Jack Grealish habló de las críticas a su modo de vida fuera de las canchas y tomó a su compañero en Manchester City Erling Haaland como ejemplo en una sincera y curiosa analogía

Jack Grealish celebra con Erling Haaland y Kevin De Bruyne un gol de Manchester City
Jack Grealish celebra con Erling Haaland y Kevin De Bruyne un gol de Manchester City - Créditos: @OLI SCARFF

La fórmula para el éxito no la tiene. Y pese a que a Pep Guardiola le ha ido de maravillas en todos los clubes en los que ha dirigido, el fútbol tiene una gran cuota de impredecibilidad que lo hacen un deporte atrapante. Para conformar este Manchester City que produce un fútbol moderno y de alto vuelo, y que parece arrasar con todo a su paso, el entrenador catalán se nutre de futbolistas de distintas características. Por eso, los talentos que conviven en su plantel pueden ser como agua y aceite en cuanto a sus personalidades, pero dentro del campo de juego se convierten en engranajes de un sistema casi perfecto.

Jack Grealish es todo un caso. El futbolista que llegó de Aston Villa como una estrella en ascenso sabe lo que es la popularidad. Es el prototipo del desfachatado, con su pelo largo prolijamente desprolijo, un andar y modo de juego que irrita a rivales y un comportamiento fuera de la cancha que le ha valido varios dolores de cabeza, algunas tapas de los diarios sensacionalistas y el sello imborrable de chico rebelde de la Premier League.

Jack Grealish grita después de anotarle a Arsenal
Jack Grealish grita después de anotarle a Arsenal - Créditos: @GLYN KIRK

El nacido en Birmingham brindó una extensa entrevista al diario Daily Mail, en la que se destaca sus respuestas sinceras sobre su forma de vida, muchas veces observada y cuestionada. Entre otras cuestiones, el delantero valoró enormemente a su actual técnico: “Todo el mundo ve a Pep como un entrenador de tiki-taka, pero antes del partido del Bayern de Múnich me dijo: ‘¿Sabes lo que es tener pelotas? Se trata de ser el que se queda con el balón’. Siento que el entrenador realmente confía en mí”.

Pero lo más jugoso fue cuando se refirió a su inclinación por la vida nocturna y la etiqueta de poco profesional que muchos le han puesto. Para referirse a ello, tomó como ejemplo antagónico a su compañero Erling Haaland. “Todo el mundo es diferente, ¿verdad? Mira a Erling. Es el mejor profesional que he visto nunca. Su mentalidad es algo que no volverás a ver. Lo hace todo. Se recupera. En el gimnasio. Diez horas de tratamiento al día. Baños de hielo. Dieta. Por eso es lo que es. Pero juro que yo no podría ser así”, se sinceró Grealish.

Erling Haaland observa a Jack Grealish: dos personalidades bien diferentes que suman para un equipo que vuela
Erling Haaland observa a Jack Grealish: dos personalidades bien diferentes que suman para un equipo que vuela - Créditos: @Martin Rickett

Y continuó: “Tenemos una gran amistad, pero me señala después de un partido y me dice: ‘Oye, no te vayas esta noche de fiesta’. Yo le digo que se calle y se vaya a sentarse en su bañera de hielo. Pero así somos. Dos personas diferentes a las que les va bien a su manera. Yo no tengo tanto éxito como él. Ha marcado más goles esta temporada que yo en toda mi carrera. Pero si él hiciera lo que yo hago de vez en cuando, diría: ‘Mierda, hoy me siento fatal’. Tengo una liberación diferente a la suya. Él se va a casa, se sienta con su familia y pide comida. A veces yo también elijo eso. Me encanta hacerlo. Pero a veces me gusta salir y soltarme el pelo”.

Muchas veces su manera de ser le ha jugado en contra a quien es desde hace un año embajador de la prestigiosa marca de moda Gucci. Como cuando en 2022 apareció en videos en los que se lo veía presumiblemente pasado de copas en la puerta de un pub al que se le impidió el ingreso por su estado. O cuando se ventiló la exorbitante suma que habría gastado en una noche de juerga en Las Vegas con amigos. Pero él no esconde lo que es y con honestidad brutal reconoce que así le va bien: “No voy a sentarme aquí y mentir diciendo que no salgo. ¿Qué sentido tiene? Tampoco tiene sentido decirte que estoy aquí a las 8 de la mañana yendo al gimnasio y que esa es la razón por la que estoy jugando bien. No es así. La razón por la que juego bien es porque me siento en forma, confiado, bien conmigo mismo y como en casa. Pero me sigue gustando tomar algo de vez en cuando y salir con mis amigos. Eso es normal”.