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Javier Mascherano no superó la primera prueba del “juego de posición” con la selección Sub 20

El primer partido de Javier Mascherano al frente de la selección argentina sub-20 en el Sudamericano de Colombia terminó con derrota ante Paraguay por 2-1
El primer partido de Javier Mascherano al frente de la selección argentina sub-20 en el Sudamericano de Colombia terminó con derrota ante Paraguay por 2-1 - Créditos: @Fernando Vergara

Muchas expectativas yacían sobre el debut de la selección argentina de Javier Mascherano en el Sudamericano Sub 20 de Colombia. Además del lógico envión anímico que significa ser el primer combinado Albiceleste en lucir la tercera estrella arriba del escudo tras la consagración de la mayor en el Mundial de Qatar, reinaba la ilusión por ver un grupo de jugadores que ya dieron pasos importantes en primera división y quieren hacerse un lugar entre los campeones del mundo en el futuro cercano. No obstante, el arranque en Cali estuvo lejos de ser el ideal: enfrente estuvo una Paraguay muy sólida y compacta que también pudo generar peligro, y algunos “pecados de juventud” del DT y sus dirigidos inclinaron la balanza para una derrota por 2-1.

Este torneo sirve también como una prueba importante para el exmediocampista, que fue nombrado en diciembre de 2021 en lo que es el primer cargo como entrenador de su carrera, después del Torneo Maurice Revello en junio pasado, donde finalizó quinto. Tras aquel anuncio recibió algunas críticas con respecto a su nula experiencia en la dirección técnica, similares a las de Lionel Scaloni al momento de ser confirmado en la selección mayor, pero buscó contrarrestar aquellas voces disidentes con un discurso en el que reivindicó el juego de posición que internalizó en su etapa en Barcelona, de la mano de Pep Guardiola, y expresó su interés por incorporarlo en la formación de sus jugadores, que en la previa se mostraron conformes a su idea.

Javier Mascherano busca imponer el juego de posición en sus jugadores, con énfasis en atacar a partir de triangulaciones y mantener la pelota en movimiento
Javier Mascherano busca imponer el juego de posición en sus jugadores, con énfasis en atacar a partir de triangulaciones y mantener la pelota en movimiento

Parte de esta intención se pudo observar en los primeros minutos del encuentro contra la selección guaraní. Cuando tuvo la pelota, Mascherano dispuso que sus dos laterales, Agustín Giay y Julián Aude, se inviertan hacia adentro, jugando al lado de Gino Infantino en la base del mediocampo para generar triángulos de pase en la salida. No obstante, la táctica forzó a que Infantino retroceda demasiado ante la presión paraguaya en la mitad de la cancha, y las conexiones con el ataque se terminaron generando por momentos de destreza individual de Nicolás Paz y Santiago Castro, por lo que la Argentina no pudo generar un gran número de chances concretas de gol.

Por si fuera poco, el excapitán argentino también debió lidiar con algunos groseros errores individuales de sus jugadores. Paraguay abrió el marcador por vía de un tiro de Gilberto Flores que Federico Gomes Gerth debió controlar fácilmente, pero se le escapó por debajo de las piernas y hacia el fondo de la red. Y a pesar de haber encontrado el empate rápidamente a partir de una brillante jugada de Castro para la entrada de Máximo Perrone, en el segundo tiempo Lautaro Di Lollo rechazó con la mano un sombrero de Diego González, el más desequilibrante de los rivales junto a Matías Segovia, resultando en un penal que Allan Wlk cambió por gol.

Nicolás Paz fue uno de los jugadores más destacados en el ataque argentino, pero la disposición del equipo no le permitió tener suficiente presencia
Nicolás Paz fue uno de los jugadores más destacados en el ataque argentino, pero la disposición del equipo no le permitió tener suficiente presencia - Créditos: @Fernando Vergara

A medida que el contrincante se acomodó con la ventaja a favor comenzó a defenderse más cerca de su área, cediendo la pelota a una selección argentina que pudo generar peligro por los costados, gracias a los desbordes de Castro y las buenas intervenciones de los ingresados Julián Fernández y Brian Aguirre, pero la floja presencia en el área le terminó costando caro al equipo. Ignacio Maestro Puch, el delantero con más porte físico del plantel, ingresaría a siete minutos del final, pero no tuvo suficiente tiempo para generar el impacto deseado, y el Sub 20 acumuló su cuarto debut en un Sudamericano sin victoria en las últimas cinco ediciones. Posteriormente, Mascherano expresaría su frustración por no poder convertir las oportunidades que generó: “Más allá de que tuvimos el control del partido estuvimos imprecisos. Era normal por los nervios del partido”, reflexionó. “En líneas generales fuimos superiores. Lamentablemente, el fútbol se mide en goles y no en merecimientos. Habrá que seguir trabajando y levantar la cabeza”.

De manera similar a Mascherano, Sergio Batista llegó a la selección mayor en 2010 prometiendo hacer un esfuerzo consciente por intentar replicar el fútbol entonces contemporáneo del Barcelona de Guardiola, aprovechando que en aquel momento contaba con un Lionel Messi en el máximo esplendor de aquel plantel histórico. El resultado fue un equipo plano, sin demasiados movimientos desequilibrantes ni peso ofensivo que fue eliminado de forma decepcionante en la Copa América celebrada en el país. El seleccionado aún tiene tiempo para poder reencauzar su camino y encontrar un funcionamiento que pueda reflejar el potencial de sus jugadores, pero ello requerirá que el equipo muestre un mayor nivel de flexibilidad táctica y adaptabilidad a las situaciones del partido. Fueron esas cualidades las que permitieron, por ejemplo, que el propio Scaloni silencie a sus críticos y se transforme en el entrenador que es hoy.

El compacto de la caída de la selección sub-20 contra Paraguay