Jimmy Garoppolo y la desastrosa jugada de un quarterback de 137.5 millones de dólares

Es verdad que Jimmy Garoppolo podría retirarse hoy mismo de la NFL e irse con un anillo de campeón del Super Bowl, aunque sería una visión bastante simplista de las cosas, dada la catastrófica manera en la que concluyó su temporada 2021 con los San Francisco 49ers, al caer 20-17 en el juego por el Campeonato de la Conferencia Nacional ante Los Angeles Rams este domingo.

Garoppolo tomó el balón en su yarda 22, en tercera y 13 por avanzar con 1:20 restando en el juego. Al verse presionado salió corriendo hacia un lado y, tras estar cercado, comenzó a luchar por mantenerse en pie, y antes de decidir ser capturado y tener una última oportunidad, aunque desesperada, en cuarto down, cometió un gigante error.

En su inocultable desesperación por ganar yardas o hacer la jugada de primero y 10, Garoppolo, casi capturado, lanzó el balón de manera poco ortodoxa a uno de sus corredores, pero como el pase iba alto, el probable receptor lo desvió, quitándole fuerza y permitiendo que Travin Howard lo interceptara y sellara el pase de los Rams al Super Bowl LVI, que se va a jugar en su propia casa el 13 de febrero.

Para muchos esta fue la última jugada de Garoppolo como titular, pese al oneroso y vigente contrato, dando paso al joven pasador Trey Lance como quien dará comienzo a una nueva era en la posición en San Francisco. 'Jimmy G' completó 16 de 30 envíos para 232 yardas con dos touchdowns y una, costosísima, intercepción.

Cuando Garoppolo se conectó con George Kittle para poner adelante a los 49ers 17-7, restando poco menos de dos minutos por jugarse en el tercer cuarto, las cartas parecían estar echadas y prácticamente la narrativa en las redes sociales empezaba a orientarse a la segunda participación en cuatro años de San Francisco en el Super Bowl.

Y los antecedentes jugaban totalmente en favor de San Francisco, incluso sin ir a los números. Basta recordar el más reciente partido entre ambos, precisamente en el mismísimo SoFi Stadium, correspondiente a la Semana 18, en el que los 49ers anotaron 21 puntos en la segunda mitad y acabaron ganado 27-24 para meterse a la postemporada.

Basándonos en los números, los Rams tenían marca de 0-14 bajo el mando de su actual entrenador en jefe, Sean McVay (incluyendo playoffs) cuando llegaban al 4to cuarto con una desventaja de 10 o más puntos, incluyendo un registro de 0-4 esta misma temporada.

Habiendo dicho esto, las probabilidades de que San Francisco avanzara eran amplias y, aunque no se pueden medir, las sensaciones indicaban que no iba a haber forma de que se suscitara una reacción de los Rams, ‘fieles’ a su tendencia de no saber cómo remontar en el cuarto final.

La sexta mejor defensiva de la NFL ya había estirado la liga al máximo, secando a la ofensiva de Los Angeles por tres cuartos, y llegó un momento en el que los 49ers ya no podían solo respaldarse en ella porque ocurrió lo impensable: los Rams respondieron con 10 puntos sin respuesta para empatar el juego y, lo peor para San Francisco, se vieron en desventaja de 20-17 restando 1:49 en el juego.

Garoppolo ya no podía seguir siendo un ‘pasajero’, como en otras ocasiones, ya no podía respaldarse en su portentoso ataque terrestre porque la situación apremiaba, y mucho.

Con poco tiempo en el reloj y una gran urgencia por conseguir una serie ofensiva que derivara en touchdown y, por ende, en el triunfo de San Francisco, o al menos acercar al pateador para intentar un gol de campo que empatara el juego y lo mandara a tiempo extra. Ineludiblemente, el juego estaba en sus manos.

Es verdad que restando 9:47 en el último cuarto, el defensivo secundario Jaquiski Tart, de manera increíble, soltó un pase desesperado del quarterback de los Rams, Matthew Stafford, tratando de ir profundo con sus receptores. Era una intercepción cantada, pero el balón se fue de entre sus manos.

El quarterback, quien fuera suplente de Tom Brady en la campaña de 2014 —el año que los New England Patriots derrotaron a los Seattle Seahawks— se ganó su anillo, algo así como titularse yendo de oyente a las clases. Por eso se marchó a emprender una carrera como 'solista'.

Después de dos temporadas en las que tuvo sus chispazos con los 49ers, el equipo al que llegó después de tres años en New England donde jamás tuvo ni tendrá oportunidad mientras Brady estuviera cerca, San Francisco vio en él algo que les dio esperanza y decidieron arriesgarse.

El 8 de febrero de 2019 los 49ers le extendieron un contrato por cinco temporadas y 137.5 millones de dólares para convertirse en el quarterback titular del equipo, y ‘Jimmy G’, como le apodan, no tardó en justificar el porqué de la onerosa cifra que le ofreció la gerencia del equipo californiano.

Garoppolo guió a los 49ers a su primer Super Bowl desde 2013, un acontecimiento que llenó de esperanza a sus entusiastas aficionados, quienes desde 1994 no tienen títulos que festejar.

Sin embargo, el quarterback se quedó corto en la intentona de reverdecer los laureles de San Francisco tanto aquella como esta ocasión, lo cual deja la moneda en el aire sobre cuál será el escenario para 2022 tanto para el pasador como para la organización, que de nueva cuenta tendrá que lamerse las heridas en el receso de temporada.

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