Israel Reyes y el 'pecado' que la afición del América no le perdona: irse de vacaciones tras la eliminación

Israel Reyes ha sido uno de los jugadores más criticados por la afición del América tras la eliminación ante Chivas. (Mauricio Salas/Jam Media/Getty Images)
Israel Reyes ha sido uno de los jugadores más criticados por la afición del América tras la eliminación ante Chivas. (Mauricio Salas/Jam Media/Getty Images)

Israel Reyes tiene prohibido disfrutar de su vida privada, según diversos aficionados del América. El reproche no podría estar ligado a algo diferente: la eliminación de Las Águilas a costa de Chivas en las Semifinales del Clausura 2023 de la Liga MX. El defensor central, que hasta la temporada militaba en el Puebla, fue un eslabón débil en el engranaje azulcrema: sin capacidad de anticipación, atrabancado cuando quería robar el balón, dejó vacía la zona por la que cayó el primer gol rojiblanco y vaciló en los duelos directos durante todo el cotejo.

No es algo nuevo en realidad. Aunque se trata de un defensa con buenos atributos defensivos, Reyes tiende demasiado a abandonar su zona de marca para tratar de robar el balón con presión. No le salió nada bien y, con seguridad, tuvo que ver la estrategia de Veljko Paunovic: atraer la marca de Reyes para que él interpretara que era un momento propicio para presionar y, una vez conseguido eso, atacar el espacio que dejó hueco. Pero las críticas se han centrado en aspectos nada tienen que ver con el juego.

Y Reyes cometió un pecado que, en la visión de muchos americanistas, es imperdonable y, en el más radical de los casos, hasta piden que no vuelva a vestir la casaca azulcrema: Se fue de vacaciones a Cancún con la herida de la eliminación todavía fresca. Y peor todavía: lo subió a redes sociales. Algo que causó indignación porque, por lo visto, los jugadores de futbol no tienen derecho a irse de vacaciones. Ah, y algo que los fans azulcremas no pasaron por alto: Reyes tiene una relación sentimental con Nailea Vidrio, también futbolista.

Pues a falta de criterio y cegados por la sinrazón han apuntado a esa relación como el motivo que bajó el rendimiento de Reyes: está distraído, anda pensando en la farándula (eso hasta lo dijeron en la transmisión de televisión). Entonces que se impongan nuevas reglas: los futbolistas, además de que no pueden irse de vacaciones, tampoco pueden elegir la profesión de su pareja sentimental. Porque si Vidrio no fuera futbolista ni reconocida mediaticamente, nadie la culparía de la derrota, porque sí, hasta eso ha pasado. No, no fue Fidalgo y su absurda expulsión ni el miedo a ganar de Fernando Ortiz, ni tampoco el impulso de un Guadalajara que jugó como nunca: fue culpa, según de un sector de aficionados, de Nailea Vidrio.

Quizá puede señalarse cierta inocencia de Israel Reyes, y no porque esté mal lo que hizo, sino porque le faltó comprender que, si no quería críticas, al menos debía ser reservado con sus vacaciones. Es la diferencia entre jugar en el Puebla y en el América. Hace unos años lo explicó el portero argentino Christian Campestrini, que jugó en el Puebla, cuando dio una entrevista en su país y puso como ejemplo un recordado error que cometió en un partido contra Chivas en 2017: "Es muy tranquilo. Acá (Argentina) se vive de otra manera. Fue una desgracia, que no vi al jugador (Carlos Fierro), salí a explicarlo y dijeron: 'está bien, no sabíamos que querías explicar eso'", recordó en TyC Sports.

Pero claro, el error fue en el Puebla. En equipos como América sí hay una lupa rigorista (que no rigurosa) con los jugadores y todo lo que hacen dentro y fuera de la cancha. Es un hecho que, por más absurdo y enajenado que sea el motivo, los fans del América estarán enojados con Reyes un buen rato y eso significará una presión extra para él en el futuro inmediato; si no quería pasar por eso, era tan fácil como ser discreto. Pero está hecho y no hay vuelta atrás.

Son las enfermizas y fanatizadas reglas del juego. Muchos mensajes de la afición americanista, tras la eliminación, hacían mención justamente a eso: los jugadores se van de vacaciones y se olvidan de todo. Y sí, eso es exactamente lo que pasa, aunque se le rompa el corazón a los americanistas más recalcitrantes. Los jugadores tienen una vida y ya. Pueden hacer lo que les plazca con ella sin dar explicaciones y sin que viajar a la playa tras perder un clásico sea motivo de un linchamiento vehemente.

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