Jarry dice adiós a París, pero mira con optimismo al futuro

París, 5 jun (EFE).- Habrá un antes y un después de este Roland Garros para el chileno Nicolás Jarry, que se quedó a las puertas de los cuartos de final tras haber roto su techo en un Grand Slam, pero que se despide con una experiencia que le hace mirar con optimismo el futuro, convencido de que puede competir con los más grandes.

El tenista de Santiago se estrenó en la central de París contra el finalista de la pasada edición, el noruego Casper Ruud, cuarto favorito, que supo imponer su mayor experiencia en este tipo de duelos para llevarse un partido más ajustado de lo que refleja el marcador, por 7-6 (3), 7-5 y 7-5.

"La clave estuvo en los detalles", lamentó el jugador chileno, que no conocía la derrota desde el pasado torneo de Roma y que rompió una cadena de otro triunfos consecutivos, puesto que llegaba a París tras haber levantado el trofeo de Ginebra.

"Él hizo lo correcto y yo no pude concretar mi juego. A veces faltan ciertas cosas, concentración, buena energía, tengo que avanzar en estos torneos, ponerme más fino en esto, contra jugadores que están acostumbrados", agregó, e indicó que pese a haber caído en tres sets "también podía haber ganado en tres".

Pero le faltó la experiencia. "Él sabe jugar en esto, es un pequeño punto a favor que le dio la ventaja en los momentos importantes que yo no aproveché. Hizo su trabajo que yo no pude hacer de la manera que me habría gustado", señaló.

La derrota contra uno de los mejores tenistas sobre tierra batida de los últimos años, el que más victorias tiene en esa superficie en lo que va de década, "duele" pero al tiempo abre nuevas perspectivas, dijo el chileno, que ingresa entre los mejores y puede plantearse el futuro con mejores perspectivas.

De momento entrará como cabeza de serie en Wimbledon, el siguiente Grand Slam, en una superficie, la hierba, en la que no jugó el año pasado pero donde ha logrado buenos resultados.

Nada será igual, piensa el chileno, que a sus 27 años cree haber dado el salto que le faltaba a su tenis para incrustarse en la élite, tras una travesía del desierto provocada por una suspensión de once meses por un dopaje por el que, a fin de cuentas, fue absuelto.

"Me marcho con más experiencia, con un nivel de juego muy alto, con tres victorias en un Grand Slam", dijo el chileno, que sigue siendo uno de los mejores del año en esta superficie, solo superado por el español Carlos Alcaraz.

"Me voy más fortalecido, con más confianza para hacer un buen torneo de lo que vine para acá, con ganas de repetir. Vine aquí con ganas de hacer algo bueno y ahora tengo más ganas de volver a hacer algo bueno", comentó.

Ruud se colocó 3-0 de salida y, aunque el de Santiago reaccionó, se apuntó el juego de desempate de la primera manga.

En la segunda llegó a mandar 4-1, pero no supo aguantar la ventaja y acabó cediendo el parcial.

De nuevo con ventaja en la tercera, 4-2, Jarri volvió a dejarse atajar y acabó entregando el partido en 3 horas y 20 minutos.

Jarry se queda a las puertas de convertirse en el primer cuartofinalista chileno en París desde Fernando González en 2009, pero su temporada y su actuación en Roland Garros auguran que podrá volver a intentarlo en el futuro.

Luis Miguel Pascual

(c) Agencia EFE