Getty Images)

Joe Judge parece haber dirigido su último juego en la NFL, una carrera que apenas duró dos años como head coach de los New York Giants. Una jugada infame pudo haber sentenciado su suerte.

Es natural que todos los equipos en todas las ligas pasen por altibajos, aunque la idea es salir adelante de los momentos complicados, y en la NFL eso no es la excepción, y máxime si se trata de un equipo que ha ganado cuatro Super Bowls y que vive bajo el constante escrutinio y la exigencia de una ciudad como la ‘Urbe de Hierro’.

En el juego final de la temporada regular, en la Semana 18, los Giants jugaron contra el Washington Football Team en casa, el MetLife Stadium, con la idea de al menos tener un cierre digno ante sus fanáticos, para que regresaran a sus hogares con una sonrisa, sin embargo, sucedió todo lo opuesto.

El equipo neoyorquino se jugaba una tercera oportunidad y siete por avanzar, desde lo profundo de su terreno de juego, en su propia yarda 4, cuando le restaban 5:00 minutos al segundo cuarto, con el marcador 3-0 en favor de los de la capital estadounidense.

Con todo ese contexto, y agregando que los equipos que ya pelean tienen una tendencia a ser osados, creativos y que llegan a atreverse a hacer jugadas espectaculares y alocadas para 'sobarle' un poco la herida alma a sus fieles aficionados.

Sin embargo, estos jamás pensaron que el entrenador principal, Joe Judge mandaría un quarterback sneak, o sea, una jugada extremadamente conservadora, poco vistosa y que normalmente se usa cuando un equipo quiere ganar una yarda para conseguir una primera oportunidad o un touchdown.

Y sí, en efecto, ello derivó en que los aficionados se volvieran locos, pero en el peor de los sentidos. Una sensación de hastío, desasosiego, enojo colectivo, una cascada de abucheos y gritos fueron un momento de desfogue, de catarsis luego de una temporada que acabó con marca de 4-13 en 2021, sumada a la de 2020 de 6-10 bajo el mando de Judge.

Football fans react during the fourth quarter of an NFL football game between the New York Giants and the Washington Football Team, Sunday, Jan. 9, 2022, in East Rutherford, N.J. (AP Photo/Frank Franklin II)
Football fans react during the fourth quarter of an NFL football game between the New York Giants and the Washington Football Team, Sunday, Jan. 9, 2022, in East Rutherford, N.J. (AP Photo/Frank Franklin II)

La decisión de echarlo del equipo parecía obligada, llegado el ‘lunes negro’ (Black Monday), que es el primer día después de la conclusión de la temporada de la NFL en la que tienen lugar varios despidos de entrenadores, así como del tipo de Judge, con campañas negativas; sin embargo, no su cedió así en un inicio, aunque el martes, luego del anuncio del retiro del gerente general David Gettleman, decidieron que la desastrosa era Judge con marca de 10-23, llegó a su fin.

Los Giants suman cinco temporadas seguidas con marca perdedora, clasificaron por última vez a los playoffs en 2016, la única presencia del club en la postemporada desde 2011, cuando los neoyorquinos ganaron su último Super Bowl. La última década de la franquicia ha sido gris y la jugada de Judge fue la gota que derramó el vaso.

El otrora campeón del Super Bowl XLVI con los Giants, el receptor abierto Victor Cruz, famoso por hacer un bailse de Salsa en la zona de anotación tras conseguir un touchdown,despotricó contra Judge y su decisión de ser tan timorato, mandando el mensaje incorrecto.

“Es probablemente la jugada más bizarra que haya visto”, dijo Cruz al New York Post. “Como jugador, si yo estoy en ese equipo, habría sentido como si ya nos hubiéramos rendido. Como si estuviéramos tratando de sortear estos últimos juegos ilesos, relativamente sanos, solo preocupados por salir del campo de juego”.

En la NFL hay algo que se conoce como ‘árbol de entrenadores’, generalmente así se define a la serie de asistentes o coordinadores de una cierta posición, que trabajan para un coach de renombre y que a la postre reciben una oportunidad como entrenadores principales en otros clubes, como sus ramales o derivaciones.

El head coach de los New York Giants, Joe Judge, sale del campo después del partido ante el Washington Football Team, el 9 de enero de 2022, en East Rutherford, N.J. (AP Foto/Adam Hunger)
El head coach de los New York Giants, Joe Judge, sale del campo después del partido ante el Washington Football Team, el 9 de enero de 2022, en East Rutherford, N.J. (AP Foto/Adam Hunger)

Bajo este precepto, Judge pertenece al árbol de Bill Belichick, entrenador quien ganó seis anillos de Super Bowl con los New England Patriots, con quien trabajó orientado a los equipos especiales. Esa fue la principal razón por la que fue llevado a Nueva York, pensando que su filosofía estaba cargada de ese no sé qué de Belichick.

Para consuelo de Judge, otros entrenadores principales emergidos de los Patriots de Belichick han también tenido carreras perdedoras, baste recordar nombres como los de Romeo Crennel, Brian Flores, Al Groh, Eric Mangini, Josh McDaniels, Bill O'Brien, Matt Patricia, Nick Saban, aunque este último se hizo de un renombre en la NCAA con Alabama (pese al revés ante Georgia del lunes por el Campeonato Nacional).

A pesar de las malas temporadas, de los malos resultados de aquellos coaches emergidos del árbol de Belichick, probablemente ninguno de ellos será recordado por una jugada tan infame como Joe Judge, por lo que no sería descabellado pensar que su corta carrera de dos años como entrenador en jefe en la NFL, llegó a su fin.

Es cierto que por segundo año seguido los Giants encabezaron a la NFL en lesiones, que es algo que debe darle mucho que pensar a los aficionados, sin embargo, a pesar de esas ausencias, la gente no olvidará cómo los hizo sentir esa jugada en tercera oportunidad.

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