Javi Balboa desliza en ‘El Chiringuito’ el mayor miedo del madridismo

El partido ante el Espanyol confirmó las verdaderas carencias del Real Madrid, que hicieron mella ya contra el Sheriff en Liga de Campeones y empezaron a vislumbrarse ante el Villarreal en la penúltima jornada de Liga. Javi Balboa tiene claro el origen del problema, el centro del campo, y así lo ha expresado en 'El Chiringuito de Jugones', pero existe un miedo mayor en el que ha hecho hincapié y del que, seguramente, los madridistas no quieran oír ni hablar.

El exjugador blanco es de los más destacados de la tertulia dirigida por Josep Pedrerol en cuanto a conocimientos futbolísticos se refiere. Casi siempre rehuye las polémicas o sabe empujarlas hacia el juego, lo más cercanas a la pelota posible. Después de la debacle del Madrid en Cornellá, era el día perfecto para darle el protagonismo que merece en el programa.

Balboa quiso centrarse en el conjunto de Carlo Ancelotti, apuntando que "físicamente no está bien" ni tampoco "bien trabajado defensivamente" y encontró el ejemplo perfecto en el Espanyol, que "tenía las líneas muy juntas, del delantero hasta la defensa en 30 ó 35 metros".

Después de contextualizar, el internacional ecuatoguineano señaló: "El Real Madrid atacaba y, cuando perdía el balón, había mucho espacio en el centro del campo. El tema del problema defensivo no es simplemente la línea de cuatro, que puede tener fallos, pero es que cuando tú estás atacando, tienes que tener vigilancias defensivas".

Para explicarlo mejor, se levantó y utilizó a Manu Sainz como conejillo de indias.

Sin embargo, para entonces ya había soltado lo que su corazón merengue más teme: "A nivel táctico ves un equipo, que es el Espanyol, y en el Real Madrid ves individualidades que pueden ser pinceladas de Vinicius y Benzema. El día que se constipe Benzema, Dios no quiera, tenemos un problemón".

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Balboa, muchas veces criticado por el madridismo más radical por mostrar objetividad en ciertos temas, como confesar en su día que, según su criterio, el mejor jugador del mundo era Lionel Messi, esta vez sí que deslizado el mayor miedo que actualmente se le pasa a un merengue por la cabeza: perder a Benzema por lesión.

El francés está tirando del carro, echándose el Madrid a la espalda, para sacar puntos algunas veces cuando ni el más optimista lo pensaba. En Cornellá estuvo a punto de rascar un empate milagroso con dos acciones de auténtico fuera de serie, el gol y una asistencia de primer toque a un Hazard que culminó la jugada a las mil maravillas. El balón entró pero el galo se encontraba ligeramente adelantado.

Sin Benzema, hoy en día, no hay Real Madrid.